Avisó Echagüe: Estudiantes con lo justo
Lo anticipamos: toda la presión, los nervios, la ansiedad, eran de Estudiantes. Como sucederá este lunes. Como ocurrirá en Paraná. Y pasó… Estudiantes sintió en contra la solitaria localía. El solo estar apoyando, pero a la vez como exclusivos jueces sus simpatizantes, sus familiares, sus amigos, sus hinchas, resultó un apremio pesado. Y con toda esa agitación psíquica solo pudo ganar con lo justo: 66-63, y si bien la serie está 1-0, le permitió a Echagüe motivarse para el segundo punto. Los 13 triunfos consecutivos, no obstante, refuerzan la esperanza concordiense.
La potencia explosiva de Eduardo Gamboa (más allá de seis pérdidas) y el peso interior de Pablo Moya resultaron vitales.
El escolta terminó con 20 puntos (7/12 de Cancha y 5/6 en Libres), mientras que el centro finalizó con 16 puntos (7/11 de Dos, 2/3 en Libres y 8 rebotes).
Lo más eficaz del AEC pasó por manos de Jonatan Maldonado (13 puntos, 1/1 de Tres, 3/4 de Dos, y 4/5 en Libres, más 8 rebotes (5 de ellos en ataque).
Más allá que ambos pasaron la decena de puntos, Ravina (2/8 de Dos y 4/11 de Campo), y Williams (3/8 en Libres) brillaron por sus pálidos promedios.
Pudo ser paliza, pero…
Andrés Landoni entró de titular finalmente, y fue el primero en anotar para la visita que, durante 5’30” ejerció clara supremacía.
Aaron Williams se asociaría inicialmente a una gestión interior rica de los forasteros, ante un rival que comenzaba a depender de su estrella extranjera Lee Roberts y de lo que podría generar en el perímetro Alejandro Montes.
Las pérdidas eran constantes, por uno y otro equipo. Durante casi 4 minutos el desarrollo era un ir y venir incesante de yerros, de imprecisiones. En ese marco, lo de Echagüe era menos malo que lo de Estudiantes.
Se puede hablar de actitudes elogiables, de vigor, rigor, temperamentos loables, pero de básquet, NADA…
Algo mejoró el “Negro” cuando eligieron opciones más fecundas Sergio Ravina, Jony Maldonado, junto a un Landoni astuto para moverse cerca del tablero “Verde”.
Con estas piezas desnivelantes, Echagüe sacó dilatado margen. El panorama era óptimo para los de Seba Uranga Padre, pero en los minutos finales se perdió todo lo bueno ganado antes. Una por la mutación defensiva local y otra por defecto o carencias propias para hallar ubicaciones ideales de tiro.
Estudiantes, en ese lapso, cambió el escenario con contribuciones de Pablo Moya, Eduardo Gamboa y Montes para evitar que el “Negro” se vaya al primer descanso corto tan arriba (11-13), con David Oviedo marcando el desequilibrio final.
Rachas
Ravina subrayaría la vigencia de la Ley del Ex, pretendiendo la visita remarcar supremacía, sin embargo Estudiantes readaptaría la defensa y se asociarían Eduardo Gamboa, Joaquín Giordana y Pablo Moya para causar severos trastornos.
Echagüe, poco a poco, perdió el rumbo ofensivo, una por el crecimiento defensivo de Estudiantes y otra por negligencia propia. El dueño de casa no desperdició ese pasaje, hasta que Uranga y Hernández transformaron el andar interno en ataque, y Oviedo y Haag seleccionaron buenos tiros perimetrales.
El 17-19 fue una especie de premio inmerecido para los de la capital. Sin haber brillado, y con visibles signos de nervios, los de Laginestra no merecían pasar a vestuarios 28-32 abajo.
Cerca de la hazaña
Moya se consolidaría como MVP del anfitrión. Pero el cordobés no estaría solo: Lee Roberts aparecería tímidamente y Gamboa seguiría siendo trascendente.
Jony Maldonado y chispazos de Landoni permitirían al AEC mantenerse arriba con leve ventaja.
Orresta, hasta allí sin tanta influencia como en la mayoría de las últimas noches, trató de incidir, pero el pibe Rodrigo Haag y Ravina -en dupla- le permitieron a Echagüe mantener supremacía en un cuarto en el cual sobraron las falencias como las infracciones.
Moya reincidiría en su protagonismo interior, hallando resistencia en una espectacular faena de Jony Maldonado y la reaparición del irregular Williams, en el cierre importantísimos para que la media hora culmine con un 47-52 a favor de los paranaenses (19-20 el parcial).
La fórmula para perder un juego
Cuando Williams tiró signos que podía ser “La Noche” del “Negro”, de pronto aparecieron todas las soluciones todas… para Laginestra.
Eduardo Gamboa y un hasta allí apagado Lee Roberts (aquejado de un dolor en su cintura) marcaron la senda para Estudiantes. Se venía el local y Echagüe entraba en uno de sus tantos conos de sombra de la temporada.
El escolta incidía con defensa, corridas, dobles y libres, agregándose Orresta con libres para equilibrar el scorer en 55.
Williams consolidaría una ineficacia desde la línea, Uranga Junior no podría volver a colaborar con puntos y Gamboa pondría arriba a Estudiantes pasando la primera mitad (57-55).
Mientras Williams y Ravina seguirían metiendo la pata, Maldonado hacía de todo para que Estudiantes no se escape. Lo bueno es que el local tampoco se presentaba tan confiable en sus avances.
Estaba para cualquiera de los dos, pero el arbitraje empezó a meter la cola.
Entrando a los 3’ finales, Roberts imitó a Gamboa en la visita exitosa a la línea de Libres. Parecía que el “Verde” se escapaba, pero La Bella, en una noche muy poco fecunda, volvió a reducir el margen y reinstala el desasosiego en “El Gigante Verde” con 2’26” por jugarse.
El reloj decía que 1’42” faltaban para el epílogo, y los jueces se comieron los pitos con una falta que no sancionaron perjudicando a Williams, y en la respuesta Roberts -con doble y bonificación- transformaron el tablero en un 65-59 casi lapidario.
Echagüe no claudicó, pese a su andar intermitente, pese a las bondades irregulares del rival, al clima del “Gigante Verde” 100 % en su contra y a dos jueces que desde la mitad del tercer chico cambiaron la tendencia sin tapujos.
Ravina haría lo posible pero sus compañeros no se contagiaban lo suficiente. Igual, el villaguayense reduciría la adversa ventaja a dos (65-63) con menos de un minuto para el fin.
Sesenta segundos finales. Lee Roberts erró un imposible, pero en la respuesta, con varios segundos para armar un mejor tiro, Ravina se apresuró innecesariamente. El error no pasó a mayores porque en el otro aro también se equivocó Gamboa aunque el rebote lo captaría Apendino Moya al que le cometerían falta.
Landoni, con 9 segundos, le cometería foul a Moya quien encestaría uno de dos dejando el tablero 66-63.
Ravina, el menos aconsejable pues venía con inseguridades, se hizo cargo de la heroica pero se resbaló y chau posesión.
La locura fue que Matías Fioretti, en la reposición, hizo un pasito de más y los árbitros le cobraron camina.
Sí… Increíble… Última bola para Echagüe y el aro se cerró ante el desesperado tiro de La Bella.
Triunfo de Estudiantes, con gusto a fósforo, cortando alambre… Pero victoria al fin y la serie 1-0. El “Verde” arriba, pero ojo con el “Negro” que dejó un mensaje indeleble: NO SERÁ TAN FÁCIL…
El resto
La única sorpresa de los primeros choques se dio en Cañada de Gómez donde Monte Hermoso Básket derrotó por 66 a 63 a Sport Club, después fueron todas victorias de los locales.
San Martín goleó a Sarmiento por 91 a 66, San Isidro venció cómodamente a Oberá Tenis Club por 95 a 74 y Alvear triunfó sobre Instituto por 90 a 77.
Quilmes se impuso ante Banda Norte por 78 a 64, Huracán se sacó de encima a San Lorenzo con un resultado de 93 a 80 y Ciclista en dos tiempos suplementarios pudo batir a Alianza Viedma por 107 a 99.
Fotos: Gentileza Prensa Estudiantes de Concordia.-