Busti sin piedad con los Kirchner

El presidente de la Cámara de Diputados, Jorge Busti, consideró que el país ha entrado a una etapa post-kirchnerista, pero aclaró que no está claro cómo resolverá su interna el justicialismo, donde hay temor por las “trampas” K.

En ese sentido reconoció que hay peronistas en la provincia que “quieren ir por afuera”. Asimismo, aseveró que “Kirchner no puede volver porque el pueblo le bajó el pulgar” y lo acusó de haber destruido el sistema federal.

En la entrevista, Busti no ahorró críticas hacia Kirchner: “El daño más grande que ha hecho Kirchner –a parte del que le infligió al peronismo-, es la destrucción del sistema federal argentino”.

“Hoy Kirchner quiere tener delegados del Gobierno nacional y no gobernadores. Y esto se agrava día a día porque las obligaciones elementales del Estado (salud, educación, seguridad, justicia) están en manos de la provincia”, afirmó.

“En 1974, antes de morirse Perón, cuando los hospitales y las escuelas públicas eran nacionales, el 54 por ciento de los recursos tributarios iban para la provincia. Hoy, con todos los servicios bajo jurisdicción provincial, sólo llega al interior el 23 por ciento. Es decir, ni se respeta el piso del 24 por ciento”, aseveró.

Esto significa que “para tener recursos hay que ir al aplausómetro, hay que ir de rodillas a la Casa Rosada. O de lo contrario hay que meter medidas cautelares como hace Córdoba, cuyo gobernador es mi amigo. A Schiaretti le están pagando ahora porque Alberto García Lema hizo una presentación ante la Corte. Esto en sí es una vergüenza. Hay un estado de sumisión en la Argentina. La consigna es: billetera y látigo. Esto le hace muy mal a la política argentina”, consideró.

Acerca de la posibilidad de que el nuevo Congreso corrija esta matriz unitaria, Busti sostuvo que “no hay que esperar soluciones inmediatas, pero se pondrán límites”.

Al brindar un ejemplo, destacó: “En esto de las reservas, se puso un límite. Ha funcionado el poder Judicial. Ha funcionado también el Congreso, que actuó con reflejos. Y bueno, es importante que se pongan límites al poder absoluto”.

“Cuando nos encontrábamos, Kirchner me decía: ‘Ahí viene el pejotista que no tiene reelección’. Yo le contestaba que había sido tres veces gobernador por el Partido Justicialista. ‘No, el pejotista está superado, no sirve más’, me replicaba. Pues bien, resulta que ahora Kirchner es presidente del Partido Justicialista. También nos recomendaba no nombrar más a Perón y a Evita, porque decía que él estaba en una superación de esas cosas. Si bien Kirchner tenía, a nivel nacional, la cláusula constitucional de la reelección, no intentó esa vía. Quizá porque no se animó. Pensó acaso lanzar a su mujer a la primera magistratura, con la pretensión de volver otra vez él a la presidencia”.

“Lo que sí creo es que Kirchner no puede volver más. Creo que el pueblo argentino le bajó el pulgar. La Argentina marcha al post-kirchnerismo. Frente a lo cual nosotros estamos dispuestos a firmar con todos los partidos políticos 8 o 10 puntos de unidad nacional, para cinchar todos juntos después de 2011”, advirtió.

Consultado por su visión de lo que pasó días atrás en el Senado de la Nación, donde el kirchnerismo se retiró de la sesión, Busti respondió: “Fue vergonzoso. Esto más allá del caso puntual de Carlos Menem, de cuya conducta desconozco los móviles”.

“Creo que se rompió una regla de oro que siempre se había cumplido en el Parlamento. Me refiero a la reunión de labor parlamentaria, donde van los presidentes de bloque y acuerdan lo que van a tratar”, manifestó.

“Yo diría que hubo mala fe de parte del kirchnerismo. Eso que dice jocosamente Luis Juez –aunque no me gusta esa manera- en realidad es cierto. Mientras fui senador nacional, a Pichetto lo he visto cambiar posiciones que había fundamentado, tras un llamado de la actual Presidenta (entonces senadora Cristina Kirchner). Estaba sentada en la banca y le decía que tenía que cambiar y Pichetto, sin vergüenza alguna, hacía lo que le pedían. En este caso, creo que lo han llamado y le han dicho que se levante y que se vaya. Eso le rompió todos los acuerdos asumidos en la reunión de labor parlamentaria”, aseguró Busti.

Sobre los argumentos del kirchnerismo que alega que la oposición, por ejemplo al querer discutir el tema impositivo, quiere gobernar desde el Congreso, Busti destacó que “el tema tributario es exclusivo del Congreso Nacional”.

“Quisiera recordarles los discursos virulentos en este sentido de la actual Presidenta, cuando estuvimos juntos en el Senado. Ella votó, por ejemplo, en contra de la ley de emergencia y de delegación de facultades que mandó Eduardo Duhalde en su momento”, recordó.

“Creo que hay que volver al respeto de la palabra, a la coherencia. Salvo en el kirchnerismo, creo que algo de esto se está consiguiendo en el resto de las fuerzas políticas. Más allá de que cada sector tiene su lógica, está prevaleciendo un clima en favor de los acuerdos”, expresó.

Responsabilidad absoluta

Más adelante, el ex Gobernador se comparó con el ex presidente Eduardo Duhalde: “A mí me pasa lo mismo que a Duhalde, a quien lo hacen cargo por lo de Kirchner”.

“Me hago cargo de todo lo que pasa en la provincia, no esquivo ningún problema. Recibo a todos los que tienen problemas. Y me hago cargo; no me escondo. Y si tengo que presentar batalla electoral, porque las circunstancias lo aconsejan, la voy a dar. Creo que lo peor para una persona es esconderse”.

“Me hago cargo de lo que hice bien y de lo que hice mal. Voy todos los días a mí despacho y la Cámara de Diputados está abierta para todos. Todas las decisiones son públicas”, resaltó.

Sana convivencia

Refiriéndose al clima político que hay en la Cámara de Diputados de la Provincia, Busti resaltó: “Solemos votar en conjunto, pese a que el peronismo tiene 20 bancas y el radicalismo sólo seis”.

“El diputado Jaime Benedetti puede dar testimonio de lo que digo. En todos los casos, después de horas de discusión, buscamos que el radicalismo vote con nosotros. Hay una muy buena convivencia en Diputados”, remarcó.

“Creo que el gran desafío de los sistemas parlamentarios, es acercarse a la gente. Porque la gente está mal económicamente, está preocupada por la inflación, porque no le alcanza el sueldo. Pero tiene que saber que las instituciones funcionan y que se puede quejar ante ellas. Que las instituciones tienen un fin y las tiene que ver funcionar. Este año les he propuesto a mis colegas sesionar en distintos lugares de la provincia. Tenemos que mover la Cámara, meternos en los problemas en los distintos lugares. Para que sea una Cámara viva”, adelantó.

La interna

Más adelante se le consultó sobre el modo en el que cree que se resolverá la interna dentro del peronismo: “Siendo Kirchner el presidente del partido es muy difícil. ¿Cuáles son las reglas de juego? La trampa. ¿Quién va a garantizar en Entre Ríos reglas de juego claras que se cumplan? (…) Yo hablo con todos, con Reutemann, Duhalde, Felipe Solá, Das Neves, De Narvaez, Rodríguez Saa”, respondió.

¿Y con Carlos Menem?, se le preguntó: “No”, respondió, pero aclaró: “Tampoco hago leña del árbol caído”.

Y recordó que “muchos se peleaban por subir a los colectivos de Menem. Reconozco que la primera presidencia de Menem, los primeros cuatro años, fueron buenos. Pero los últimos cuatro años fueron desastrosos. Mucha gente creyó en Menem y lo votó. Y mucha gente aplaudió la convertibilidad en sus primeros años. Pero se agotó el método”.

“Duhalde dice que quiere jugar por dentro del justicialismo. ¿Pero con qué reglas? Por otra parte, yo no voy a ser candidato de Kirchner, si las cosas se presentan de ese modo. Nadie quiere ser. Por eso nosotros, el Peronismo Federal de Entre Ríos, el 24 de marzo, en Paraná, debatiremos estos temas. Hay que escuchar a todo el mundo, para saber qué caminos vamos a tomar. Indudablemente que hay gente que quiere ir por afuera, y otros que quieren ir por dentro. Pero bueno, es una decisión que vamos a tomar colectivamente”, aseguró.

Si el radicalismo ganara en 2011, ¿El peronismo lo dejará gobernar?, se le preguntó, a lo que Busti respondió: “Salvo alguna expresión sindical, como el caso Moyano, creo que el resto del peronismo tiene comprensión de la situación nacional y de la necesidad de predicar la unidad nacional. Así que no veo ahí peligro”.

“Ni bien, ni mal” con Urribarri

Al hacer referencia a su distanciamiento con el gobernador Sergio Urribarri, Busti sostuvo: “No está ni bien ni mal”. Y recordó: “Acompañé políticamente hasta donde creí que tenía que acompañar. Fue hasta el 28 de junio, con un costo terrible. Antes habíamos acordado que nosotros no haríamos cuestionamientos a Kirchner por el tema del campo, y que hablaríamos de las cosas positivas de este gobierno, como la acumulación de las reservas, la re-estatización de las AFJP. A la vez, él (Urribarri) se comprometería a no hablar mal de nuestros amigos del Peronismo Federal, como es el caso de Carlos Reutemann. Este acuerdo se rompe en el programa ‘A dos voces’, donde el Gobernador critica fuerte y gratuitamente a Reutemann”.

“Entonces, bueno, la gente empieza a percibir un doble mensaje. Era muy difícil llevar adelante la campaña electoral. El 28 de junio, finalmente, la gente votó como votó. Tras los comicios, le hice al Gobernador una propuesta. Me contestó que él estaba fuertemente alineado con el Gobierno nacional, y que iba a seguir así. A partir de ahí, cada cual toma su camino”, manifestó.

“Pese a esto, no hay problemas de gobernabilidad en Entre Ríos. En Diputados no hay ningún proyecto del Poder Ejecutivo atrasado. De hecho ahora estamos por aprobar la Ley de Ministerios”, agregó.

La situación financiera de la provincia

Al hacer referencia a la situación financiera de la provincia, Busti manifestó: “No escapa a la de las otras provincias argentinas. Algunas podrán estar mejor, como las que cobrar regalías petroleras y tienen poca población. Pero hasta Santa Fe está en crisis”.

El ex Gobernador cree que “esta degradación del federalismo ha hecho que las provincias entren en crisis y hoy exhiban un equilibrio muy precario. Esto hace que los pedidos de aumento de los empleados públicos puedan resultar un disparate para el administrador, pero no lo son si uno se pone del lado del bolsillo de los empleados”.

Botnia

“El kirchnerismo ha crispado a la sociedad argentina innecesariamente. Si bien el tema se hace visible con el campo, los rasgos de intolerancia venían de antes. Hubo muchas cosas que uno callaba en este sentido, porque estaban en juego los intereses de la provincia. Por ejemplo, la cuestión de Botnia tuvo un manejo traumático, que a mí me tocó vivir”, manifestó.

“Primero porque Kirchner no estaba convencido del tema de Botnia. A los dos años de que estalló el conflicto en Gualeguaychú, en enero, yo me encontraba en una encrucijada, porque no encontraba eco en el Gobierno nacional. Hasta que Kirchner aceptó ir a La Haya siempre y cuando se lo pidiera Entre Ríos a través de una ley. Y así fue. Pero bueno, hubo muchas cosas. En el proceso se actuó con mala fe. Recuerdo la famosa reunión Kirchner-Tabaré. Yo estaba en la sala de espera y me hacen entrar. Me llevan aparte y me muestran un decreto del año 1988, cuando no se hablaba de medio ambiente. Ese año a mí me había ido a hablar Fulvio Pagani, de Arcor, con la intención de procesar la madera. Y bueno, lo recibí. Lo escuché, y después no vino más. Fue una reunión pública. Cuando me presentaron este caso, yo dije que era cierto. Pero también dije que no veía la relación de ese episodio del pasado con lo que estaba pasando en Gualeguaychú. Aclaré que en el presente estábamos hablando de la instalación de una mega-pastera frente a una ciudad. Después entré en esa reunión y ahí se habló de que la opinión de un grupo técnico ambiental de los dos países sería vinculante. Después me dijeron que yo había escuchado mal, que no era vinculante. Después fue Moguilner (entonces secretario de Medio Ambiente de Entre Ríos) a otra reunión. Al poco tiempo me reuní con él y le pregunté su parecer. Moguilner me contestó: ‘nos están durmiendo el nene’. La estrategia era dilatar la cuestión”, destacó.

Consultado acerca de cuál es la salida a este conflicto, Busti consideró que “hay que buscar alternativas”.

“No soy técnico, pero puede haber una transformación de esta fábrica en otra que utilice la madera que han plantado. Por ejemplo, fabricar tableros de madera. Si hay voluntad puede haber alternativas. Creo que tiene que haber presión judicial. Si bien La Haya es un fallo importante, creo que más presión va a ejercer si ellos concurren al Juzgado Federal de Concepción del Uruguay. Si el Juzgado considera que hay contaminación, bueno esto se complica para cualquier ciudadano del mundo”, declaró Busti.

Consultado sobre su impresión, tras la recorrida por la zona del Río Uruguay, Busti respondió: “Durante estos años, cuatro de ellos en la gobernación, a mí me tocó estudiar el tema, más allá de las venidas al puente. Pero una cosa es el análisis teórico y otra ver el cambio real en la vegetación. El señor Almeida, que nos guiaba, me contaba que él recorría esa zona con su padre hace 40 años, y así testimoniaba el cambio de todo el ecosistema”.

Luego consideró que “es una lástima que la Provincia no le haya renovado el poder al Dr. Juan Carlos Vega, con quien seguimos teniendo el mismo trato de siempre, más allá de que él esté en la Coalición Cívica. Vega es imaginativo desde el punto de vista del derecho. Creo que, en el plano de la legalidad, el tema de Gualeguaychú se mantiene vivo en la causa del Juzgado Federal de Concepción del Uruguay”.

“Es una vergüenza que, tras un exhorto internacional, Tabaré Vázquez no haya cumplido con el derecho internacional. Esto no quiere decir que a la gente de Botnia la vayan a someter a un tribunal popular. Ya que van a ejercer el legítimo derecho de defensa. Pero van a tener que concurrir como imputados al Juzgado Federal de Concepción del Uruguay. Ahí hay que contrarrestar las pruebas que ellos aporten, las que hemos aportado durante todos estos años nosotros, más los hechos nuevos que se han producido. Y vienen los plazos perentorios del Derecho Penal para procesar o para dictar falta de mérito”, afirmó.