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Clausura de AFA: mandó el “Taladro” al “Diablo”

Luego de dos derrotas consecutivas, Independiente derrotó como visitante a Banfield por 3-1 y alcanzó a Estudiantes en la punta del campeonato. River se acordó de ganar (2-1) y justo a Godoy Cruz que zafó del descenso por el triunfo tucumano. Estudiantes se impuso por 2-1 a Tigre, en Victoria, y manda en el campeonato junto con Independiente. Atlético Tucumán, amén del regalito al Tomba, dejó a Chacarita en llamas venciéndolo por 2 a 1.

Y una noche volvió ese Independiente ganador de Américo Gallego, ese que se había subido en soledad a la punta del campeonato, que rápidamente había sacado chapa de gran candidato y que en un parpadeo había quedado a merced de otros resultados luego de dos derrotas seguidas. El Rojo superó 2-1 a Banfield, cortó una sequía de siete años sin ganar en el Florencio Sola, brilló por momentos y otra vez tuvo en Gabbarini a un jugador clave.

El conjunto conducido por Américo Gallego formó rápidamente una buena sociedad en el centro de la cancha con Piatti y Gracián, aunque el más activo en los primeros minutos fue Núñez, quien probó al arco en dos ocasiones pero sin suerte. Al Taladro, en tanto, le costó armar juego y no logró hacer pie ante la constante presión de su rival.

La visita consiguió desequilibrar tanto por derecha, con Piatti, como por izquierda, con la constantes subidas de Mareque y los arranques de Mancuello. Por eso no tardó en generar chances claras sobre el arco de Lucchetti. A los siete minutos, Silvera cabeceó esquinado y el uno controló abajo. Y a los nueve, el Cuqui se lo perdió abajo del arco ante la marca de Maidana.

El Rojo estaba merodeando el área del Taladro, pero no podía reflejar su buen juego en el marcado. Finalmente, cuando había bajado un poco la intensidad y el local se había acomodado, llegó el primero: a los 21, Piatti la puso en el área chica, falló Maidana, el balón rebotó en López y Silvera la empujó.

A Banfield todo le costaba muchísimo, porque no llegaba con sus laterales, porque Erviti estaba desaparecido y porque el rival era superior. Sin embargo, el local apretó el acelerador de golpe y comenzó a llegar sobre el arco de Gabbarini. A los 33, James Rodríguez cabeceó en el punto del penal y el arquero visitante sacó del ángulo una pelota que parecía imposible.

¿Merecía la igualdad el equipo de Falcioni? No, porque el Rojo era mejor. Sin embargo, Erviti frotó la lámpara a los 35, metió un pase bochinesco y Ramírez, sólo frente a Gabbarini, decretó el empate con un potente remate. Pero un minuto más tarde, Silvera sacó del círculo central, Gracián la recibió, se acomodó, le dio y se la metió por arriba a un desconcertado Lucchetti. Golazo del Tanito para el 2-1.

Independiente se retrasó algunos metros ya en el inicio del complemento y trató de aprovechar los espacios en el fondo del local, que se adelantó en busca del empate. A los 12 casi sentencia las acciones: tras una muy buena jugada colectiva de derecha a izquierda, Núñez disparó y Lucchetti salvó abajo. Banfield apostó sobre todo a las pelotas aéreas y realmente puso en aprietos a la defensa visitante. A los 17, López saltó solo en el punto del penal y cabeceó a las manos de Gabbarini.

Pese a esta presión, el Rojo jugaba mejor y manejaba muy bien la pelota desde los pies de Piatti, la figura del partido. Pero pese a tener espacios, no lograba generar situaciones de peligro. El partido estaba planteado de los dos lados: el Rojo buscaba defenderse y salir rápido, mientras que Banfield jugaba desde la zurda de Erviti y apostaba por algún frentazo salvador.

Justamente, sobre la hora, Fernández ganó de arriba en el área y Gabbarini, otra vez pieza clave para el triunfo, la sacó al córner de manera formidable. Y cuando parecía que lo empataba el local o terminaba así, Fredes ganó una pelota que se iba, la tiró atrás y Núñez decretó el 3-1 definitivo con un tremendo zurdazo.

Godoy Cruz perdió la punta pero se aseguró una temporada más en Primera

El Tomba salió decidido en el Monumental desde el arranque. La Nueva fórmula de Angel Cappa parecía hacerse dueño del match pero los del Turco no se quedaron atrás y por eso equilibraron la contienda.

Cuando parecía que todo era de River, apareció Federico Higuaín a los 32’ y puso el 1 a 0 inesperado para casi todo un Monumental que pedía ver a un nuevo River y que no ofreció más que la peor versión de Astrada.

Se fueron los primeros 45 minutos y el Tomba hacía bien las cosas. Pero el segundo tiempo fue catastrófico para hasta esta fecha uno de los punteros del campeonato.

El Millo le tiro el peso de su historia con una  buena intervención de Buonanotte, quien ingresó cuando promediaba el segundo tiempo, para hacer de este pálido River, un conjunto un poco más dinámigo y por momentos peligroso.

Cuando River se venía, un buen desborde dejó sólo a Ortega para que la pechara y pusiera el 1 a 1. El orden táctico de Godoy Cruz ya no parecía adueñarse del juego y a los dos minutos un yerro tremendo entre Olmedo y Curbelo le dejó la posibilidad a Ferrari para poner cifras definitivas.

No son todas malas porque gracias al triunfo de Atlético Tucumán, el Tomba se aseguró una temporada más en Primera y de ahora en más todo es yapa.

Esta vez el Tomba no ligó, desperdició jugadas que podrían haber definido el pleito, y como reza una frace vieja del fútbol, cuando no marcas en le arco rival, esos goles los terminas pagando en tu propio arco.

Estudiantes ganó otra vez y trepó a lo más alto

Estudiantes dio ante Tigre, en Victoria, un nuevo paso en su objetivo de pelear el Torneo Clausura hasta las últimas instancias. Venció por 2-1, con ratos de muy buen fútbol y una buena cuota de sacrificio, y es líder junto con Independiente.

La primera media hora fue una nueva exhibición del equipo de Sabella, como de costumbre, como en la semana ante Racing. Con un mediocampo de muy buen pie, que monopolizó la pelota, no tardó en llevar peligro contra el arco de Islas. A los dos minutos el arquero debió esforzarse para ahogarle el grito a Enzo Pérez, y a los ocho, tras un córner desde la derecha, Leandro Desábato se le escapó a Fontanello y con un cabezazo bajo marcó la primera diferencia.

Aunque iban pocas vueltas de reloj la diferencia era justa. La diferencia Tigre, un equipo que puede ganar, empatar o perder con cualquiera; y Estudiantes, un conjunto aceitado a la perfección y que sueña a dos puntas, con el campeonato local y la Copa Libertadores. Pese a que el Matador pudo empatar con un cabezazo de Choy González que devolvió el travesaño, fue el visitante el que volvió a golpear, esta vez por intermedio de José Sosa, quien desairó a Claudio Pérez y tocó desde el piso contra un palo. Iban 26 y ya había olor a goleada.

Sin embargo, antes del cierre el equipo de Caruso se pudo adelantar unos metros y con el Chino Luna como abanderado complicó Orión. El propio ex Racing remató al travesaño y en el rebote Blanco tiró un centro que Marcos Rojo mandó de cabeza contra su propio arco. Con el 2-1 empezaba otro partido.

El ingreso de Botta por Blanco le dio mayor presencia en tres cuartos a Tigre y el juego se equilibró. El local tenía un poco más la posesión del balón, pero carecía de pimienta adelante, más allá de las ganas de Luna, y casi no inquietó a Orión. El visitante, apostaba a una contra, pero en la primera que tuvo Leandro González sacó un tremendo derechazo que pegó el poste. Después el Pincha no llegó más, pero tampoco le hizo falta: ya tenía el resultado y la punta en el bolsillo.

Atlético Tucumán le ganó a Chacarita y todavía sueña

Atlético Tucumán venció 2-1 a Chacarita en el estadio Diego Maradona, cosechó su primer triunfo en el torneo Clausura y sueña con quedarse en Primera, pese a que sigue en zona de descenso directo junto a su rival de turno. La hinchada local descargó su bronca con los jugadores.

En un primer tiempo friccionado, el Decano fue más que el Funebrero, pero no consiguió quebrar el cero en el marcador. Manejó la pelota con cierto criterio, buscó los espacios de tres cuartos de cancha hacia delante y generó las mejores ocasiones de gol, sin embargo, no pudo vulnerar a un Tauber que se mostró seguro en cada intervención.

El equipo de Mario Gómez exhibió desde el primer minuto de juego su deseo de ganar el partido, mientras que al conjunto de Navas lo superó el entorno de un duelo clave por la permanencia. Recién en el tramo final de la primera etapa, el local encontró el balón y se arrimó al arco defendido por Ischuk.

La visita fue perjudicada por el árbitro Pompei, quien a los 37 no sancionó un claro penal de Sciorilli a Vargas. Tres minutos después, acertó, a instancias de uno de sus líneas, al anular un tanto de Gigliotti en posición adelantada.

En el complemento, Chacarita salió con otra actitud y de entrada casi marca por intermedio de Centurión. Luego, Navas mandó a la cancha a Zarif y Pisano, quien entró bien en el partido y a los 17 tuvo una cancha clarísima para abrir el resultado, pero remató alto.

En el mejor momento del Funebrero, llegó el gol de Atlético Tucumán. Iban 22 cuando Gigliotti le ganó la posición a Pereira sobre el lateral izquierdo, se metió en el área y definió ante el achique de Tauber. El Tricolor casi iguala a los 30 con un cabezazo de Pereira que rebotó en el palo derecho, sin embargo, dos minutos más tarde cayó el segundo tanto de la visita: Gigliotti habilitó a Blanes, quien ingresó en el segundo tiempo y liquidó la historia.

El equipo de San Martín, herido en su orgullo, no bajó los brazos hasta el último segundo y logró descontar gracias a un buen zurdazo de Avalos, aunque no le bastó para evitar una nueva derrota y complicar aún más su permanencia en la máxima categoría del fútbol argentino.