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Dólar más barato en Uruguay: ¿Tan fácil es operar?…

Una nueva tendencia económico-financiera descubierta por sagaces “hombres de números” argentinos sorprende al Mercosur. Se combina trabajo con placer regalándose un fin de semana en Colonia. En síntesis, vacacionan un “finde” y adquieren dólares baratos.

 

La estrategia es la siguiente: sacan un pasaje en Buquebús (el más accesible, el que tarda tres horas, se puede conseguir con anticipación por 400 pesos ida y vuelta, mientras por 550 pesos se logra un ticket en el buque rápido de una hora y cuarto) y se suben con todas las tarjetas de crédito que tienen.

 

Incluso, llevan las de sus familiares y amigos. Apenas llegan a puerto, cumplen con su misión: ir al cajero automático para sacar dólares, lo que en la jerga se llama “adelanto en efectivo”, que tiene un máximo de hasta el 20 por ciento del límite crediticio de una persona por mes, aunque varía según el banco: algunos lo bajaron al 15 por ciento y otros al 10 por ciento, mientras hay entidades que ponen un máximo de 1.500 dólares mensuales.

 

Según publicó El Cronista, una persona que tiene un sueldo en blanco de diez mil netos y no posea ninguna deuda con el sistema financiero, puede conseguir que su banco le otorgue hasta siete sueldos. Y puede ir a otro banco donde tenga una tarjeta con tres sueldos más, de modo de completar cien mil pesos.

 

El 20 por ciento de esta cifra equivale a veinte mil pesos, por lo tanto podrá extraer del cajero casi cuatro mil dólares, ya que se hace a cambio oficial. Pero como el cajero cobra 5 dólares por transacción, y la tarjeta un 40 por ciento anual de financiación por el adelanto, lo termina dando un dólar de 6,40 pesos, lo que representa 30 por ciento más barato que el blue, que vale 8,27 pesos.

 

Pero la ganancia es doble porque quienes hacen esto a menudo tienen todos los datos: por lo tanto, se fijan cuándo les vence la tarjeta (para poder tener doble extracción, al mes siguiente) y saben que el cierre ocurre diez días antes.

 

Si de ingenio se trata, al argentino no le gana nadie: hay un tercer factor para hacer de esto un gran negocio. Quienes hacen esta operatoria con frecuencia piden dólares a la AFIP, que les otorga 80 dólares diarios para comprarlos a precio oficial, con lo cual el negocio pasa a ser redondo. Claro, hasta que la AFIP lance una nueva normativa para impedir este tipo de procedimientos.