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El papa Francisco cambió la estructura interna de la Congregación para la Doctrina de la Fe

En un cambio considerado de inmensa trascendencia, ya que implica un reconocimiento de la gravedad de la crisis de los abusos sexuales de menores por parte del clero en la Iglesia, el papa Francisco decidió cambiar la estructura interna de la Congregación para la Doctrina de la Fe (CDF), uno de los dicasterios más importantes de la curia romana.

En una carta apostólica con forma de Motu Proprio, documento por iniciativa del pontífice, Francisco decidió que lo que antes se conocía como Santo Oficio o Santa Inquisición, organismo creado en 1517, pase a tener dos secciones: una doctrinal y otra disciplinaria, cada una manejada por un secretario. Antes había sólo un secretario para dos diversas oficinas.

“Es un reconocimiento explícito de que en la Iglesia tenemos una crisis, que es la crisis de abusos sexuales de menores por parte de sacerdotes”, dijo a LA NACION una fuente vaticana experta del tema, que explicó que el Papa consideró conveniente dotar a la CDF de una estructura especializada, con un tribunal canónico con juristas, ya que en los últimos veinte años el 90% del trabajo de la CDF, lejos de estar en temas teológicos referentes a la doctrina, fue de tipo canónico, justamente para tratar los delitos gravísimos como son los de abusos de menores por parte de sacerdote.

Este escándalo, que ha manchado como nunca la credibilidad de la Iglesia Católica, dentro de la CDF “ha supuesto una distorsión muy grave en el trabajo interno, porque en vez de tratarse delitos contra la doctrina, que fue el motivo principal de su existencia, hace 500 años, se tratan delitos de costumbre que ponen en peligro la fe”, precisó la fuente.

En el Motu Propio del papa Francisco, que en los últimos años cambió y endureció la legislación para luchar contra este flagelo y convocó a una cumbre sin precedente en Roma a todos los presidentes de las conferencias episcopales del mundo, no hay ninguna referencia al escándalo de abusos. Sino tan sólo al hecho de que era necesario un cambio.

Francisco, en efecto, recordó que “custodiar la fe es la tarea principal” de la CDF, que siempre tuvo competencias tanto doctrinarias como disciplinarias. “Pero ahora, considerada la experiencia que ha madurado en este tiempo en diversos ámbitos de trabajo y la exigencia de darle una impostación más apta a las funciones que le son propias”, consideró oportuno establecer un cambio de la estructura interna, con “dos secciones, Doctrinal y Disciplinaria, cada una coordenada por un secretaria que asiste al Prefecto en el ámbito específico de propia competencia, con la colaboración del subsecretario y de los respectivos jefes de oficina”.

La Sección Doctrinal, “a través de la Oficina doctrinal, se ocupa de las materias que tienen atinencia con la promoción y la tutela de la doctrina de la fe y de la moral”, indicó. “Además, favorece los estudios tendientes a hacer crecer la inteligencia y la transmisión de la fe al servicio de la evangelización, para que su luz sea criterio para comprender el significado de la existencia, sobre todo frente a las preguntas puestas por el progreso de las ciencias y por el desarrollo de la sociedad”, agregó.

La Sección Disciplinaria, “a través de la oficina disciplinaria, se ocupa de los delitos reservados a la Congregación y por esta tratados mediante la jurisdicción del Supremo Tribunal Apostólico allí instituido”, también decretó. “Tiene la tarea de predisponer y elaborar los procedimientos previstos por la normativa canónica para que la Congregación, en sus diversas instancias (prefecto, promotor de justicia, congreso, sesión ordinaria, colegio para el examen de recursos en materia de delicta graviora), pueda promover una recta administración de la justicia”, precisó. “Para ese objetivo la Sección promueve las oportunas iniciativas de formación que la Congregación le ofrece a los ordinarios y a los operadores de derecho, para favorecer la recta comprensión y aplicación de las normas canónicas relativas al propio ámbito de competencia”, añadió.

“El mensaje de este cambio de estructura es muy claro: tenemos un problema muy gordo y la CDF no puede esperar”, explicó a LA NACION un monseñor, que recordó que el llamado Santo Oficio nació para ayudar al Papa en la tutela de la fe y la doctrina, contra las herejías y demás, pero que en los últimos 20 años la crisis de abusos distorsionó todo eso. Se estima que la CDF cada año recibe entre 1000 y 1200 casos de abusos cometidos por sacerdotes.

“El Papa quiso que la CDF pasara a respirar con dos pulmones, por eso las dos secciones”, consideró otra fuente, que también explicó que, más allá de la mole de trabajo de la sección disciplinaria, tampoco se quiso minimizar la parte doctrinal, sino todo lo contrario.

Se cree que pasará a ser secretario de la sección doctrinal el joven teólogo siciliano Armando Matteo, que actualmente es subsecretario adjunto de la CDF, autor, entre otros, de un libro titulado “Convertir a Peter Pan, el destino de la fe en la sociedad de la eterna juventud”. Aunque la gran pregunta es quien reemplazará en los próximos meses al actual prefecto de la CDF, el jesuita español Luis Ladaria, que en abril cumplirá 78 años y en junio su mandato de cinco años.

Fuente: Elisabetta Piqué – La Nación.-

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