Caputo advierte que habrá medidas más severas en caso de que no se apruebe la Ley Ómnibus

El ministro de Economía detalló los pormenores del recién cerrado acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) después de las negociaciones con sus representantes. En la conferencia, también estuvo presente el presidente del Banco Central, Santiago Bausili. Tanto la concreción del pacto como las primeras impresiones positivas tuvieron un impacto inmediato en el mercado financiero.

“Llegamos a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional en el marco de la séptima revisión del Programa de Facilidades Extendidas”, anunció Luis Caputo. Explicó que no se trata de un acuerdo completamente nuevo, sino de la reactivación del acuerdo anterior que había sido suspendido debido al incumplimiento de las metas. “Revitalizar este acuerdo exigía un compromiso más fuerte para compensar la pérdida de credibilidad ocurrida en los últimos dos trimestres”, añadió.

Según el ministro, el siguiente paso será la aprobación del board del FMI a finales de enero. “Esto conllevará un desembolso de $4.700 millones de dólares”, detalló Caputo, indicando que dicho monto se destinará para pagar vencimientos de capital por el préstamo de la CAF adquirido en diciembre y dos tramos comprometidos con el Fondo: uno en enero y otro en abril.

Asimismo, el funcionario explicó que “un acuerdo nuevo hubiera requerido mucho más tiempo y, considerando la situación de crisis que heredamos, donde teníamos que afrontar un pago al Fondo apenas una semana después de asumir sin contar con los fondos, la opción más viable fue lo que hemos hecho: obtener los recursos para pagar al Fondo y reactivar el acuerdo para asegurar la estabilidad en los próximos cuatro meses”.

Caputo afirmó que existe la posibilidad de acceder a nuevos préstamos, pero que no es la intención del Gobierno. “Creemos que es hora de que el país resuelva sus problemas financieros abordando sus problemas estructurales fundamentales, como la adicción al gasto público excesivo y al déficit fiscal, que en última instancia es lo que genera los problemas que la sociedad luego enfrenta”.

Por su parte, Bausilis aclaró que “no hay cambios en la política cambiaria ni monetaria. Las metas están basadas en una acumulación de reservas, lo que significa que no hay una meta de inflación ni de agregados monetarios: ese esquema no ha cambiado en absoluto”.

Consultado en conferencia de prensa sobre su postura respecto a la ley ómnibus, Luis Caputo señaló que “no solo como ministro de Economía sino también como ciudadano argentino, estoy particularmente interesado en que la ley finalmente sea aprobada, porque creo que efectivamente sienta las bases para la reconstrucción del país y que nunca deberíamos haber perdido”.

“Todo lo incluido en la ley y su significado representan ese cambio que el Presidente prometió en campaña y que está implementando. La gente lo votó por eso. Hoy, realmente, el mundo, como nos pasó en las negociaciones con el Fondo, está observando eso. Comprenden que el Presidente está tomando el camino correcto y que tiene un coraje enorme para implementar medidas impactantes inicialmente, sin perder tiempo debido a la urgencia y la necesidad de cambios”, analizó el ministro.

Luego añadió: “La incertidumbre radica en si muchos políticos estarán a la altura de las circunstancias”. “Si la ley no fuera aprobada, creo que sería una muy mala noticia”, opinó, pero aclaró que “esto no significa que volveríamos a la meta de déficit del 0,9% que tenía la administración anterior”. “Incluso si la ley no fuera aprobada, tomaríamos medidas extremas de alguna manera para cumplirla”, aseguró el ministro.

En conclusión, Caputo interpretó: “Por supuesto que, en la medida en que la ley no sea aprobada, las medidas serán más severas”.

Tanto Caputo como Pablo Quirno, secretario de Finanzas, expresaron sus buenas sensaciones tras la reunión y mantuvieron un encuentro con el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, para dar paso a la nueva etapa. Representando al organismo internacional, estuvieron presentes Luis Cubeddu, subdirector del Departamento del Hemisferio Occidental, y Ashvin Ahuja, Jefe de la Misión, así como Ben Kelmanson, representante del FMI en Argentina.

La noticia impactó de inmediato en los mercados financieros, donde los bonos en dólares experimentaron un aumento de casi el 6% este miércoles 10 de enero, y el riesgo país registró su mayor disminución diaria en siete semanas, volviendo a situarse por debajo de los 2.000 puntos.

Al conocerse la información, los títulos en dólares mostraron fuertes avances en la bolsa porteña: destacaron el Bonar 2041 (+5,6%), Bonar 2035 (+4,7%), Bonar 2030 (+4,5%), y el Global 2035 (+4,5%).

En Estados Unidos, los bonos argentinos cerraron con un aumento promedio de 1,3 dólares, siendo los Globales los que tuvieron un desempeño superior a los Bonares. En este contexto, el riesgo país descendió un 4,7%, o 98 unidades, alcanzando los 1.984 puntos, según la medición de J.P. Morgan. De esta manera, registra su mayor caída diaria en siete semanas, desde el 24 de noviembre de 2023 (cuando disminuyó más de 7%).

A pesar de que algunos títulos soberanos iniciaron el año con pérdidas de hasta el 6,5%, en consonancia con la retracción de la deuda emergente debido a un repunte de las tasas de bonos en Estados Unidos, la noticia sobre el acuerdo con el FMI revirtió la tendencia, generando un impacto positivo en los mercados y disipando algunas de las dudas iniciales en torno a las medidas económicas del Gobierno.

En cuanto a las acciones argentinas en Wall Street, cerraron mayoritariamente al alza en una jornada volátil que comenzó con pérdidas y luego experimentó un cambio de tendencia.

Entre las acciones que registraron los mayores avances se destacaron Edenor (+5,4%), Grupo Supervielle (+5,3%), IRSA (+4,1%), Grupo Financiero Galicia (-3,9%), y Cresud (+3,8%).

En contraste, las acciones que experimentaron pérdidas fueron Adecoagro (-2%), Bunge (-1,8%), Despegar (-1,7%), Globant (-0,9%), YPF (-0,9%), y Vista (-0,6%).