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El peculiar fútbol de ascenso argentino: un asistente de árbitro marcó un gol que no existió, el presidente ingresó al campo y el árbitro cambió su veredicto.

 Este sábado, el enfrentamiento entre Ituzaingó y Yupanqui en la quinta jornada de la Primera C dejó una secuencia completamente inusual: un asistente de árbitro marcó un ‘gol fantasma’, el presidente del club afectado ingresó al campo y el árbitro, que inicialmente había validado el tanto, se retractó tras varios minutos de deliberación. El encuentro terminó 0 a 0.

A los 13 minutos del segundo tiempo en el estadio Carlos Alberto Sacaan, un centro al área del equipo de Villa Lugano generó controversia: primero, porque todo el equipo local reclamó penal por una falta, pero la situación empeoró cuando el asistente de árbitro Luciano Cabral levantó su banderín y se dirigió corriendo hacia el centro del campo, indicando un ‘gol fantasma’.

Resulta que la pelota, claramente, había sido despejada por un defensor de Yupanqui cuando se encontraba a un metro del poste izquierdo del arco, donde había llegado impulsada por un cabezazo de un compañero, quien la superó al arquero. En medio del desconcierto de todos los jugadores por esta señalización, el árbitro Mariano Seco marcó el centro del campo y tocó su silbato.

Los suplentes de Ituzaingó, que realizaban ejercicios de calentamiento cerca del asistente Cabral, fueron los primeros en darse cuenta del gol y comenzaron a celebrar. Fueron seguidos por los aficionados del León, cuyos gritos resonaron a través de la transmisión del partido “La Voz del León”.

Naturalmente, la reacción de los futbolistas y cuerpo técnico de Yupanqui fue instantánea contra el árbitro y el asistente, quien parecía inquebrantable en su decisión. En un momento dado, el entrenador Facundo Ledesma comenzó a llamar a cada uno de sus jugadores, les habló en privado y comenzó a llevarlos hacia el túnel, como si hubiera recibido la orden de retirarse del campo. Incluso el arquero se quitó los guantes de las manos.

Pasaron cinco minutos desde este insólito episodio cuando surgió un nuevo actor en escena. Dante Majori, el presidente de Yupanqui y de la Mesa Ejecutiva de la Primera C, ingresó al campo -algo prohibido por el reglamento de AFA- e intentó hablar con el equipo arbitral.

Lo que siguió fue una reunión entre el cuerpo arbitral y, casi 15 minutos después de la jugada, el árbitro principal Mariano Seco decidió rectificar su decisión y conceder un saque de meta dentro del área de Yupanqui como si nada hubiera ocurrido: ni el ‘gol fantasma’ ni el posible penal para Ituzaingó.

“Es una vergüenza. Marcó gol, luego lo anuló, si no lo anuló era un penal claro porque lo empujaron por detrás. Realmente vergonzoso”, afirmó Leonel Córdoba, uno de los jugadores de Ituzaingó.

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