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En una noche accidentada, Regatas fue el menos malo

Regatas Corrientes concretó su cuarta victoria consecutiva y se mantuvo firme en el liderazgo de la Conferencia Norte. En su visita a Paraná le ganó a Sionista por 72 a 63, partido que controló de principio a fin. El team de Svetliza volverá a jugar el 18 de octubre en Corrientes ante San Martín. A Guillermo Araújo y Román González, se sumaron en la lista de lesionados Juan Cantero (tirón en gemelo) y Josh Pittman (lumbalgia aguda). Imperdible Galería de fotos exclusivas.

 

Fue una noche ultra accidentada. A las bajas precitadas, se sumó que Regatas tampoco pudo contar con uno de sus principales anotadores como Marcellus Sommerville (desgarro en el gemelo izquierdo) y Paolo Quinteros jugó con una severa congestión respiratoria. Peor todavía… En el primer tiempo se fue con esguince de tobillo izquierdo Thomas Coleman y con contractura en cuádricep de pierna izquierda Hernando Salles.

 

Regatas imprimió su sello de candidato desde el arranque con un juego interno que aprovechó debilidades notables de una defensa paranaense con severos desacoples primero para negar juego tan lúcido del talentoso base Phil Hopson, segundo en la regla número uno de contemplar pelota y hombre y tercero sorprendida por la formación inicial que tiró Casalanguida.

El ex Echagüe Andrés Landoni y el pibe cordobés Javier Saiz dañando -inesperadamente- de Tres, colocaban en un minuto tablero de 0-5.

 

De modo evidente, Sionista sufría no solo el talento rival sino sus propias inestabilidades psicofísicas, anímicas y el tener que seguir apelando a improvisar sobre el libreto trazado a comienzos de pretemporada.

No es excusa. No es atenuante. Pero hay que ser realistas. Se sabía que no jugaban Guillermo Araújo y Román González, dos internos, se conocía que retornaba Lucas Goldenberg pero nada hizo suponer que Juan Cantero no jugaría o que luego Josh Pittman entraría solo 7 minutos.

 

Un tirón agudo en zona de pantorilla, pierna izquierda, impediría al base seguir los movimientos precompetitivos y así se sumaba a la lista de marginados.

 

¿Cómo no influir en lo mental tanto infortunio? Por ello comprendimos como se consumieron posesiones no resueltas positivamente con Jeremías Sandrini otra vez forzado a ser base n° 1, y las respuestas adversarias.

 

De repente, Regatas cayó también en el desenfreno, en los malos pases, en las erróneas determinaciones, en las pérdidas, y el nivel del juego se cayó a pedazos durante casi tres minutos.

 

Para colmo, Pittman entraría de arranque, pero saldría enseguida y se tiraría a realizar estiramientos para aliviar la zona lumbar afectada por una lumbalgia aguda.

 

Phillip Douglas sacó a Sionista de la esterilidad y luego de casi cuatro minutos sin anotaciones, la visita recuperaría el gol  vía Landoni, remarcando una tendencia: todo lo que brinda Phillip cuando se propone sin titubeos atacar el aro opuesto, lo resta en la defensa  del propio.

Otros dos minutos debieron pasar para que Sionista vuelve a convertir, esta vez mediante Marcos Saglietti. Todo muy pobre en el ataque de cada quinteto.

 

Landoni reafirmaría que sus compañeros del perímetro se equivocaban en insistir tanto con tiros mal elegidos y obviamente ineficaces.

Martín Melo daría una mano con su llegada al parqué. Lo mismo ocurrió con Nicolás Brussino que anotaría el primero de sus tres triples de la noche para abrir brecha de 6 restando un minuto para el primer recreo corto (6-12).

 

Seba Uranga se animó más y también comprendió que el negocio era asegurar el gol cerca del cesto y no arriesgar tanto con tiros perimetrales.

Los 10 iniciales (8-12) se fueron dejando un sabor amargo a la gente: lo mal que jugaron ambos equipos. Y hete aquí un punto a seguir tratando por los árbitros: si defender bien es tomar ventajas de agarrar o de la fricción, vamos por mal camino.

Los jueces, de correcto cometido este domingo, pueden beneficiar más al espectáculo NEGANDO tanta fricción innecesaria.

Sionista y Regatas no defendieron estupendo. Atacaron HORRIBLE.

 

Regatas liquidó en 3 minutos y algo más…

 

En tres minutos y pico se vio lo peor de Sionista. Y si bien se entendía el punto neurálgico de  las bajas de Araújo, González, Cantero y Pittman, realmente se atacaba ESPANTOSO y eso es lo preocupante en cuanto a LO QUE HAY.

 

Es evidente que hay lagunas singulares que conspiran con los planteos tácticos. O sea… Traducimos… Se puede entender que NO ES LO MISMO un plantel completo a uno con tantas AUSENCIAS, pero el TALENTO, la VIRTUD individual NO PUEDE o NO DEBE tener tantas discontinuidades no solo en el lenguaje técnico sino también en lo concerniente a eso que debe transmitirse cuando no se juega bien o el rival es superior.

 

Anoche, en esa apertura del 2° chico, lo de Sionista fue turbador. Sin ideas ofensivas, 0/4 de Campo y una pérdida.

 

El parcial de 0-11 revelaba que Sionista se había extraviado por completo. Regatas se imponía 8-23. Estadio mudo. Lo más serio es que el local NO TRANSMITÍA NADA como para pensar en una reacción.

 

“Pini” Salles y Brussino de Tres, más Coleman abajo, hacían estragos ante una defensa inconexa.

 

Phillip cortó la sequía paranaense pisando los cuatro minutos, no obstante la alegría duró poco pues Brussino estaba en llamas y lastimaba sin que nadie lo impida, tomando los correntinos diferencia de 17.

Dos minutos estuvo Sionista para volver a anotar y fue Phillip quien sacó de la infecundidad a sus compañeros.

 

Regatas perdió a Coleman por esguince de tobillo izquierdo, justo cuando se mostraba como otra pieza confiable en el juego interno.

 

Melo recobraría el protagonismo, pero la defensa seguía exhibiendo fisuras y Landoni no perdonaba.

Jere Sandrini probó de Tres y acertó su único triple del partido, en un rubro TÉTRICO para el dueño de casa, y en las siguientes dos posesiones clavaría un doble a pura guapeza y metería una asistencia para que Uranga Junior descuente a 8 restando un minuto y pico (21-29).

 

En el minuto final Sionista y Regatas no sacudirían más las redes con un 2 a 2 de yerros frente a casa canasto. 21-29, sí, sí… Veinte minutos de partido y 21-29. Ni un partido de Mini tiene tan bajo scorer al cabo de un primer tiempo. Y hablamos de LNB con presupuestos millonarios. Así, IMPOSIBLE llevar gente a la cancha.

 

Un cierre para dar crédito

 

Phillip y Melo ilusionaron con un 4-0 tras los vestuarios. En menos de un minuto Sionista ponía el tablero 25-29 y la gente se esperanzaba, pero entre Salles y Pablo Espinoza metieron parcial de 0-5 en menos de medio minuto y otra vez distancia de 8.

Sandrini y Phillip trataron de revertir el rumbo. Landoni frenaba cualquier revulsivo.

 

Luego, otra vez al precipicio el partido. Los dos se prodigaban para ver quien atacaba peor.

Brussino de nuevo incendió la red con un triplón y margen de 9 promediando la etapa.

 

Lo que siguió fue una visita constante a las líneas de libres. Melo 1 de 2, Saglietti 1 de 2, Landoni 1 de 2, Saglietti 2/2, y Phillip 2/2. Sí, casi cuatro minutos sin gol de Campo por ambos costados. Partido de malo para pésimo. Así de contundente.

 

Brussino fue el que rompió la rutina de los tiros libres y la luz promedio siguió siendo de 7 a favor de los visitantes.

 

Pisando los ocho, con uno de sus dos triples, Saglietti cortó la sequía de cinco minutos en gol de Campo para Sionista quedando el team de Svetliza a 4.

De nuevo se recuperaba la fe, pero entre Brussino y Landoni nuevamente marcaban distancia de 8 restando medio minuto.

 

El “Inglés” Phillip y el pibe Alejo Cardozo levantaron el estadio con un 4-0 que selló tablero de 43-47. Había fe.

 

Lo mejor fue ver a los pibes

 

Los dos primeros minutos del último cuarto reafirmaron que no habría chances de gozar al menos un rato de buen básquet.

Espinoza y Landoni robustecerían la supremacía correntina pese a Phillip y Melo con distancia de 5 para los forasteros.

 

Luego, Sionista y Regatas le sacarían chichones a los aros. Otra vez sopa.

 

Brussino y Hopson aprovecharon todos los espacios que provocaba el juego sin pelota del colonense Quinteros, para sacar 12 de distancia restando cinco (46-58). Partido liquidado. Así de simple.

 

Regatas era en forma inapelable más que Sionista, aun sufriendo la baja también de Salles con una contractura en el cuádriceps de pierna izquierda.

 

En lo que restaba del encuentro solo valdría la pena rescatar los minutos que consiguieron los pibes Alejo Cardozo, base 18 años, 1m89; Martín Gómez, escolta 18 años, 1m98; Maximiliano Robledo, ala-pivote 17 años, 1m97; y Carlos Buemo, alero, 18 años, 1m92.

Y no podemos dejar de destacar que Jere Sandrini (21 años, base, 1m87) cumplió un acertado papel pese a que sin dudas se extrañó a Cantero.

 

Si bien los chicos lograron minutos en la emergencia por tan poblada enfermería, está bueno saber que aptitudes tienen y Svetliza puede confiar en ellos. Digamos que fue la noticia más feliz de un domingo complicado.

 

Algo similar le ocurrió a Casalanguida, observando todo lo bueno que generaron jugadores jóvenes como Nico Brussino (21 años, escolta, 2m00), Javier Saiz (20 años, ala-pivote, 2m06), Alejandro Zurbriggen (19 años, escolta, 1m90), Juan Arengo (18 años, escolta, 1m88), más Andrés Landoni (24 años, ala-pivote, 2m03).

 

Viendo esta juventud podemos tener confianza en el futuro del básquet argentino a mediano plazo.

 

La síntesis

 

JUVENTUD SIONISTA (Paraná) 63-REGATAS CORRIENTES 72

 

Centro Juventud Sionista (63): Jeremías Sandrini 11, Marcos Saglietti 11, Joshua Pittman 0, Sebastián Uranga 7, Darren Phillip 20 (fi); Martín Melo 12, Lucas Goldenberg 0, Martín Gómez 0, Alejo Cardoso 2, Maximiliano Robledo 0 y Carlos Buemo 0. DT: Sebastián Svetliza.

Regatas Corrientes (72): Phillip Hopson 6, Paolo Quinteros 0, Andrés Landoni 15, Pablo Espinoza 10, Javier Saiz 6 (fi); Nicolás Brussino 20, Hernando Salles 8, Thomas Coleman 2, Alejandro Zurbriggen 5, Juan Arengo 0 y Renzo Olivetti 0. DT: Nicolás Casalánguida.

Árbitros: Fernando Sampietro y Javier Mendoza. Parciales: 8-12, 21-29 y 43-47. Estadio: Juventud Sionista.

 

Cuestión de agenda

 

Este lunes habrá dos partidos de Liga Nacional con cuatro equipos que buscan recuperarse. Atenas recibe a Olímpico y Bahía Basket lo hace ante Lanús.

 

Bahía Basket buscará salir de la mala racha este lunes cuando se enfrente a Lanús. Los bahienses arrancaron bien la temporada con dos victorias en su estadio ante Gimnasia Indalo, pero luego viajaron a Mar del Plata para caer en dos oportunidades (ante Quilmes y Peñarol) y estiró esa racha adversa en su regreso al Osvaldo Casanova, donde el pasado viernes trastabilló ante Ciclista.

 

Esta noche, Bahía Basket tendrá la ausencia de Mariano Byró, que sufrió una lesión y estará descartado para el banco de Ginóbili. El perimetral padece una fractura en dedo índice derecho, lo que demandará un periodo de recuperación de 10 a 15 días.

Para Lanús, rival de esta noche, el objetivo será conseguir finalmente su primera victoria de la temporada. Hasta ahora la suerte le ha sido esquiva al equipo bonaerense, que en la previa del torneo emergió como uno de los equipos a seguir de reojo dado su muy buena pretemporada pero que los resultados no lo ha favorecido de momento.

 

En el “Osvaldo Casanova” arranca a las 21 con arbitraje de Roberto Smith y Rodrigo Castillo.

 

En La Docta

 

Atenas (Córdoba) y Olímpico (La Banda, Santiago del Estero) se miden desde las 21:30 con Fabricio Vito y Fabio Alaniz impartiendo justicia en el Polideportivo Municipal Carlos Cerutti de La Docta.

 

Después de una gira complicada por Entre Ríos donde no pudo sumar triunfos, Atenas jugará esta noche su primer partido como local de la temporada, cuando le toque medirse ante Olímpico.

Atenas pudo vencer a Boca en el debut liguero por 76-66, dejando una muy buena imagen en el estreno y consiguiendo algunos puntos a destacar. No obstante, luego sucumbió en la gira a tierras entrerrianas, con una derrota más dura que otra, frente a un Sionista mermado por las ausencias (91-85) y frente a un Estudiantes que lo venció de manera categórica (80-54).

Más allá de una ausencia de peso como Bruno Lábaque, y de la posterior lesión soportada por Juan Manuel Rivero, el “Verde” dejó la sdensación que algo no está bien en lo que pretende inculcar el coach, en lo que transmite, y lo que no aplican sus jugadores o no interpretan cabalmente.

 

Hay señales cabales que se multiplican en los reveses, más aun en un club donde los resultados adversos le juegan muy en contra a los técnicos de turno.

 

Enfrente estará Olímpico, que hasta ahora solamente ha disputado dos partidos en esta Liga y que llegará a Córdoba con el plantel descansado y con ansias de regresar a la victoria. El equipo santiagueño ostenta únicamente con el registro de haber los dos primeros clásicos de la provincia ante Quimsa, debutando en la temporada con una victoria agónica por 78-75 pero luego cayendo con autoridad ante la Fusión por 90-80.

Uno de los datos es el parate que ha tenido el Negro bandeño, que no juega desde el 3 de octubre (hace 10 días) y que su rival, Atenas, viene de una gira de tres partidos fuera de casa donde el último lo jugó hace cinco días (el 8 de octubre).

 

El elenco del paranaense Facundo Muller sufre la baja de Ariel Pau, el nacional con mayor peso y sin dudas la figura perimetral de este equipo, que volvió a lesionarse en el último choque ante Quimsa. Los estudios médicos arrojaron que tiene un esguince en el ligamento lateral interno de la rodilla izquierda y no podrá ver acción al menos por los próximos 20 días, aproximadamente.