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El intendente de Pinamar da el ejemplo

Martín Yeza es el intendente electo más joven de la historia bonaerense. En 8 años, Pinamar vivió un intenso período de inestabilidad, crisis política, y corrupción. Periodista y político de 29 años, acaparó la atención al contar numerosas anécdotas tragicómicas que observó durante el traspaso de gestión. Ya con varias semanas de ejercicio en el cargo, se refirió al estilo de gobierno que busca imprimir.

 

“El principal dato es que tenemos un déficit operativo de 6 millones de pesos mensuales. En la gestión saliente, durante el mes de noviembre, el 91% de la recaudación se fue en sueldos. Es una cifra bastante alta, cuando Pinamar siempre fue autónoma”, comenzó informando Yeza.

 

“Lo que más me sorprendió para mal fue el estado de desidia. Teníamos internet y las líneas de larga distancia cortadas, faltaba mobiliario, y en mal estado los vehículos de la Municipalidad. Para bien, me sorprendió encontrar a los empleados municipales como mis principales aliados para poner a Pinamar en pie de cara a la temporada”, acotó el flamante presidente de la Comuna costera.

 

“El primer día de gestión solucionamos lo de internet y las líneas telefónicas, además de la relación con todos los proveedores que estaba rota. El problema más estructural es el de la recaudación de impuestos, que hay que mejorarla y que se rompió por la falta de confianza de los pinamarenses en las últimas intendencias. Además, Pinamar está desarrollada al 55 por ciento, venimos de un fuerte proceso de inestabilidad institucional que hizo que las inversiones se detuvieran”, precisó.

 

“Entre los primeros cambios que hicimos fue reducir mi sueldo, publiqué mi agenda en internet y hasta abrí las cortinas de mi despacho. La idea es que la municipalidad deje de funcionar a puertas cerradas y esté cerca de la gente. Una de las medidas de mayor impacto fue la prohibición del lanzamiento de pirotecnia. Con ese presupuesto, triplicamos el financiamiento el programa de colonias de verano para que los trabajadores pinamarenses atiendan mejor a los turistas”, añadi´p Yeza.

 

Respecto a por qué redujo su salario, consignó: “El intendente de la gestión anterior llegó a cobrar un sueldo de entre 235 y 260 mil pesos por mes. En mi caso, eliminé los viáticos y gastos de representación y reduje el salario al mínimo legal posible, que está cercano a los 70.000 pesos. Es una señal y un gesto importante que había que enviar a la ciudadanía, porque el sueldo anterior era inmoral. De todas maneras, el problema acá era que se volvió consuetudinario la plata por izquierda que ganaban los intendentes”.

 

En lo relativo a cómo está la corrupción en Pinamar, indicó: “Es una de las municipalidades más icónicas de la Argentina en cuanto a la corrupción. En las primeras semanas, más de un empresario pensaba que al intendente lo tenía que llamar y ofrecerle cosas. Yo estoy con los tapones de punta contra la corrupción y voy dejando en claro que se abrió un nuevo proceso político. Algunos se tiraron a la pileta y se dieron cuenta que se quedó sin agua. La corrupción no es solo una cuestión de la política, si no de parte del empresariado. Así como está cambiando la cultura política, tiene que cambiar la cultura empresarial. Algunos tienen publicidades muy lindas en Pinamar pero son unos terribles coimeros. Incluso, hay muchas marcas que se han ido por todas las cosas que les pedían por izquierda. La corrupción era endémica”.

 

Sobre las medidas tomadas con los empresarios de la noche pinamarense, expresó: “Lo que hicimos fue reunirnos con los dueños de bares y boliches y le dijimos lo que íbamos a hacer. Pinamar este verano va a tener un paseo nocturno, vamos a peatonalizar las zonas aledañas a boliches para que no se pueda ingresar con autos, que lo usan para poner música con volumen alto y hay muchas quejas de los vecinos. También habrá puestos de enfermería para asistir a los chicos que se exceden en alcohol e incluirlos luego en un programa de concientización del consumo”.

 

Finalmente, sobre si reafirma la asociación de Pinamar como un balneario VIP, exclusivo y de gente de elevados ingresos, dijo: “Pinamar es una ciudad para la gente que busca vivir con estilo. Creo que eso no necesariamente tiene que ver con una cuestión económica, sino con una actitud. Tenemos oferta gastronómica, cartelera cultural y eventos deportivos. Esta temporada va a ser muy atractiva, además de los espectáculos que tenemos todos los años como los partidos de polo, de rugby y algunos challengers de tenis. Mantenemos una agenda viva que está más vigente que nunca”.