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El Gobierno de Entre Ríos se pronunció respecto a la sanción de la ley de Prevención y Control de Resistencia a los Antimicrobianos

Días atrás quedó promulgada en Argentina la Ley Nº 27.680 de Prevención y Control de Resistencia a los Antimicrobianos. En tal sentido, desde el Ministerio de Salud de Entre Ríos destacaron los puntos más importantes y explicaron la posición de la provincia respecto a la nueva normativa vigente.

A partir de la sanción en nuestro país de la Ley Nº 27.680 de Prevención y Control de Resistencia a los Antimicrobianos, el Ministerio de Salud de Entre Ríos se pronunció respecto a la nueva normativa vigente. De esta manera, se explicaron los puntos más importantes y la posición de nuestra provincia al respecto. Además, se hizo una revisión en torno a la necesidad de una ley en esta materia que se remonta a principios del siglo XX.

El director del hospital San Martín de Paraná y microbiólogo clínico, Carlos Bantar, mencionó que Entre Ríos es pionera, a través de la experiencia de dicha institución, en el servicio de Control de Infecciones, el cual fue creado orgánicamente en mayo de 2005 pero tiene su origen en 1999 y cuenta con un plan de uso apropiado de antimicrobianos dentro del establecimiento.

Se trata del único de Argentina que cuenta con un servicio de estas características, ya que, en la mayoría de los hospitales en el país y en Latinoamérica, existen comités formados como su nombre lo indica, pero no un servicio que, específicamente, se dedique al control de las infecciones y al uso apropiado de los antimicrobianos.

En esta línea, Bantar señaló: “Tenemos a favor el recurso humano, porque contamos con infectólogos formados en la mayoría de los lugares de la zona definida de la red sanitaria provincial, entonces podemos instrumentar ese plan en los hospitales de referencia y áreas de influencia. En esta línea, se está trabajando con la Dirección General de Epidemiología en el diseño de un plan de acción a corto, mediano y largo plazo, para lograr la adaptabilidad de la ley en lo que respecta a un control del uso de antimicrobianos dentro de los hospitales”.

Asimismo, agregó: “Es probable que luego se deriven planes de acción referentes a lo que es el expendio de antibióticos en la comunidad, y eso se hace a través del control de la red farmacéutica y se hará con los estamentos correspondientes”.

Puntos importantes de la ley
En cuanto a la autoridad de aplicación de la ley, le corresponde al Poder Ejecutivo nacional determinarla, coordinando su accionar con las autoridades jurisdiccionales competentes y los organismos con incumbencia en la materia.

En referencia a los puntos más destacados de la normativa, se pueden mencionar:
– El control del expendio del antibiótico. Ahora, la ley exige que la receta sea doble, archivada, tenga los datos y control de matrícula, y que ninguna persona pueda obtener de una farmacia un antimicrobiano sin la receta correspondiente que acredite que alguien evaluó la situación médica que requiere un tratamiento antimicrobiano.
Por ejemplo, esto evitará que una persona concurra a una farmacia relatando el síntoma a quien esté al frente (que no siempre es un farmacéutico) y que allí se le expenda un antibiótico en función de la dolencia, y lo haga alguien que no es médico. Esto suele ser muy frecuente con las afecciones respiratorias.

– Otra situación importante que aborda la ley, también relacionada con el expendio, tiene que ver con la cantidad provista en cada presentación. Muchos antimicrobianos contienen cierto número de comprimidos (en caso de ser administrado por vía oral) que, a veces, no son suficientes para los días de tratamiento que la infección requiere (la importancia radica en que los tratamientos incompletos pueden ser causa de selección de resistencia antimicrobiana). Contrariamente, si estas cápsulas están en exceso, la persona podría conservarlas y, en caso de presentar síntomas similares a los que tuvo anteriormente, ingerir esos antibióticos y automedicarse o compartir la medicación con otra persona.

– En la misma línea que el punto anterior, la normativa regula el expendio de muestras gratis que se le otorgan a los prescriptores, ya que muchas veces no contienen los comprimidos necesarios para cubrir la totalidad de un tratamiento. Por lo tanto, en esos casos, también constituyen un riesgo de dispensión de antibióticos no regulada.

– Otro hecho novedoso es que promueve el trabajo interdisciplinario entre los ministerios de Salud y Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación. En este aspecto, se destaca que los antibióticos no solo se usan en humanos, sino también en animales que terminan relacionándose con los humanos (crianza de aves, el tratamiento de la mastitis bovina) donde se genera una interrelación entre la persona y la fuente de contagio de bacterias resistentes generadas en animales y bacterias humanas.
Más aún, los elementos de resistencia genéticos pueden ser transferidos de una bacteria de origen animal a una bacteria colonizante en el humano. Por lo tanto, es importante abordar también el uso inapropiado de antimicrobianos en animales.

– Finalmente, a través de la ley se crea la Comisión Nacional de Control de la Resistencia a los Antimicrobianos (Conacra), multidisplinaria, a fin de abordar el Plan Nacional de Acción para la Prevención y Control de la Resistencia a los Antimicrobianos y las Infecciones Asociadas al Cuidado de la Salud. Además, promueve el control de las infecciones intrahospitalarias.

Surgimiento de la ley
Por último, al referirse a este aspecto, Bantar aseguró: “Esto surge a raíz de un problema histórico que data de la aparición de los antibióticos. En el mismo momento en que aparece el primer descubrimiento importante en la historia de los antibióticos en la medicina, que es la penicilina, nace la emergencia de bacterias resistentes y empieza la preocupación por la relación entre esa selección de resistencia y el uso de los antimicrobianos”.

Además, agregó: “Hay un concepto muy importante a tener en cuenta, y es que los antimicrobianos son drogas dirigidas hacia todos los microbios que son parásitos, hongos, virus o bacterias, y los antibióticos históricamente apuntaron a combatir las bacterias. Entonces, en general, uno habla de antimicrobianos, pero el grueso de éstos los ocupan los antibióticos dirigidos contra las bacterias, es decir, los antibacterianos”.

El especialista sumó también que, siempre que se debe lidiar con algún tipo de bacteria, se está combatiendo la flora normal que coloniza a alguno de los seres vivos, algo que sucede en animales y en seres humanos. “Lo que hay que tener en claro es que la bacteria no reacciona frente al antibiótico con una mutación por recibirlo, sino que ya preexiste mutada y lo que hacemos es seleccionarla con el uso del antimicrobiano o antibiótico. Por lo tanto, uno de los mayores problemas en la selección de la resistencia bacteriana es el uso de los antibióticos y es uno de los puntos a atacar”, mencionó el director del hospital San Martín de Paraná.

En esta línea, referenció que la problemática del uso inapropiado tiene rasgos históricos, dado que estas drogas inicialmente fueron catalogadas como milagrosas por ser capaces de erradicar una enfermedad, ya que una persona puede volver al estado de bienestar previo a cuando estaba enfermo.

Seguidamente, Bantar especificó: “El resultado de esto es que la resistencia a los antimicrobianos termina siendo un efecto adverso que genera un daño en el paciente, porque la problemática es que la persona se infecta con estas cepas resistentes y uno no tiene opciones terapéuticas para tratarlas. La manera de recuperar esas opciones es disminuir la presión de selección con el uso inapropiado de los antimicrobianos”.

Cabe resaltar que, en mayor o menor medida, hay actores involucrados que han contribuido a la generación de la resistencia antimicrobiana, como la automedicación por parte del paciente, la indicación de profesionales que no están habilitados para prescribir, la utilización de antibióticos en infecciones que no los requieren, la propaganda farmacéutica, entre otros.

“Eso hace que estemos hablando del flagelo de la resistencia antimicrobiana hace cientos de años y todavía no lo hayamos podido resolver. Esta ley es muy importante porque viene a intentar reglamentar una lucha que uno debe encarar en todos estos aspectos”, finalizó el microbiólogo clínico.

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