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Falleció “La Voz” del básquet santafesino: ¡hasta siempre Dani!

ESPECIAL (por Francisco Pancho Calderón).- Inmensa congoja, enorme conmoción estremece los pasillos del básquet argentino. Es que en la madrugada de hoy falleció en un nosocomio rosarino el eximio periodista venadense Daniel Cingolani. Sus restos son velados en una de las salas de Juan B. Alberdi 294, Venado Tuerto, y recibirán sepultura esta tarde a las 17:30.

 

El “Gordo” era uno de los máximos relatores del país y prestigioso periodista de distintos medios regionales. También fue uno de los máximos referentes del Círculo de Periodistas Deportivos de Venado Tuerto.

Víctima de un fulminante cáncer de pulmón, Dani deja perenne su huella de buen tipo, carismático, bonachón. Imposible olvidarlo.

 

Un tumor en el pulmón motivó días atrás su urgente internación en una clínica de Rosario, pero la intervención quirúrgica no bastó para revertir un proceso cruel de esa feroz enfermedad -aparentemente- no detectada a tiempo.

En las primeras horas de hoy, se produjo el deceso de una de las históricas voces del baloncesto argentino. Daniel Cingolani sobresalió en las campañas de Olimpia en Liga Nacional y torneos internacionales, pero a la vez, fue uno de los primeros periodistas de la región en acompañar a la selección CABB en diferentes certámenes ecuménicos.

 

Si bien el básquet fue su nene mimado, Dani brilló relatando otras disciplinas con su inextinguible ímpetu y sabiduría. A la vez, hizo del periodismo en líneas generales un sacerdocio, demostrando su ilustración, idoneidad, aptitud y valiente actitud.

Dejará un vacío irreemplazable, especialmente en lo que atañe a sus excelsos valores humanos ya que el querido “Gordo” era de esas personas siempre dispuestas a solidarizarse, a ayudar, a auxiliar, a dar una mano.

 

Sobran anécdotas de episodios compartidos, de coberturas inmortales, de viajes inmemoriales. Perdurará en la mente su voz característica, su inflexión, sus pausas, sus aceleres, sus gestos, su cuerpo empapado de transpiración por más que hubiese 2 grados bajo cero, el contenido siempre pleno de veracidad, autenticidad, originalidad e inconmensurable PASIÓN por lo que hacía.

Subsistirá en nuestro corazón su bondad, su generosidad, su humanidad.

 

Seguro que Dios ya te ha acogido en su seno y estarás reencontrándote con glorias de nuestro amado deporte.

Te vamos a extrañar Dani. Mucho. Pero a la vez sabemos que como un Ángel de la Guarda estarás cuidando a tu hermosa Familia y a quienes te supimos querer y honrar en vida.

 

Ojalá que todo el básquet argentino hoy eleve una oración en tu memoria y en los próximos partidos de Liga, la Asociación de Clubes exhorte a las entidades a realizar un minuto de silencio. ¡Hasta siempre “Gordo”!