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FEBER: Carlos Álvarez vuelve a la presidencia

ESPECIAL (por Francisco Pancho Calderón).- El Consejo Directivo de la Federación de Básquet de Entre Ríos se reunió el sábado en Villaguay y tras la Asamblea General Ordinaria que se desarrolló en el club Parque, el ingeniero Carlos Álvarez fue elegido como nuevo presidente de la máxima entidad que nuclea el deporte en la provincia. La vuelta se dio por la aprobación de 4 Asociaciones contra 2 que apoyaban a Pascual Pasarella (APB) y la abstención de Concordia.

Entre los temas que se trataron, como la lectura y consideración del Acta anterior; los informes de presidencia y tesorería, el presupuesto para el año 2011, la ultimación de detalles para el Campeonato Entrerriano U17 que se jugará del 1º al 3 de abril en Villaguay; los sistemas licitatorios para las ligas provinciales de clubes; etc, también se llevó a cabo la elección de autoridades.

Para regir las actividades de la FBER se presentaron dos listas: la Asociación de Villaguay avaló la presidencia de Carlos Álvarez, y la Asociación Paranaense propuso a Pascual Pasarella.

En la votación, el candidato de Paraná obtuvo el apoyo de la capital entrerriana y el de la Asociación de Uruguay, o sea LAS DOS ASOCIACIONES DE MAYOR CANTIDAD DE CLUBES Y JUGADORES, en tanto que las restantes agrupaciones votaron la propuesta de Villaguay, que resultó ganadora, acompañando la moción Santa Elena, Colón y Gualeguaychú.

Lo cierto es que tras su último paso, allá por 2008, el ingeniero Álvarez regirá los destinos del básquetbol en Entre Ríos, y para ello estará acompañado por Jorge Turriani (era el presidente), en la vicepresidencia, y Miguel Barón, como Tesorero. En tanto que la Secretaría será ocupada por Arnoldo Abasto (APB).

Vale la pena recordar que Álvarez actualmente es el presidente de la Comisión Técnica de la Confederación Argentina de Basquetbol (CABB); miembro de la Comisión de Minibásquet de FIBA y Director de Deporte Federado de la Agencia Entre Ríos Deportes.

Reflexión

Es indudable que, en su momento, la gestión de Álvarez mejoró sensiblemente la estructura federativa. Su prudente accionar, su orden, sus cuentas claras y cierta dosis extra de carisma para seducir a las asociaciones disconformes por el histórico reinado de Paraná, consiguió consensuar ideas y/o que las divergencias, las discrepancias no se noten con elocuencia.

Amén de ello, supo conectarse con las esferas gubernamentales y con una sagacidad a prueba de todo, siempre cayó bien parado logrando apoyos de diversa índole que redundaron en un fortalecimiento de la FEBER tras una época de profundos desaciertos.

A su vez, reordenó la FEB no solo internamente sino que ante la Confederación RECUPERÓ CREDIBILIDAD, algo que había perdido y hasta puesto en riesgo institucionalmente.

Sin embargo, paulatinamente, todo lo bueno realizado comenzó a eclipsarse con un progresivo incremento de la escisión del mapa basquetbolístico entrerriano y un cada vez más marcado recelo del Interior hacia la Capital lo que se apreciaba en muchas justas provinciales donde cualquier elenco de Paraná era mal recibido y mal tratado.

De hecho que, al día de hoy, esta irracionalidad se sigue disparando asiduamente y la sufren no solo conjuntos Mayores sino también de categorías Menores.

Y si bien puede aseverarse que ésta enemistad es histórica, la instalación de la FEBER fuera de Paraná NO LOGRÓ CAMBIAR ESE ESPÍRITU BELIGERANTE, más bien lo ahondó, lo profundizó con diversas actitudes, entre ellas a nivel conformación de selecciones para intervenir en Argentinos de Juveniles para abajo, hasta con designación polémica de tal o cual entrenador y éste adoptar decisiones altamente controversiales respecto a dejar afuera a diversos elementos.

A Álvarez, un reconocido productor maderero y citrícola de Chajarí, JAMAS se le criticó su actitud o conducta en materia de manejo económico-financiero. En realidad, sus números siempre fueron PROLIJOS y TRANSPARENTES algo que durante tantos años sí se reprochó de otras gestiones.

Tampoco se le enrostró comportamientos reñidos con la moral o las buenas costumbres, siendo un profesional intachable y un indiscutido esposo y padre de una hermosa Familia.

Pero sí, desde hace algunos años, se viene tildando su gestión -especialmente en Paraná y Concepción del Uruguay- con perfiles “despóticos” o “autoritarios” en sus actuaciones dirigenciales, lo cual se ahondó al ser designado por el gobierno de Urribarri como miembro del Cuerpo Ejecutivo de la Agencia Entre Ríos Deportes.

Y precisamente, Uruguay y Paraná, las Asociaciones más “fuertes” en cuanto a cantidad de clubes y jugadores, terminan uniéndose como CREEMOS QUE NUNCA ASÍ FUE, para intentar un CAMBIO.

No ocurrió porque Asociaciones de menor importancia, pero fusionadas en sus votos, consiguieron el retorno del “Flaco”.

Quedará para de aquí en más analizar sí éste regreso es para propender a proscribir la DIVISION, o remarcar la RUPTURA, la DESAVENENCIA.

Lo cierto es que gran parte del básquet entrerriano se quedó con las ganas de que los destinos del baloncesto entrerriano plasmen una reconducción de sus pasos para una FEBER EQUILIBRADA en sus balances pero sensiblemente desmembrada en cuanto a odios, rencores imbéciles POR NADIE DESTERRADOS y más aberrante aún, ACENTUADOS no sabemos si inconcientemente o con fines espurios.