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En Paraná, la carne ya es incomprable: artículo de lujo

Según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), en el último mes del año, la carne tuvo una inflación de 15,9%, más del triple del índice general de precios. En ese contexto, algunas autoridades o representantes del Gobierno atribuyeron tal significativo salto a un incremento de las exportaciones. Lo cierto es que ir a una carnicería en Paraná ha pasado a ser una compra de lujo.

El último informe del consorcio de frigoríficos exportadores ABC reveló que en los primeros 11 meses del año, las ventas externas de carne totalizaron 825.000 toneladas por 2.510 millones de dólares, con un aumento del 10% en volumen respecto de igual período de 2019, aunque con una baja del 8% en la facturación por caída internacional de precios. Sin embargo, ese mayor incremento se dio no por demanda de carne, sino por el envío al exterior de carne con hueso.

Respecto a la actual situación de la industria en el país, el presidente ejecutivo del Frigorífico Alberdi ubicada en Oro Verde, Leonardo Lequio, dijo que la operatoria “es normal”, aunque marcó la circunstancia de faltante de hacienda a fin de año.

“Este fin año de la situación se complicó porque tuvimos varios meses con la producción primaria en baja, a causa de que los precios para los exportadores no funcionaban. Hubo una gran baja de cantidad de hacienda, lo que hizo subir el precio de la carne de consumo. Cualquier otra versión, como que la exportación hace subir la carne, es no comprender el mercado. Hay un tema estacional, diciembre siempre es el mes de mayor demanda de carne, se sumó el faltante y se disparó el precio en Liniers y particularmente en los supermercados, que tienen una política de precios muy agresiva”, opinó el ejecutivo del Frigorífico Alberdi.

“En realidad sucede todo lo contrario, cuanto más se exporta, más saldo de mercadería queda en el mercado interno. Toda la suba de precios en estos 30 o 60 días, tuvo que ver con la falta de oferta, en un momento crítico”.

Particularmente, lo que se notó fue la menor disponibilidad de novillos livianos, que son lo de consumo interno.

Al respecto, Lequio insistió que no se pueden interpretar los precios internos, sin tener en cuenta todas las variables. “El 70% de la faena se consume en Argentina, con lo cual cuando hay una suba de precios, está impulsada por un factor interno, y eso es por falta de oferta o aumento de demanda. Y si bien el consumo fue sostenido en diciembre, no fue como en otras oportunidades. Comparativamente con diciembre de otros años, la demanda de carne que incluso pudimos observar en nuestras bocas de expendio, se redujo entre un 20% o 30%”, consignó ante requisitoria de los colegas de Diario Uno.

“Se habla en todos los ámbitos ganaderos, que los feed lots están vacíos, y que no hubo inversión en engorde de hacienda. Con la disparada de precios, se renovaron compras de invernadas y la actividad en los feed lots, lo que supone que en tres o cuatro meses, la oferta de hacienda estará sostenida”, mencionó.

Es por estos vaivenes en los ciclos ganaderos, que el empresario planteó la necesidad de trabajar en políticas de largo plazo, que incorporen el precio de los alimentos, de la hacienda, el valor del dólar y las inversiones.

En cuanto a la planta del Frigorífico Alberdi, se encuentra trabajando a un ritmo del 80% o 90%, bajo protocolos sanitarios. La producción mensual se mantienen en el orden de las 2.000 toneladas mensuales: unas 1.300 toneladas tienen como destino el mercado externo, mientras que el resto se vuelca al consumo interno.

Respecto de los números de exportación de carne vacuna, consideró que “son negativos debido al precio en baja de la hacienda, el dólar en un valor estable en los últimos meses, y la aplicación de retenciones.

Y reflexionó que la mayor demanda de la República Oriental de China “no es tal” y especuló que “no se sabe si se festejará el Año Nuevo por la segunda ola del Covid-19, y eso hace tambalear la demanda”. En cambio, reconoció a los colegas de Uno que hubo un incremento en la exportación, debido a las ventas de carne con hueso, productos de menor valor, “que hacen aumentar la cantidad de toneladas, pero no quiere decir que se esté exportando más. Eran productos antes destinados a harina de carne”.

Es por ello que sostuvo, en diciembre se volcó más producción al mercado interno, incluso acompañando los distintos programas de gobierno, con precios más accesibles.

Argentina, como el Frigorífico Alberdi, mantiene sus mercados internacionales de carne, como China, Europa, Israel y EE. UU, fundamentalmente, además de algunos otros cupos en países limítrofes, como Chile.

En concreto, el precio de la carne se disparó en los últimos dos meses, y si se contabiliza desde el mes de noviembre, acumula una suba superior al 35% en promedio.

El kilogramo de asado, hoy cercano a los 700 pesos, dos meses atrás costaba 440 pesos; la nalga pasó de 510 a 750 pesos; y la falda, de 270 a más de 380 pesos.

En tanto que el peceto, de gran consumo para los platos de las fiestas de fin de año, en noviembre tenía un valor de 590 pesos aproximadamente, ya supera los 750 pesos por estos días; mientras que el kilogramo de vacío, de 490 pesos, se obtiene hoy en las carnicerías, a más de 630 pesos.

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