Maran Suites & Towers

El Sindicato Obrero de la Fruta en alerta por declaraciones de Enrique Cresto

Enrique Cresto destacó que a Concordia llegan todos los meses alrededor de 50 familias de otras partes de la provincia y del país en busca de oportunidades porque consiguen trabajo en el arándano, en el citrus, en la nuez pecán, en los aserraderos o en la obra pública y obra privada. Desde el Sindicato Obrero de la Fruta (SOF), Alcides Camejo, instó al intendente a gestionar por la calidad del trabajo de los cosecheros concordienses.

“En el sur del país un cosechero gana alrededor de 300 mil pesos y con recibo de sueldo, y acá, en la capital del citrus, no superan los 70 mil pesos y en la informalidad laboral casi absoluta”, señaló el dirigente gremial.

Teniendo en cuenta que muchas de las salidas laborales que enumeró corresponden a actividades de la economía primaria, caracterizadas las mismas por un alto grado de informalidad laboral -que en casos roza el 90 por ciento como el citrus y el desmonte-, con ingresos que no superan la línea de la pobreza, desde sectores de la oposición apuntaron contra el intendente por sus expresiones.

Alcides Camejo fue contundente al expresar que: “el intendente no debería vanagloriarse de esa situación que le hace el caldo gordo a los empresarios negreros y, en cambio, debería procurar gestionar por la calidad del trabajo de los cosecheros concordienses.

“¿Por qué no cuidan a la gente de Concordia? ¿Por qué no ayudan a la gente que ya está acá en la ciudad, en lugar de permitir que lleguen cada vez más personas para ser explotadas, para aceptar trabajar de manera indigna por menos que nada, para aumentar la pobreza de la ciudad y vivir hacinada y en condiciones deplorables en asentamientos que proliferan por esta causa?”, cuestionó el titular del SOF.

“No quiero pensar que cuánto más pobres haya es mejor para los políticos que les hacen una vereda, una casita, una salita de atención primaria, y así se ganan los favores. No quiero pensar que de esta manera es mejor para los empresarios negreros y gorilas porque así siempre cuentan con mano de obra barata, con personas sometidas por la necesidad y que están dispuestas a entregar su tiempo y su esfuerzo a cambio de casi nada. Sería el colmo del cinismo y la indolencia”, reflexionó.

Camejo se preguntó además cómo en el sur del país los cosecheros pueden ganar alrededor de 300 mil pesos por mes, con recibo de sueldo, lo que significa aportes y obra social, mientras que en la Capital del Citrus y el resto de la región los números nunca cierran.

“Hoy miraba el precio de la naranja en los canales de Buenos Aires, una fruta que estaba a 150 pesos el kilo pasó a valer más de 600 pesos dependiendo del barrio, de la zona. Una locura. Después dicen que acá no se le puede pagar mejor al trabajador y que no lo pueden incorporar al trabajo formal. Ahora ya están empezando a patalear los citricultores. Son una risa, ellos que con un ojo miran las supuestas pérdidas y con el otro ojo miran la plata que están juntando. Inventaron eso del HLB para pedirle más plata al estado. Son unos angurrientos sin fondo”, sentenció.

Add a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *