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El empresario Héctor Motta elogió la gestión de Bahl al frente de la Municipalidad de Paraná y cree que es el mejor candidato a gobernador

Héctor Motta, titular del grupo avícola que lleva su apellido, afirmó que el candidato de Más para Entre Ríos, Adán “Beto” Bahl será el nuevo gobernador de la provincia por su preparación y porque tiene para mostrar la gestión en la capital provincial que era hace cuatro años “un desastre”, algo que el actual intendente logró recomponer.

Sobre las propuestas de una salida a la crisis económica de una manera fácil y sencilla a través de la dolarización, advirtió: “Hay que tener cuidado con decir que el enfermo se cura rápidamente con un inyectable”.

Motta recordó que hace unas semanas “Bahl vino a visitarme en su calidad de aspirante a la gobernación. Cuando lo recibí dije que estábamos en presencia del nuevo gobernador por varias razones. Una porque conozco que desde la función pública, donde lleva más de 12 años, ha demostrado coherencia, capacidad en la gestión. Es muy pausado en la toma de decisiones y es una persona muy firme”.

“A veces cuando se buscan modelos, hay que tener algo que mostrar. Y los paranaenses saben que tenían una ciudad en estado de desastre y Bahl hizo una gestión que ha modificado este panorama. Hoy Paraná se volvió a embellecer, es transitable, hay espacios públicos u la costanera recuperó su brillo. Hay una gestión para mostrar”, subrayó.

Por otro lado, consignó que el candidato de Juntos por Entre Ríos, Rogelio Frigerio también es “una persona formada que conoce la gestión pública (pero) que no ha vivido permanentemente en Entre Ríos y creo que eso es lo que diferencia a uno del otro porque las capacidades son muy parejas”.

“Se debe rescatar a la clase media, que es el motor que moviliza la economía”

“No es hora de promesas fáciles, sino de decir de qué manera actuará el gobierno que viene y cómo lo hará. No puede seguir cayendo gente en la pobreza y se debe rescatar a la clase media, que es el motor que moviliza la economía. Debemos volver al concepto de que Argentina tiene solución, que es un país viable y que tenemos las condiciones naturales para poder lograrlo”, subrayó.

Dentro de estas ventajas comparativas, señaló el gas, el litio y la producción de alimentos.

Con respecto al escenario político nacional, afirmó que existe una propuesta clara por parte de Sergio Massa, actual ministro de Economía y candidato a la presidencia por el oficialismo, quien “continuaría con la política de mayor impulso a la producción. Sin desarrollo no vamos a ningún lado”.

En el extremo opuesto “está Javier Milei. proponiendo reimplantar el liberalismo total y la política económica de que el que es fuerte es más fuerte y el más débil, más débil. Esto lo debe pensar el ciudadano”, alertó.

En el medio “quedó Patricia Bullrich con una mixtura de lo que propone Massa y de lo peligroso que plantea Milei”, sintetizó.

“Estamos en un dilema donde la sociedad debe sacar la pasión o el entusiasmo que puede provocar el discurso de cualquiera de los candidatos y meditar fríamente cuál es la conveniencia, ver lo que se ha hecho. Es muy difícil evaluar estos cuatro años de gobierno. El presidente (Alberto Fernández) ha tratado de mantener el timón del barco dentro de las debilidades con las cuales se encuentra. Hay que hablar seriamente de los temas. No hay que mezclar el cholulaje con las cosas importantes”, reseñó. Al respecto, destacó la inversión en obra pública, principalmente en escuelas, hospitales y rutas.

“Ir a una dolarización implicaría que el pobre sea más pobre y el rico sea más rico”

En cuanto a la posibilidad de dolarizar la economía argentina, recordó lo ocurrido con la convertibilidad peso – dólar de los ‘90 y señaló las diferencias entre ambas etapas. “Siendo partidario del gobierno menemista, reconozco que la convertibilidad que impuso Domingo Cavallo tuvo como condición de posibilidad la privatización de muchas empresas del Estado, que equiparó el dinero que se necesitaba para mantener el uno a uno”, puntualizó.

“Hoy no quedan joyas de la abuela como para volver a un esquema de privatización. Por lo que ir a una (dolarización) ahora sería muy difícil, estaríamos en una situación muy despareja donde el pobre seguirá siendo pobre y tendrá imposibilidad de salir porque la movilidad se hace muy difícil”, alertó.

“Hay que tener cuidado con decir que el enfermo se cura rápidamente con un inyectable. Hay un tratamiento que debe ser el adecuado para la economía. Es a mediano y largo plazo. Hay que decirle la verdad a la gente”, completó.

Motta, al referirse a la realidad nacional, diferenció los aspectos económicos y productivos. Sobre el primero, aseveró que es “difícil, porque en los últimos cuatro años no hemos podido amortizar un solo peso de la deuda que se tomara”, durante la administración de Mauricio Macri, sentenció. “Este costo de refinanciación no hace más que encarecerla y ponernos frente a una encrucijada difícil de superar”, acotó.

“Vamos a tener que ir nuevamente a una renegociación con el FMI y a plantear, racionalmente, que Argentina necesitará de 15 a 20 años para saldar la deuda. De lo contrario, seguiremos sumergidos en la pobreza”, apuntó.

Maldita sequía

En el campo productivo, sin embargo, se han fortalecido industrias que estuvieron paradas. “Se reactivaron y se generaron nuevos emprendimientos. Cuando veníamos con el embalaje fuerte para salir a vender al mercado interno y mundial, nos azotó la tremenda sequía y la Argentina dejó de percibir alrededor de 25 mil millones de dólares por exportaciones que era un capital muy importante para sostener el andamiaje económico y social del país”, describió.

Esto llevó a que exista “un índice de pobreza muy elevado y una inflación desbocada que tiene una única manera de pararse, desde mi punto de vista, que es haciendo contención de gasto en el Estado, algo que el Gobierno actual está haciendo, y realizar un blanqueo de capitales para conseguir una oxigenación y volcarla a lo social”, propuso.

Asimismo, sostuvo que la forma de salir del esquema de planes sociales es a través de la producción que genera “trabajo genuino”. Pero esta transformación “no se consigue en cuatro años de gobierno. Se necesitan por lo menos 12 años, tres gobiernos consecutivos con políticas similares para crear esos puestos de trabajo que nos están haciendo falta”, señaló.

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