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“El Templo” no fue violado

En una noche plagada de desaciertos (40 pérdidas y promedios grises), Sionista derrotó a Atenas y logró el pase a un 4° juego en Serie de Playoffs por la Reclasificación. El Svetliza Team no desperdició las concesiones de su rival ni algunos pitazos u omisiones de los jueces para acreditarse un triunfo estimulante por 72 a 64. Alejandro Zilli se cargó el equipo al hombro en un cierre electrizante.

 

Atenas no pudo barrer la serie. Graves negligencias propias en tercer y último períodos le dejaron servida la victoria a un Sionista que supo sacar provecho de groseras ventajas otorgadas por los cordobeses y de algunos pitazos u omisiones de los árbitros que, en definitiva, no inventaron nada nuevo: solo ante la duda, beneficiaron al local, como le ha ocurrido al “Celeste” a lo largo de toda la temporada en cada salida de nuestra ciudad y pocos “disfrutes” de éste tipo en su feudo. Vito-Sampietro-Alaniz NO cobraron MAL. Reiteramos. Ante la vacilación (contabilizamos 4 acciones MUY claras en todo el juego), fue fallo para los de Parana. El resto, PAREJÍSIMO. Un arbitraje sin discusiones.

 

La serie de la Reclasificación estás 1-2 y mañana viernes Sionista ingresará a “El Templo” con la misma urgencia que anoche: o gana, o le dice adiós a la temporada. En tanto, los “Griegos” deberán corregir sensiblemente su ataque si no quieren volver a sufrir una declinación tan ostensible como la padecida a partir de un Time Out pedido por el head coach del Centro, restando 3’46” del tercer capítulo.

 

Ya en el primer chico Sionista tiró síntomas que ejercería una defensa donde no faltaría roce o utilización de piernas de manera inclemente.

La presión “Celeste” incomodaba el traslado cordobés, pero aciertos en singular de Alexis Elsener, Bruno Lábaque y Djibril Kanté paulatinamente marcaron una senda favorable a la visita.

 

Desde el banco, Lorrenzo Wade trajo más beneficios que el rápidamente comprometido de faltas Josh Pittman. Asociándose a Luciano González, fue clave para torcer el rumbo del Centro y hasta tomar margen de 5.

 

Claro que Lábaque es Lábaque y Bruno rearmó a su equipo para cerrar el primer chico no tan mal (15-13).

 

Se cae a pedazos Sioni

El panameño Jaime Lloreda (con gastroenteritis) arrancó la segunda etapa con una de cal y una de arena. Fue uno junto al aro rival y otro bajo el propio. Por un error suyo Diego Guaita igualó en 17.

 

Wade, otra vez se erigió en pieza desequilibrante, pero Guaita siguió influyendo para que Atenas pase al frente del marcador.

 

Los de La Docta recuperaron el protagonismo de Elsener y se escaparon por 9 ante un Sionista que atacaba espantoso y lucía descompensado en defensa.

 

La vuelta de Zilli y el fervor colectivo de los locales evitó que el castigo con tonada sea peor, resignando los dueños de casa el período por un 13-20 que llevó el tablero global a 28-33.

 

La que se devoró el “Griego”

 

Lábaque y Jeremías Sandrini ilusionaron al público (Atenas tuvo sus hinchas en la cabecera superior que da a calle Carbó y algunos más tras el banco) con sendas bombas, pero las imprecisiones de ambos equipos  enseguida volvieron a achatar el nivel del espectáculo.

 

Creemos que si se lo proponían, más mal no podían jugar. Las defensas eran robustas, no tan ricas en sistemas, pero condicionaban y forzaban a malas decisiones, a apuros inconducentes.

 

Entre tanta mediocridad, González volvió a dar chispazos y con un parcial de 10-3 le otorgó a Sionista chances de quebrar a su oponente.

 

Sin embargo. Javier Bulfoni, hasta allí poco activo, se convirtió en arma letal para modificar el escenario, nuevamente en favor de los forasteros y poner las cosas 40-46 con 3’46” para cerrar la media hora.

 

Con el 10° punto del Tuky, pidió Tiempo Muerto Sebastián Svetliza y a partir de allí el destino tendría un vuelco notable. Como si la arenga del entrenador fuese un acicate extra, los anfitriones salieron con otra actitud.

 

Matías Sandes y Zilli se juntaron, el pibe Sandrini le perdió el respeto a Lábaque y González como Wade colaboraban con gran energía.

 

Atenas, desde Minuto del DT local hasta el epílogo fue un desastre. Erró bandejas solo, dio malos pases (Lábaque descansaba) y Guaita parecía extenuado.

 

Jugada ¿clave?

 

Un doble del “Chuzito” mutó la hegemonía. Con parcial de 9-2, el Centro se hizo dueño de las acciones. Pero algo más le faltaba a éste chico para quebrar mentalmente a un Atenas errático: restaban 24 segundos, pelota en la esquina que da al acceso de Monte Caseros, Lábaque hace finta de tiro fuera de los 6m75 y Wade salta onda Superman, pasa de largo y su pie derecho impacta elocuentemente entre tabique y pómulo izquierdo de Bruno que cae en forma aparatosa como si la pata hubiera sido de Bruce Lee.

 

Foul harto elocuente. Seguramente en una acción NO INTENCIONAL, pero falta al fin. De hecho que la situación produjo pérdida de pelota para Atenas por la caída junto al lateral del base cordobés.

 

Los jueces consideraron que, o había actuado Lábaque exagerando el contacto, o que fue un toque menor sin ninguna intención, pudiendo el base tomar el tiro.

 

La concepción o interpretación es LIBRE, obvio, pero el golpe existió, y le produjo un pequeño hematoma/corte al jugador visitante que cerrado el capítulo descargó toda su ira con los árbitros. En parte tenía razón, pero el 23-15 (51-48) en contra fue por obra y arte de una tarea horrible de su equipo y una reacción admirable de los entrerrianos. Los jueces, hasta allí, con balanza absolutamente equilibrada.

 

Lo pierde Atenas

 

Ya en los 10 finales el “Griego” se equivocó espantoso, pero a la vez, tuvo como factor conspirativo que los árbitros hicieron la “Gran Lamolina” con un “siga…siga…” incongruente ante faltas evidentes del anfitrión.

 

Abriendo el último período los dos volvieron a incurrir en pérdidas asombrosas. Las defensas eran recias, es verdad, pero lo pésimo era el cómo se atacaba el aro. En especial lo de Atenas sorprendía por las infantiles, por las ingenuas incorrecciones, sobre todo en cuanto a pases.

 

Tan intrincado ritmo y desarrollo fue aprovechado por el Centro que pasó a ganar por 7, pero en medio de sus vaivenes, de sus pronunciados altibajos, Bruno Lábaque se cargó el equipo al hombro y cortó la dilatada sequía cordobesa.

 

El base contagió a sus compañeros y recuperado de su agobio Diego Guaita, el interno promovió nueva rebelión y los de La Docta se pusieron 55-56 enmudeciendo el estadio.

 

Mientras que poco a poco volvían murmullos desalentadores, Zilli se opuso a la idea de terminar la temporada y otra vez armando sociedad con Sandes evitó que cunda el pánico.

Bulfoni no anotó en la respuesta y Sionista contestó con “El Rayo” Wade jugándose la personal.

 

Faltaban 3’15” y el tablero decía 59-56. El “Arruina Noches” paranaenses Alexis Elsener salió del pozo ciego y redujo a uno.

 

Para colmo, Sandes perdió la bola o mejor dicho la recuperó Kanté con sus largos brazos quien, segundos después, sería víctima de foul de Zilli, entendiendo los jueces que el extranjero se había llevado por delante al sanjustino quien visiblemente le hizo falta con las piernas.

 

Contestando a ésta situación, González clavó un triple demoledor colocando el tablero 62-58 con 2’17” por jugarse.

 

Lescano falló en la reposición, pero Lábaque recuperó la bola, aunque el base enseguida la perdió ante el acoso de Wade, saliendo Sandrini decidido a hacer la heroica y con una penetración puso 6 de ventaja (64-58) restando 1’47”.

 

 

Adivinen qué pasó en la siguiente posesión de Atenas… ¡Sí!!! Acertaron… La perdió Guaita. Sionista no desperdició otro regalito y con Sandes motivado, comodísimo junto a Zilli, sacó 8 de luz (66-58) a 1’23” de la clausura.

 

Lescano, con jugada de Tres por foul, gol y bonificación, redujo a 5, pero Zilli estaba On Fire y en menos de 20 segundos retomó diferencia de 7 ya ingresando en los 54” finales.

 

Como si fuera poco para Atenas, Lábaque erró uno de dos en Libres con 41” por disputarse y en la devolución el “Chuzito” imitó lo de Lescano segundos atrás.

 

Elsener se acordó que en noches anteriores había sido verdugo de Sionista con su explosión, pero ya era tarde.

 

Ganó Sionista por ENORME mérito propio en cuanto a actitud en el momento justo, sabiduría del coach para “sacudir” a sus dirigidos y entender quienes les hacían bien al equipo como quinteto, e individualidades de tremenda influencia comenzando por Ale Zilli, siguiendo por Matías Sandes, continuando por Lorrenzo Wade y cerrando por Luciano González, aunque sería injusto no citar la valentía final del pibe Sandrini.

 

Perdió Atenas por INMENSO defecto propio, dentro y fuera de la cancha. Minutos no pedidos oportunamente, cambios con los que no coincidimos, omisiones de sacar a tiempo a quienes más se equivocaban o más agotamiento exhibían, y evidentemente NO llegar con su mensaje a sus dirigidos que se hartaron de meter la pata.

 

Atenas jugó un 2° cuarto estupendo y gozó de un pasaje estupendo en el 3°. El resto, en especial los 4’ finales del tercer chico y todo el 4°, fue TÉTRICO.

 

Nos queda la sensación que Sionista finaliza súper estimulado y el “Griego” híper acomplejado, turbado, como partido en dos. Veremos qué ocurre el viernes.

 

La síntesis

 

Sionista (72) :J. Sandrini 7 (X), J. Pittman 2, L. González 19, D. Hure, A. Zilli 19 (FI); M. Sandes 6, J. Lloreda 2, L. Wade 15, L. Goldenberg , N. Agasse 2, D. Hure. DT: Sebastián Svetliza.

Atenas (64): B. Labaque 16, A. Elsener 12, M. Lescano 3, D. Guaita 15 (X), D. Kante 4 (FI); M. Fierro, B. Colli, T. Ligorria 0, J. Bulfoni 14, N. Zurschmitten. DT: Martín López.

Parciales: 15-13;28-33;51-48;72-64. Jueces: Fernando Sampietro-Fabricio Vito-Fabio Alaniz. Estadio: Moisés Flesler.

 

Descendió Progresista y zafó Obras

 

Obras Sanitarias logró su objetivo de mantener la categoría. Derrotó en Villa Angela a Unión Progresista por 93 a 82, barrió la serie Permanencia por 3 a 0 y lo condenó al descenso en lo que era su retorno a la elite después de varios años. El equipo chaqueño cerró el torneo con 17 caídas consecutivas y envuelto en problemas económicos. Obras puso fin a la temporada y terminó en el puesto 13 (bastante por debajo de lo que eran sus expectativas iniciales).

Martín Osimani 20, Juan Gutiérrez 19, y Ryan Humphrey 20 resultaron esenciales en el Tachero.

 

Ventaja para La Unión

 

La Unión de Formosa puso a 9 de Julio de Río III contra las cuerdas y con la necesidad de ganar para forzar un quinto partido en la Serie Permanencia. En lo que fue el primero en tierras formoseñas La Unión se impuso 93 a 85 con la figura del base Nicolás Gianella (27).

 

Terrence Shannon 18, y Gregory Lewis 19, también sobresalieron en el team de Javier Bianchelli.

Foto: Gentileza Pablo Merlo – Prensa CJS.-