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Bahl y Bordet con chances inmejorables pensando en el 2019

Más allá de la delicada causa judicial que involucra al actual intendente de Paraná, Sergio Varisco, un potencial electorado ratifica su gestión y le renueva chances de reelección con miras a los comicios del año próximo. Sin embargo, un trabajo de campo encarado por Cuestión Entrerriana revela que tendrá dos temibles adversarios como Adán Bahl y alguien de quien hasta hoy poco se ha hablado como candidato: Jorge Busti. En la Provincia, suena también Bahl, secundando muy de cerca a Gustavo Bordet. Contra cualquier pronóstico relativo a dimes y diretes politiqueros, Sergio Urribarri mantiene una fuerte imagen y el que amenaza “la paz” (¿?) Justicialista es Rogelio Frigerio.

 

Con un estilo EXCLUSIVO en cuanto a veracidad, pureza y sencillez editorial presentamos un escenario presumible con los apellidos hasta ahora más instalados merced a las operatorias periodísticas tradicionales o hasta de rigor, tanto en la Capital provincial como en la Entre Ríos profunda.

La consulta telefónica arrancó el 6 de octubre y concluyó en la tarde de ayer, aún sin listas oficiales de candidatos.

 

Mientras que la Clase Política se obsesiona examinando sondeos de opinión pública que, por sus características y alcance, son de incierta utilidad para entender no solo el presente sino, mucho más aún, poder procesar escenarios circunstanciales pensando en el futuro cercano, de a poco, se está comenzando a armar el juego electivo de cara al 2019 y todos los insumos e información pueden ser ciertamente rentables, dada la fluctuación que caracteriza la coyuntura actual, con un Gobierno debilitado por la crisis socio-económica, pero que todavía es competitivo dado que la Oposición no ha logrado capitalizar tan fuerte desgaste a raíz de una segmentación estéril.

 

Las considerables vacilaciones respecto del devenir económico de corto y mediano plazo, el dilema mayúsculo sobre las consecuencias sociales de la crisis y del impacto político que habrán de tener, provocan que cualquier especulación se diluya en un mar de interrogantes de imposible respuesta específica.

 

Innegable que vivimos en un entorno político precario y cambiante: cualquier conclusión es eventual, apenas transitoria. Por lo tanto, ¿cómo planificar una campaña electoral con bases empíricas e hipótesis de trabajo tan flojas?

 

La ciencia política pretende ser una disciplina rigurosa estructurada en función de métodos y marcos teóricos sumamente sofisticados. Pero la práctica política es, con suerte, un arte: el éxito, o al menos la supervivencia, requiere sobre todo de una adecuada facilidad para la improvisación, adaptación a escenarios cambiantes y, sobre todo, capacidad para navegar coyunturas críticas acotando el margen de error y evitando aguas turbulentas o pestilentes.

 

A veces esto significa quedarse quieto e incluso callado. “En algunos momentos, la política puede convertirse en una ciénaga: si te movés mucho, te hundís más rápido. Si te quedás quieto, tenés más chance de subsistir”, me dijo hace tiempo uno de los políticos más sabios que tuve oportunidad de conocer.

 

Ahora bien, la política contemporánea, sobre todo a partir de la década de 1960 en el mundo desarrollado y de 1980 en las democracias emergentes, no puede prescindir de las encuestas.

 

¿Tienen alguna validez estos sondeos? Cuando no hay candidatos ni alianzas aún definidos, y a más de un año para las más que probables PASO, ¿pueden estimarse con algún grado de certeza escenarios electorales? Recordemos que los estudios de opinión pública tienen mucha utilidad para entender comportamientos o preferencias del presente o de un pasado reciente.

 

Pero su capacidad predictiva es, con suerte, sumamente limitada. Más aún, dicha capacidad se reduce marcadamente en función del tiempo. Es decir, cuanto más lejos estamos de un acontecimiento determinado cuyo resultado se pretende pronosticar, menor precisión debe esperarse de esta clase de sondeos. Claramente, solo por obra de la casualidad puede determinarse el resultado de una elección un año antes de que tenga lugar.

Y somos atrevidos, osados. Apostamos a darle crédito a quien nos atiende y opina. No es un muestreo en el que abunde la precisión científica. Es un simple preguntarle a quien se preste a la consulta cuáles son los políticos mejor vistos hoy y proyectados al 2019.

 

Y hubo pocas sorpresas. Las mayúsculas tienen a Varisco, Busti y Urribarri como actores principales. El presidente de la Comuna capitalina porque pese a todo lo que está viviendo en la faz judicial y a un gobierno con pronunciadas disonancias, ha sido seleccionado como uno de los tres más firmes favoritos a la pelea, en su caso, por ratificar su intendencia.

Busti es noticia ya que viene asesorando a Bordet y buscando denodadamente la unión del Justicialismo. Sus gobiernos provinciales fueron intachables y ahora, con tanta experiencia en su fecunda carrera, podría ser tentado a dirigir la ciudad de Paraná. Mientras que, Urribarri, pese a innumerables cuestionamientos por sus causas tribunalicias, parece hacerse acreedor de una férrea confianza por parte de quienes consideran que sus ejercicios resultaron fértiles.

 

Entre ellos asoma el perfil confiable, creíble, indiscutible de un Adán Bahl que supo dar un paso al costado para la Gobernación en el 2015, aceptando ser el vice de Bordet que también va por la reelección al frente de la Casa Gris.

Bahl aún estudia si va por la oportunidad resignada tres años atrás o analiza si conviene más una acertada conducción de la Municipalidad de Paraná, para después sí proyectarse a otros desafíos cívicos de mayor trascendencia.

 

Claro que no están solos… José Carlos Halle está muy bien visto por la militancia, Fernando Quinodoz es la sangre nueva y ya hizo unos excelentes comicios en el 2015 (concluyendo 3° en su primera participación electoral); en tanto que Julio Solanas, desde hace varios años en labores legislativas, podría ser seducido para un retorno al Palacio de Urquiza y Corrientes.

 

Es obvio que la lista es más grande, pero al menos en esta medición son estos los seis más reconocidos, quedando como alternativas muy válidas Emanuel Gainza, Cristina Sosa, Blanca Osuna, Diego Dlugovitzky, Rubén Almará, Fabián Rogel y Juan Manuel Huss, más otras decenas de aspirantes con más pequeñas chances, pero habilitados al fin para el trabajo de campo elaborado por el propio ciudadano.

 

El Top 6 para la Capital

 

Adán Bahl – 187 votos – 17.82 %

Jorge Busti – 161 – 15.34 %

Sergio Varisco – 134 – 12.77 %

José Carlos Halle – 96 – 9.15 %

Fernando Quinodoz – 85 – 8.10 %

Julio Solanas – 77 – 7.34 %

 

Aspirantes inmediatos

 

Emanuel Gainza – 56 – 5.33 %

Cristina Sosa – 53 – 5.05 %

Blanca Osuna – 53 – 5.05 %

Diego Dlugovitzky – 51 – 4.86 %

Rubén Almará – 40 – 3.81 %

Fabián Rogel – 39 – 3.71 %

Juan Manuel Huss – 27 – 2.57 %

 

Los que llegarían de abajo

 

Ya con muy baja consideración, hasta este viernes, aparecen: Marcelo Casaretto 11 votos, Nadia Burgos 10, Enrique Ríos 9, José Cáceres 9, Marcelo Haddad 7, Gustavo Guzmán 5, Daniel Elías 5, Emiliano Gómez Tatau 5, Fernando Sibulosky 4, Rosario Romero 4, Juan Domingo Zacarías 3, Armando Sánchez 3, Josefina Etienot 3, Cielo Kramer 2, Emilce Pross 1, Rosario Acosta 1, Gastón Grand 1, Miguel Rettore 1, Luis Meiners 1, Gerardo González 1, Aníbal Vergara 1, Alberto Olivetti 1, Leonardo Centurión 1, Gustavo Osuna 1.

 

Indecisos: 393.-

 

Datos significativos

 

-Bahl tuvo una remarcada tendencia: lo elige un 70 % de sufragantes entre 18 y 45 años.

 

-Busti concita la atracción del adulto Mayor entre 45 y 60 años con un 50 % de votantes más un 30 % de electores entre 60 y 70 %.

 

-Varisco logró una muy buena medición entre los Mayores de 60 años, con un 75 % de votos positivos aportados por ese sector etario.

 

-En tanto, Halle, Quinodoz y Solanas tuvieron votantes marcadamente heterogéneos en cuanto a edad.

 

Voto Femenino

 

El voto femenino tiene a Bahl y a Quinodoz como los de mejor imagen y captación de sufragios, con un 50 y un 30 % respectivamente.

Más que nunca se imponen los consensos

 

Dicen que no son en vano los más débiles, si su fuerza se une. Es que en verdad, inevitable admitir que solos podemos hacer poco, y juntos podemos hacer mucho.

En nuestra juventud supimos leer que “Seremos tan fuertes como unidos estemos, y tan débiles como lo divididos que estemos”, o nos enseñaron que “los cimientos de la libertad son la unidad”, y por ende que “la unidad y la victoria suelen erigirse en sinónimos”.

 

Pensando en las elecciones 2019 y cotejando las mediciones de Cuestión Entrerriana, varios podrían examinar a consciencia estos básicos postulados.

Observamos atentamente el resultado del sondeo y discernimos de manera elemental que si el Justicialismo no se fragmenta, puede imponerse en forma aplastante.

 

Ahora, también hay otra lectura: si Frigerio comanda la lista de un PRO, Cambiemos y UCR más unidos que nunca puede recuperar un bastión que hace tres lustros está en manos peronistas.

Bordet viene haciendo una gestión prolija, aunque soportando fuertes reclamos sindicales y ciertas opiniones controversiales internas por su marcado acercamiento con el presidente Mauricio Macri, lo cual le ha significado “operar” mediante sus legisladores nacionales aceptando sugerencias en cuanto al voto de leyes concebidas como vitales para el mandatario nacional.

 

Esto tiene sus consecuencias y si bien no hubo sublevación o insurrección que provoque escisiones marcadas, la militancia ha expuesto sus críticas sutilmente y espera una reacción del sucesor de Urribarri para evitar otro triunfo de Cambiemos en la República.

Para colmo, Bordet tiene hoy un karma… El reciente acercamiento del gobernador a José Allende, reconfirmado como líder de UPCN, fue tomado como un desaire a su ministra de Salud, Sonia Velázquez, víctima de una serie de afrentas por parte del sindicalista que deberá responder ante la Justicia por esos agravios y de hecho pesa sobre él una medida restrictiva, propendiendo a resguardar la integridad de la máxima referente de la cartera sanitaria entrerriana.

 

Bordet, un mandatario responsable, criterioso, aplicado, metódico, se equivocó feo en no salir a la palestra decididamente en defensa de Velázquez, como en sí también fallaron otras autoridades que pudieron esgrimir una oportuna conducta solidaria como la que enalteció al vicegobernador Adán Bahl.

Sin embargo, se constituye en un desacierto agudo, el facilitarle el Centro de Convenciones a UPCN y asistir al acto de asunción de Allende y demás delegados, cuando pesa sobre el también legislador provincial semejante denuncia penal.

 

Obviamente, el principio de inocencia o presunción de inocencia es un principio jurídico penal que establece la inocencia de la persona como regla. Así, solamente a través de un proceso o juicio en el que se demuestre la culpabilidad de la persona, podrá el Estado aplicarle una pena o sanción.

Pero la contracara de la presunción de inocencia son las medidas precautorias y entre ellas está el decoro, el recato y en este puntual caso, la caballerosidad.

 

Bordet pudo dar el ejemplo y evitar ello. Bordet pudo seguir sumando puntos favorables a su gestión armoniosa, tendiente al consenso.

La gente muchas veces vota con el corazón y miles de entrerrianos hoy expresan en redes su calidez, su respaldo y protección a la ministra como su repudio al concordiense.

 

Esto deberá examinarlo a consciencia el jefe de Estado entrerriano. Si la tropa no se ensambla, no se articula adecuadamente, allí estará Frigerio para aprovechar esa beligerencia oficialista.

Bordet no debería confiarse en la palabra de Macri. Probado está que el presidente promete mucho, y cumple poco.

 

Y sobre todo, Bordet debe ahondar la autocrítica, formularse un acérrimo autoexamen en cuanto a cómo ha actuado con la ministra de Salud. Ella le ha sido noble, fiel, abnegada y su labor al frente de la Cartera, cosecha a lo largo y ancho de la provincia permanentes elogios por ser una funcionaria “con tierra bajo las patas” y no de andar escondiéndose detrás de un escritorio.

Bordet debería medir lealtades. Su rectitud, su probidad, harán seguramente el resto.

Que así sea…

 

Top Ten de Mejores Vistos en la Provincia

 

Gustavo Bordet – 167 votos – 12.19 %

Adán Bahl – 164 – 11.97 %

Sergio Urribarri – 111 – 8.10 %

Rogelio Frigerio – 101 – 7.37 %

José Eduardo Lauritto – 89 – 6.50 %

Julio Solanas – 64 – 4.67 %

Alfredo De Ángeli – 60 – 4.38 %

Sonia Velázquez – 60 – 4.38 %

Atilio Benedetti – 55 – 4.01 %

Edgardo Kueider – 55 – 4.01 %

 

Grupo A-2

 

Gracia Jaroslavsky – 47 votos

Atilio Benedetti – 46

Jorge D’Agostino – 45

Gustavo Zavallo – 44

Pedro Galimberti – 43

 

Grupo B-1

 

Enrique Cresto – 29 votos

Ángel Giano – 28

Fabián Rogel – 26

José Antonio Artusi – 23

Laura Stratta – 20

 

Grupo B-2

 

Alicia Fregonese – 14 votos

Aldo Ballestena – 13

Esteban Vitor – 12

Juan Carlos Lucio Godoy – 11

Mayda Cresto – 10

Yanina Gayol – 9

Augusto Alasino – 8

Raymundo Kisser – 5

Rosario Romero – 4

Sigrid Kunath – 3

Juan José Bahillo – 2

Pedro Guillermo Guastavino – 1.-

 

Indecisos: 131.-

 

Números particulares

 

-Gustavo Bordet y Adán Bahl acapararon el voto juvenil. Sergio Urribarri el del segmento etario comprendido entre los 50 y los 65 años.

-Rogelio Frigerio y Sonia Velázquez consiguieron positiva aceptación en el voto femenino.

-José E. Lauritto, Julio Solanas y Alfredo De Ángeli cosecharon fuerte adhesión en el sector de la Tercera Edad (brecha de 65 y 75 años, preferentemente).

-Atilio Benedetti y Edgardo Kueider recogieron votos sin preferencia marcada de edades.

 

-Atención con un dato peculiar: Sigrid Kunath (3), Rosario Romero (4), Yanina Gayol (9), Mayda Cresto (10), Alicia Fregonese (14), Laura Stratta (20), Gracia Jaroslavsky (47), y Sonia Velázquez (60), totalizan 167 votos, la misma cantidad que Bordet. ¿Y si de aquí a las elecciones la rama femenina decidiera conformar un frente puro que reivindique las aptitudes y actitudes de la mujer política más allá de concepciones ideológicas dispares?

 

Conclusión

 

Es cierto que la política contemporánea, sobre todo a partir de la década de 1960 en el mundo desarrollado y de 1980 en las democracias emergentes, no puede prescindir de los muestreos de campo: los líderes y sus asesores quieren al menos reducir parcialmente el marco de incertidumbre en el que usualmente tienen que tomar decisiones.

 

Es importante también recordar que las últimas investigaciones sobre el comportamiento cerebral en cuestiones políticas ponen de manifiesto que buena parte de nuestras decisiones tienen que ver con rasgos emocionales y no racionales.

Al margen de lo que podemos expresar racionalmente, al momento de definir a quién votar, o si vamos a votar o no, se combinan diferentes cuestiones que en buena medida dependen del entorno específico.

 

Por supuesto que también son relevantes la historia personal del votante, su experiencia individual y familiar, su visión respecto del presente y del futuro, y la opinión que se forme de las diferentes opciones existentes.

Con inmensa voluntad, más la erudición indispensable, conseguimos sortear en especial un obstáculo tan BÁSICO como la INDIFERENCIA, la PEREZA, a expresar un parecer, sobre todo por el TEMA impuesto: LA POLÍTICA.

 

La producción fue sin los medios ideales, y por consecuencia resultó complejo completar un nuevo trabajo en el cual el Soberano dijo lo suyo en torno a qué decidiría si las elecciones fuesen en pocos días.

Nos dimos otro gustazo. Propender a ser útiles. En casi 10 años de vida NUNCA nos encargaron un muestreo, jamás nos encomendaron realizar una encuesta de esta índole, y hasta hoy, cueste concebirlo o no, ni siquiera nuestros colegas valoraron el aporte, quizás habituados a llamar a reconocidos especialistas, los cuales, paradójicamente fueron pagos o contratados por gobernantes, o candidatos.

 

No importa. Seguimos siendo libres, independientes. Y vale la pena poner acento en algo. Desde nuestra creación hasta los últimos comicios, los márgenes de error fueron exiguos, ínfimos, contra pronunciadas diferencias de otros expertos en estas mediciones.

Por algo será…