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Copa Argentina: una de cal y otra de arena…

Lo de Sionista en la Copa Argentina fue dignísimo. Sí, no ganó ni un partido, pero batalló con inmensa actitud aún ante la adversidad de sufrir varias lesiones. La competencia crece, pero debe corregir su programa.

Antes la Copa Argentina era una especie de mero compromiso y el presentarse para ver qué sucedía, en especial para los clubes de “A”, pues los del TNA en su mayoría siempre desearon dar el batacazo y ser sorpresas ante los de la élite.
Pero año a año pasó a ser un interesante desafío de pretemporada y ya tiene Marca Registrada dentro del calendario de diez meses contractuales de las entidades.

Lo que debe repensarse, invita a una reevaluación, se vincula a los kilómetros recorridos y/o las vías de transporte pues tanto ajetreo va teniendo sus consecuencias.
No estaría mal analizar que la 1ª Fase también sea por licitaciones, así se juega, regionalizada y se evitan acumulaciones de trayectorias surcadas. Como en la 2ª y en la 3ª no solo pese la inversión económica de quien anhela organizarla sino en especial su origen y mediante qué vía van a arribar y partir las delegaciones.

Ojo… Sionista no fue la excepción. La mayoría de los elencos sufrió en cada ronda bajas y al final termina siendo un handicap para las instituciones que culminan en el primer asalto y luego tienen ensayos amistosos livianos sin periplos desgastantes.
Sin ir más lejos, meditemos cómo va a llegar el team de Svetliza a Corrientes y a Formosa para las dos fechas iniciales de la temporada…

Reiteramos… La Copa Argentina creció, pero no puede ser que crezca bajo el influjo del sacrificio, del esfuerzo magnífico de los jugadores y entrenadores que ponen en riesgo sus físicos, o de los mismos clubes que por un torneo sin rédito extra (ejemplo: clasificar con él para una Copa Internacional) pueden comprometer el futuro deportivo y en sí económico relativo a la meta que se trazó a priori.

La última caída paranaense

Al derrotar a Sionista, y con el resultado posterior entre marplatenses y santiagueños, el “Mens sana” patagónico logró un histórico segundo lugar en la competencia. El campeón fue el equipo de Santiago del Estero, que cayó ante Peñarol de Mar del Plata 77-73, en el partido que cerró el certamen jugado en el Gimnasio Municipal n° 1 de Trelew.

A pesar de haber vencido a Juventud Sionista de Paraná por 81-66, ese triunfo no le alcanzó a Gimnasia y Esgrima de Comodoro Rivadavia para quedarse con el título de la Copa Argentina, objetivo que logró Quimsa de Santiago del Estero, que pese a perder 77-73 ante Peñarol de Mar del Plata -habían empatado en 65 el tiempo regular-, le alcanzó para quedarse con el título.

Esa caída frente al ‘Milrayitas’ le dio automáticamente a Quimsa el título de esta 8ª edición. Gimnasia tenía chance de campeonar, siempre y cuando Peñarol le ganaba a Quimsa por 13 a 17 puntos de diferencia. Sin embargo, Quimsa, que resignó su invicto, se quedó con toda la gloria.

El primer tiempo completo fue parejo aunque Gimnasia manejó alguna leve ventaja en el tanteador, que se justificó más en el primer cuarto que en el segundo. En líneas generales salió un tiempo entretenido.

Sin Cequeira, sin Martínez y sin Fioretti los tres lesionados, Svetliza decidió que su media cancha sea rápida, con Ramiro Iglesias y Patricio Rodríguez, mientras cambiaba con el juvenil Bergel y llegó a ponerse arriba 10-9 con un triple de Marshall que volvió a luego de no haber jugado el día anterior, también por lesión, la cual en realidad no estaba superada pero la emergencia obligó a ponerlo pese a sus molestias lumbares.

Gimnasia reaccionó con un buen juego de pases, alimentando a sus internos Rollins (8 pts) y Romero (5) o aprovechando la mano caliente de Gary Buchanan (8). El primer cuarto se planteó de goleo alto y se lo llevó el verde por 26-23. En Sionista Curtis Marshall con 8 pts lideraba la ofensiva.

En el segundo segmento Gimnasia tardó tres minutos en convertir, no obstante Sionista apenas redujo la ventaja 25-26. Un triple de Nico De los Santos puso fin a la sequía. La anemia ofensiva de los paranaenses se hizo importante. Aaron Williams, Daniel Hure habían construido una sólida defensa, pero en ataque se mostraban imprecisos e ineficaces.

De todos modos la paridad continuó (33-33) Hasta el partido se abrió con un sprint de tres minutos a todo gol. Aparecieron los triples de Gimnasia (7/11 en el primer tiempo) de la mano de Miner, Buchanan, más un doble de Romero para que el primer tiempo se vaya para el “Verde” 45-37.

En el segundo tiempo, Gimnasia siguió ampliando la diferencia, con un juego atiltado, una soberbia defensa y con aciertos de tres puntos, donde se destacó el ingreso del juvenil Martín Miner, quien fue el goleador del partido con 16 puntos.

También colaboró para el triunfo Rollins (14 puntos, 7 rebotes y 1 tapa), el ala pivote Diego Romero aportó 10 tantos y 3 asistencias), y Gary Buchanan terminó el encuentro con 13 conquistas.

Los últimos 15’ fueron jugados por sustitutos. Fue momento para lucimiento de Nicolás De los Santos (7 asistencias), José Alessio (8 rebotes) y las bombas que determinaron 11-21 en triples.
Del otro lado, el 21-61 en tiros de campo para Sionista no resiste mucho análisis. Apenas algo de Aaron Williams y mucha esperanza para recuperar a sus lesionados y encarar el campeonato con fe, tras ser finalista en el torneo pasado.

Gimnasia -por las ausencias del rival- era favorito para ganar. Y lo hizo con un juego parejo en el que claramente tomó diferencias a medida que avanzó el reloj más allá de la hidalga, encomiable conducta de los entrerrianos.

El título quedó para Quimsa, segundo terminó Gimnasia de gran actuación, mientras que tercero finalizó Peñarol de Mar del Plata. Ultimo Sionista sin alegrías, pero con la certeza que dejó todo y hasta se tuvo que comer el garrón de quedarse un día más en Chubut por problemas de pasajes, algo que a priori, ya debería haber estado bien organizado desde la propia AdeC y/o plaza licitadora.