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Causa L-Gante: le concedieron la exención de prisión al cantante pese a la denuncia un ex empleado

Un hombre de 46 años denunció el pasado 8 de abril a L-Gante, a su madre, Claudia Valenzuela, y a parte del círculo íntimo del músico por privación ilegal de la libertad, coacción agravada, lesiones y amenazas y al cantante y a su mamá por reducción a la servidumbre. Según sus dichos, revalidados ante una fiscal, uno solo de los acusados le pidió al resto que dejen de pegarle: “Déjalo, lo vas a matar”. Ahora, la Justicia le concedió la exención de prisión a Elián Valenzuela y le fijó una caución de $200 mil.

L-Gante y su círculo están acusados de “lesiones leves agravadas por el concurso premeditado de dos o más personas”, una figura que contempla penas de seis meses a dos años de prisión.

La decisión de dejarlo en libertad, según informó la agencia Noticias Argentinas (NA), fue del juez de Garantías de Moreno Gabriel Castro. El magistrado advirtió que Valenzuela y los otros imputados “poseen arraigo fijo, ausencia de antecedentes penales computables y, además, han manifestado a través de sus letrados sus intenciones de estar a derecho”.

No obstante, el juez entendió que “una caución de carácter juratorio, es decir, la simple promesa, no resulta suficiente a los fines de reducir el riesgo de elusión procesal y entorpecimiento probatorio”. Por ello, le fijó una caución de $200 mil para concederle la exención de prisión, lo que significa que en L-Gante transitará el proceso en libertad.

Además, el juez estableció que “por la naturaleza de los hechos y los extremos narrados” en la denuncia es “procedente la imposición a todos los aquí involucrados de la obligación especial de la prohibición de acercamiento al denunciante a menos de 500 metros por el término de 120 días, como así también la prohibición de mantener todo tipo de contacto con la víctima y con su círculo íntimo, por cualquier medio”.

La denuncia

La denuncia fue realizada a principios de abril por un hombre que aseguró ser empleado de la familia con cama adentro desde hace 4 años y que, recientemente, dijo haber sufrido un accidente cerebro vascular, según pudo saber este medio. Así, una fiscal de General Rodríguez investigó las graves acusaciones e imputó al músico y a su círculo.

Según la víctima, todo sucedió el 17 de marzo pasado, pasadas las 20.30, en la casa del cantante de la Manzana 31 del Barrio Bicentenario de General Rodríguez. El hombre acusó a Elián Valenzuela (L-Gante), a su madre, a su novia, a dos de sus amigos y a Yamil Valenzuela.

En esa circunstancia, el empleado le manifestó a la madre del músico que “tenía hambre”. “Y la señora Claudia me manifiesta: ‘Viejo, ¿tomaste mate?’”, acotó. Luego, en base al relato, ingresó L-Gante “de manera repentina”, golpeándolo “en la parte de la nuca y la cabeza”. Ahí, el hombre aseguró que tanto el músico como su familia estaban al corriente de que recientemente había sufrido un ACV.

“En esos segundos, aparecen los amigos de Elián, de nombre Jona, alias “El Gordo”, y Tomás Herrera, a quienes pudiera reconocer perfectamente en caso de verlos, y empiezan a golpearme todos juntos a la vez con puños y patadas. También recuerdo que estaba la novia de Elián, Candela, y apareció la madre”, dice el texto de la denuncia al que accedió Infobae.

Y continúa el denunciante: “Recuerdo que me golpean entre todos. Piñas, patadas. También apareció Yamil, quien intentó mediar: ‘Déjalo, lo vas a matar. Sufrió de un ACV hace poco, lo vas a terminar matando’. Al rato me desvanecí. Recuerdo que había sangre por todo el piso, me salía sangre de la boca y de la naríz, casi me ahogo de tanta sangre que escupía. Todo ello transcurrió en la cocina del departamento de Elián Valenzuela”.

Luego, expresó que el músico le recriminó que tenía que callarse “la boca y no joderlo”. Y siguió: “Solo le decía que quería que me contestara el teléfono, ya que hacía tres días que no comía, estaba a base de solo mate cocido, no había nada en la casa para comer. Tal es así que escucho a Claudia gritarme: ‘Eso te pasa por andar hablando. Te lo dije, viejo bocón. Viste que sos un traica’”.

“Me mandaron amenazado a la casa de atrás, diciéndome que iban a estar vigilándome por si me escapaba. Luego, escupí sangre toda la noche, no pude dormir de los dolores. Allí, al recomponerme un poco, empecé a buscar por todos los cajones porque recordaba haber dejado una llave del portón. Al encontrarla, aproximadamente a las 5 y en el estado que me encontraba, me pude escapar”, recordó.

El denunciante le explicó a la fiscal a cargo del caso que hace 4 años vive en la casa de L-Gante del Barrio Bicentenario “en condiciones totalmente indignas”. Y añadió: “Siempre me dijo que me daba un techo a cambio de que me callara la boca por todas las cosas que pasaban allí”. También dijo que fue “obligado a realizar todo tipo de tareas sin ninguna contraprestación, mas que el lugar donde dormir: limpiaba, barría, lavaba los autos y la ropa, cocinaba, me usaban de chofer”.

 

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