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Culebrón Gobierno-Fibertel: ¿Quién miente?

Luego de que Fibertel y el Gobierno hicieran una muy diferente interpretación del primer fallo judicial que se refiere a la caducidad de la licencia de la empresa, cada uno tomándolo como un respaldo a su posición, ambas partes volvieron a polemizar ayer sobre la disponibilidad de proveedores alternativos a Fibertel en caso de que la compañía finalmente tenga que dejar de dar su servicio de conexión de banda ancha a Internet.

El ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, insistió en que “hay más de 400 empresas en condiciones de prestar servicios similares a los de Fibertel”. Por eso consideró: “Hay alternativas para elegir menores precios y la misma o mejor calidad”.

Pero Cablevisión-Fibertel, a través de una solicitada (que se publica hoy en la Pág. 17), dijo que el Gobierno induce al engaño “al señalar a posibles proveedores alternativos, muchos de los cuales son inexistentes, otros no operan en Internet y la gran mayoría son subsidiarias de las grandes telefónicas”.

Fuentes de la empresa dijeron a LA NACION que esos proveedores “no están en posición de absorber más de un millón de nuevos clientes”, y que hacerlo les llevaría no menos de dos o tres años. “A las principales empresas de banda ancha de la Argentina les llevó más de diez años tener las redes que hoy tienen para brindar conexiones a sus, a lo sumo, un millón y medio de clientes actuales”, afirmaron.

Ayer por la mañana, en declaraciones a Radio 10, De Vido, en cambio, mantuvo sus argumentos: “Fibertel está prestando este servicio trucho en 135 localidades de la Argentina, cuando hay 2600 municipios, sociedades de fomento y comunas en todo el país”. Y agregó: “Ahora hay 90 días hábiles desde el dictado de la resolución [para optar por otros prestadores], pero igualmente vamos a explicarle al juez [Alfredo López, que pidió al Gobierno y a Fibertel garantizarles a los usuarios que no se queden sin servicio] que es un tiempo referencial; si es necesario, se hará alguna modificación para proteger al usuario”.

Las fuentes de Cablevisión-Fibertel, en cambio, fueron terminantes: “Ninguna de las alternativas a Fibertel planificó, por ejemplo si se dividiera en dos la cartera de clientes, incorporar de golpe 500.000 usuarios. No sólo se requieren fuertes inversiones, sino que hay que comprar tecnología en el exterior, instalarla y probarla sobre el terreno”. Para los voceros, “esto es pretender apagar el 25% de la red de Internet que hoy tiene la Argentina sin que afecte gravemente la calidad del servicio”.

En Fibertel también hicieron hincapié en las ventajas de la tecnología propia, el cablemódem, en comparación con la modalidad de ADSL, que es la que tienen Telecom y Telefónica. “El cablemódem tiene la ventaja de que la velocidad de los datos no depende de la distancia entre el usuario y la central desde donde se realizan las transmisiones”, resumieron.