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Clausura de AFA: condena tucumana

Atlético Tucumán y Rosario Central igualaron 2-2 en El Jardín de la República: el “Decano” se fue al descenso y el “Canalla” perdió terreno en su lucha por salir de la Promoción. Boca Juniors se impuso a San Lorenzo por 2-0 y se alejó del fondo de la tabla. Argentinos Juniors derrotó como local a Gimnasia por 3-1 y quedó como único escolta a un punto de Estudiantes. Racing superó 2-0 a Banfield y estiró la ventaja sobre Central y Gimnasia en la lucha por evitar la Promoción.

Si ganaba Atlético Tucumán tomaba aire en su búsqueda del milagro para salvarse del descenso, si festejaba Central mantenía la distancia con Racing en su lucha por salir de la Promoción. Pero un empate sí que garantizaba caras largas de ambos lados. Por eso, el 2-2 que protagonizaron en Tucumán fue un mal negocio para ambos aunque sobre todo para el Decano, que con el aliento de su gente como telón de fondo se condenó a pasar la próxima temporada en el Torneo Nacional.

Los tucumanos arrancaron con el pie en el acelerador a fondo, empujados por su gente. De todas formas, antes de hilar un dominio sostenido, se encontraron con un gol madrugador: Emanuel Gigliotti se la abrió hacia la derecha a César Montiglio, quien mandó un centro para que, tras un rebote, Luis Rodríguez sacara un remate que llegó a tocar Hernán Galíndez sin evitar su destino de red.

Pero esa voluntad inicial de los de Mario Gómez empezó a flaquear cuando los rosarinos se pararon mejor en el mediocampo. Creció Matías Ballini y comenzó a asociarse con Gervasio Núñez para obtener más peso en tres cuartos de cancha. Este último fue el primero en apurar a Lucas Ischuk y, a los 20, llegó el premio para la visita: Milton Caraglio escapó por izquierda y mandó un centro fuerte para que Emilio Zelaya la empujara ante un sorprendido arquero.

Cerca del descanso, ya con un conjunto de Leonardo Madelón como claro protagonista, Núñez volvió a amenazar con un tiro libre desde la derecha que pasó muy cerca.

El comienzo del complemento fue a todo trapo en emociones. Caraglio eludió a Ischuk y Javier Páez salvó en la línea, y a los seis recibió la Pulga Rodríguez por derecha, paró la pelota con el hombro derecho y definió cruzado para el segundo. Sin haber hecho mucho, el Decano pasaba al frente y mantenía la ilusión.

Pero lo que siguió decretaría buena parte de su suerte. Rodrigo Herrera pisó a Santiago García mientras se incorporaba y se ganó la tarjeta roja (si no fue a propósito, pecó de extrema inocencia). La inferioridad numérica atentó contra la ambición de Atlético, que cedió pelota y arriesgó de más en lo sucesivo.

A los 12, Luciano Figueroa, ingresado por Ballini en el plan ofensivo de Madelón, habilitó con un lujo a Caraglio quien, recostado sobre la izquierda, definió bajo y a la red. El empate no hizo reaccionar a los locales, simplemente fue abriendo espacios para jugar con el correr de los minutos.

No obstante, ese tiempo que corría también empezó a hacerle sentir la mayor obligación a los tucumanos, que pensaron en el contraataque como la fórmula para ir por los tres puntos salvadores y después se volcaron del todo a la ofensiva. Así fue que Montiglio remató afuera en la más clara.

Sin embargo, aprovechando el creciente adelantamiento rival, Central lo perdió a través de Martín Rivero con un disparo desviado y un mano a mano en el que Ischuk se recompuso tras ir a cabecear un centro y en los pies de Núñez ATL TUCUMANmerced al arquero.

Finalmente, el tiempo se agotó y cumplió con los vaticinios: Central se fue disconforme por quedar emparejado con Gimnasia en Promoción y cada vez más lejos de La Academia, pero toda la tristeza era de Atlético por su destino sellado.

Boca se quedó con el clásico ante San Lorenzo

En el cierre de la 16ª jornada del campeonato Clausura, Boca superó por 2-0 a San Lorenzo, en un encuentro que se llevó adelante en la Bombonera. Matías Giménez y Martín Palermo convirtieron los tantos del Xeneize, que regresó a la victoria luego de su derrota ante Gimnasia. El Cuervo, por su parte, cayó después de sus buenos triunfos ante Independiente y Huracán.

El gol tempranero le simplificó el desarrollo del primer tiempo a Boca, que no tuvo inconvenientes en controlar a un San Lorenzo que únicamente tuvo en ataque la voluntad de Alejandro Gómez. Sin brillar, pero con orden y efectividad, el equipo conducido por Roberto Pompei se fue al descanso con ventaja.

No habían pasado tres minutos cuando llegó la apertura del marcador: córner desde la derecha ejecutado por Juan Román Riquelme, Matías Giménez anticipó a la estática defensa del Ciclón y metió un cabezazo que dejó a Pablo Migliore sin reacción y con la mirada fija en sus compañeros buscando una explicación.

A partir del tanto, Boca se mostró más peligroso en los metros finales, siempre dentro de un contexto muy pobre. Cristian Chávez tuvo el segundo tras una muy buena habilitación de Martín Palermo pero tapó bien Migliore y, luego, Ezequiel Muñoz volvió a ganar por arriba aunque su cabezazo pasó cerca del travesaño.

Sebastián Méndez mantuvo el 4-4-2 de los últimos encuentros, pero en esta oportunidad modificó los nombres y su equipo lo sintió en ofensiva. Es que Juan Manuel Torres ingresó en la mitad de la cancha, Papu Gómez fue arriba con Fabián Bordagaray y los dos delanteros, ninguno de área, quedaron completamente aislados del resto del equipo. De no ser por los intentos del ex Arsenal, quien se las ingenió en un par de oportunidades para llevar peligro, el arquero García hubiera pasado un primer tiempo con mucha tranquilidad.

Con el ingreso de Menseguez, Méndez buscó remediar el error inicial y San Lorenzo salió con otra actitud en el complemento, más allá de que nunca encontró claridad en ataque. Estuvo cerca de igualarlo dos veces, por errores ajenos: a los 7m, Palermo quiso despejar un córner y casi la mete en el primer palo y, a los 20m, Boca salió mal del fondo, Bordagaray la tiró a colocar y se fue desviada.

Después de un arranque dormido, el local volvió a emparejar el desarrollo y en cuenta pudo hilvanar una buena jugada en ataque llegó al segundo: a los 24m, Riquelme habilitó a Palermo y el Loco aumentó su historia goleadora en el club con un zurdazo potente. Luego, se produjo el abrazo tan esperado entre los dos ídolos del Xeneize, que otra vez dividieron a la Bombonera.

San Lorenzo fue sin ideas a buscar el descuento, que no consiguió (debieron darle un penal por mano de Gary Medel); Boca tuvo el tercero por Lucas Viatri y Riquelme, tampoco llegó. El Kily González se peleó con Román por una dura entrada, Migliore discutió con Medel, Luciano Monzón pegó una piña y Gabriel Favale decidió no darse cuenta de lo que pasaba. En definitiva, el resultado no se modificó, el equipo de Pompei regresó al triunfo y terminó con la racha de los de Méndez en los clásicos.

Argentinos avisó que dará pelea con un triunfo ante Gimnasia

Argentinos derrotó como local a Gimnasia por 3-1 y se convirtió en el único escolta de Estudiantes, a un punto de lo más alto en la tabla de posiciones. El Bicho sufrió para superar a un Lobo que extrañó la velocidad y la cuota de gol que en los últimos tiempos le garantizó el lesionado Marco Pérez.

El equipo que dirige Claudio Borghi se hizo dueño del encuentro desde el comienzo y tuvo varias situaciones antes de abrir el marcador. La gran tarea de Pablo Bangardino, reemplazante del suspendido Gastón Sessa -llegó a la quinta amarilla-, fue lo que prolongó el cero en el resultado.

En la primera chance no pudo Santiago Gentiletti, mientras que el arquero les ahogó el grito a Gustavo Oberman en un tiro libre y a Gonzalo Prósperi tras una gran acción individual. También le detuvo un remate a Ismael Sosa cuando Argentinos ya se había puesto en ventaja.

A los 25 minutos, Diego Abal sancionó una falta por empujón adentro del área de Hugo Iriarte sobre el Chuco y a los 27 lo transformó en gol Néstor Ortigoza. El mediocampista volvió a cumplir de penal, donde nunca falló en un partido oficial, con un derechazo cruzado a la derecha de Bangardino.

En el complemento, Gimnasia salió más decidido y tuvo tres alternativas claras para igualar las acciones. Sin embargo, Alvaro Ormeño se encontró con la resistencia de Nicolás Peric y Ariel Agüero y Rubén Maldonado no pudieron aprovechar sus chances y dejaron con vida a su rival.

De todas formas, y cuando el Bicho parecía volver a despertar, llegó la igualdad. El reloj marcaba los 22 minutos y el arquero local dio un rebote ante un latigazo desde afuera de Hernán Encina y el recién ingresado Lucas Castro sólo tuvo que empujarla para poner el empate parcial.

La reacción de los de Borghi no tardó en llegar y a los 24 se pusieron otra vez arriba. Un rebote dejó habilitado sobre la derecha a Gonzalo Prósperi, quien desbordó y mandó un centro atrás que Sosa simplemente sopló para que la pelota ingresara en un arco desguarnecido.

A partir de ese momento se dio un partido de ida y vuelta: Argentinos volvió desperdiciar muchas chances de contra para asegurar un resultado y Gimnasia comenzó a apretar. La más clara de la visita fue de Gastón Casas, también ingresado, pero Peric se reivindicó y salvó su valla.

Ya sobre el cierre, cuando restaban sólo cuatro minutos para la finalización del partido, Santiago Raymonda -entró desde el banco- marcó el tercero y le puso punto final al misterio. Una contra encabezada por Sosa dejó mano a mano al delantero, quien eludió a Bangardino y definió.

Con este resultado, Argentinos avisó que seguirá dando pelea en su sueño por lograr un nuevo título. En la vereda de enfrente, Gimnasia recibió un nuevo golpe en su lucha por permanecer en Primera División: continúa en zona de Promoción y restan tres fechas para el cierre.

Racing volvió a ganar y comenzó a salvarse de todo

Racing consiguió hoy una merecida e importantísima victoria en el Cilindro ante un Banfield repleto de suplentes -piensa en los octavos de final de la Copa Libertadores- y quedó un poco más cerca de salvarse de la Promoción. Fue 2-0, con goles de Matías Martínez y Claudio Bieler.

El conjunto local se puso rápidamente el traje de protagonista y se adueñó de la pelota, pero sus llegadas sobre el área visitante fueron muy esporádicas. A la Academia le costó mantener el ritmo y sólo fueron ráfagas, algo similar a lo acontecido ante Vélez. Claro que en el primer tiempo las situaciones no terminaron reflejadas en el marcador.

En el mismísimo arranque del encuentro, Aveldaño ganó por arriba, Bologna evitó el gol y Bieler lo perdió abajo del arco. El elenco de Avellaneda tardó 25 minutos en volver a generar peligro y lo hizo con otro frentazo del primer marcador central que derivó en un centro, en un rebote y en un disparo de Grazzini que se fue cerca de un palo.

La última de Racing en la etapa inicial la provocó Zuculini, a los 33, con un derechazo que el arquero visitante tapó con esfuerzo. Al equipo de Russo le costó entrar por los costados, se mostró previsible y algo lento en ataque y encontró lo mejor en el juego aéreo. Grazzini no le otorgó la frescura que necesitaba y los de arriba estuvieron bien marcados.

El Taladro muleto se mantuvo firme a su exitoso esquema y le complicó la vida a su rival, aunque arriba generó poco y nada. Las dos líneas de cuatro fueron un problema sin solución para el local. La única de Banfield en esa etapa la tuvo Toledo, quien perdió con De Olivera en un mano a mano tras una buena maniobra personal.

Racing mejoró claramente en el segundo tiempo: sumó más gente en ataque, encontró espacios sobre los extremos y siguió complicando por arriba a una defensa muy joven. Claro que también entregó algunos espacios atrás y sufrió, primero con un disparo de Laso que pasó muy cerca del travesaño y luego con un derechazo del mismo delantero que atajó De Olivera.

La Academia ya había avisado con un par de desbordes, pero no había podido herir en el área. Pero a los 24, Hauche la puso adentro, el balón pasó entre el arquero y todos los defensores visitantes y Bieler, absolutamente solo a dos metros del arco, cabeceó de pique al piso y falló una situación increíble. Parecía que el 0-0 estaba sellado a fuego…

Pero de tanto sembrar merecimientos, el local cosechó el primer grito a los 29: llegó un córner desde la derecha, falló un defensor de Banfield, Matías Martínez la mató y clavó un muy buen derechazo. Tres más tarde, Bieler falló un mano a mano y a los 35 se sacó la mufa con un tremendo remate de primera tras un desborde de José Fernández.

Con el 2-0, Russo mando la orden, Racing puso el freno de mano y se conformó. Banfield trató, pero chocó una y otra vez. Otra victoria de la Academia, la tercera de manera consecutiva. Merecida porque fue más. La temida Promoción, cada días más lejos.