Evita merece que se la homenajee todos los días
ESPECIAL (por Francisco Pancho Calderón).- No es la primera vez que lo alertamos… El monumento ubicado frente a Casa de Gobierno, en la esquina de Santa Fe y Fernández De la Puente, y dedicado a la abanderada de los humildes, la histórica e inolvidable jefa espiritual de la Nación, Evita, luce con pastos altos, sensiblemente abandonado. ¿Será un descuido, o un plan nefasto tendiente al olvido de la más amada, quien despertó pasiones convirtiéndose en loable leyenda? Galería de fotos.
Su nombre escribió un capítulo único en la historia nuestro país. El mundo la llama, simplemente, Evita.
Fue un personaje que revolucionó distintos aspectos de la vida política y social de la Argentina, quedando en la memoria de los argentinos debido a su gran carisma y capacidad de liderazgo, en una época en que las mujeres no tenían mayor protagonismo en la vida política.
De hecho no vacilamos en afirmar que su presencia puso a las mujeres argentinas en la escena pública de una manera inédita hasta este momento.
Eva Duarte, más conocida como Eva Perón o “Evita”, fue una mujer luchadora que se atrevió a desafiar los tiempos que le tocaron vivir, realizando en pocos años una acción única en el país, erigiéndose en ejemplo y modelo a seguir por millones de mujeres, marcando un antes y un después, no solo en la política.
Hace pocos días, Hebe de Bonafini se atrevió a sugerir una comparación temeraria: “No hay palabras para agradecer a Cristina, es la mujer más grande, ha superado a Eva Perón”, manifestando tan ingrata expresión al llegar a la Plaza de Mayo para participar de los festejos oficiales por el 205° aniversario de la Revolución de Mayo.
Sin conformarse en decir tan polémicas palabras, argumentó “Cristina es más que Eva, porque Eva estuvo menos tiempo, y desde otro lugar. En cambio, Cristina tuvo que luchar contra todos. Es como que Eva tenía un trasatlántico en el mar con una tormenta y Cristina tiene un bote y la rema, la rema, y sale de la tormenta. A Cristina le pegan y sale de la tormenta con altura, con entereza, como una reina, es una reina”.
Lamentable, sí, sí… Paupérrimo.
Hoy, quizás resultando solo una triste coincidencia, vemos el monumento a Evita abandondado. No hubo lluvias recientes o fenómenos climáticos que justifiquen no se haya cortado el césped o la estructura esté tan opaca.
Tampoco se dieron grandes manifestaciones para interpretar que la postal tomada se trata solo del día después a una jornada de actos que provocaron suciedad diversa en torno al monolito.
En fin… nos pareció bueno documentar nuestra visión. Como para que ALGUIEN tenga buena memoria por esta mujer controvertida, fuerte, inteligente y apasionada, que se transformó en la líder política y estratégica dándole poder a los trabajadores para que hagan una gran revolución, exhibiéndose como paradigma del trabajo, la grandeza, la nobleza y la solidaridad para erradicar la injusticia social.
Evita merece un homenaje diario, leal, incondicional. Nada de pompa, solo pulcritud, limpieza, que no aparezca como desatendida.
En memoria…
Para recordarla siempre, a diario, les dejamos tres máximas de Evita. Que las disfruten…En especial, NUESTROS POLÍTICOS:
“…Cada uno debe empezar a dar de sí todo lo que pueda dar, y aún más. Solo así construiremos la Argentina que deseamos, no para nosotros, sino para los que vendrán después, para nuestros hijos, para los argentinos de mañana…”
“Lo único que debemos hacer es adquirir plena conciencia del poder que poseemos y no olvidarnos de que nadie puede hacer nada sin el pueblo, que nadie puede hacer tampoco nada que no quiera el pueblo. ¡Sólo basta que los pueblos nos decidamos a ser dueños de nuestros propios destinos! Todo lo demás es cuestión de enfrentar al destino”.
“Yo no me dejé arrancar el alma que traje de la calle, por eso no me deslumbró jamás la grandeza del poder y pude ver sus miserias. Por eso nunca me olvidé de las miserias de mi pueblo y pude ver sus grandezas”.
