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Argentino de Basquetbol: Entre Ríos y su peor fracaso en décadas

Entre Ríos concluyó ayer en Corrientes su reinado en el básquet argentino Mayor y lo hizo con una victoria -ante Mendoza- que solo sirvió para evitar zozobras pensando en la edición 2015 a la cual concurrirá, esperemos, con otro grado de preparación.

 

El plantel de la FeBER venció, no sin angustias, a Mendoza con un 100-94 en tiempo extra. O sea, otra vez sopa con la zozobra, con el sufrimiento innecesario. Pudo evitarse. Esa es la moraleja para la dirigencia federativa y para el coach Martín Amden o cualquier DT que se haga cargo de aquí en más.

 

Lamentablemente, el juego no lo pudimos ver como si logramos apreciar la Fase Clasificatoria gracias a CABB TV. Ni siquiera pudimos analizar las estadísticas por el cada vez más defectuoso sistema de FIBA Live Stats a causa de la IMPROVISACIÓN Confederativa y de cada Federación organizadora de certámenes Nacionales, de depender exclusivamente del wi fi de los estadios. Por ende, poco podemos referirnos a ésta última presentación en profundidad.

 

Lo concreto es que, con un plantel integrado por 10 jugadores del Torneo Federal y dos Juveniles, Mendoza -que además sintió la ausencia de su base Nicolás Aguilera- le opuso tenaz resistencia al combinado entrerriano que asistió con un mix de Liga A y TNA, bajo orientación de quien dirigirá a uno de los clubes de mayor predicamento en la República como el Atlético Echagüe Club.

 

El perdedor de este pleito quedaba en “lista de espera”, aguardando confirmación de próxima localía organizativa. Por ejemplificar. Si La Pampa o Formosa es anfitrión, al 10° se le quitaba su plaza. Por ende, a esta situación llegó Entre Ríos por asistir -como campeón- con 5 días de armado y un adiestramiento tan breve como peligroso por lo que finalmente ocurrió y ANTICIPAMOS antes de aquellos ensayos en jornadas gélidas: el riesgo de sufrir lesiones, en especial musculares.

 

Y Entre Ríos sufrió, antes del debut, primero la baja de Matías Hauscarriague y luego de Mariano Byró, más otras mermas de rendimiento físico por molestias diversas, precisamente por esa apurada y arriesgada preparación que ACEPTÓ el coach y que ACEPTARON los jugadores temerariamente.

 

Así, se cayó en este abismo recóndito. Así, Entre Ríos pasó de ser campeón a plasmar la peor producción en décadas.

 

Martín Amden pudo ser el culpable de no haber llegado con su palabra a los dirigidos, de no lograr que apliquen correctamente lo que él pretendía, de no conseguir inspirar a las individualidades o no exprimirles el “jugo” de sus talentos; se lo podrá culpar de por qué pidió o no pidió Tiempos Muertos OPORTUNAMENTE, de por qué hizo o no hizo tal o cual cambio… Pero su MAYÚSCULA responsabilidad fue haber aceptado las condiciones en que se formó, se preparó y el cómo se asistió a tierras correntinas.

 

Quizás por la ambición, la codicia, el hambre de gloria que permanentemente persiguen los DT’s, con sus modos de ser, sus formas, sus actitudes tan particulares, se obnubiló con ir al 80° Argentino como el “dueño” del equipo campeón y subestimó la complicada integración de la Zona.

 

Tal vez lo ÚNICO que ocupó su mente y corazón fue dar una mano a la Federación que supo confiar en él.

 

Pero lo concreto es que, suene DURO  o no… Amden SABÍA que afrontaba un compromiso sin garantías de resultado.

 

Ahora bien… ¿Y los jugadores? Sí, sí… Ellos también son garantes solidarios pues cuando dieron el “okey” sabían que exigirían sus cuerpos sin avales de obtener beneficios.

 

Por ende, la CULPA, el YERRO, la FALTA fundamental tiene a la Federación Entrerriana de Basquetbol como protagonista cardinal, NOTABLE.

 

El registro de 2 triunfos y 4 reveses, el 9° puesto, nada menos que luego de cosechar la corona, implican un papelón IN-DI-SI-MU-LA-BLE. Por más que se intente, se trate, maquillar la coyuntura, habrá que esperar un gesto de grandeza de una dirigencia que -HACE RATO- no asume un comportamiento pleno de HUMILDAD, de AUTOCRÍTICA, de REFLEXIÓN y sin embargo sigue aferrada, al parecer ETERNAMENTE, a un mandato que supo tener épocas de indiscutible brillo, de valorable PROVECHO, sobre todo REGULARIZANDO una situación CAÓTICA desde todo punto de vista.

 

Sin embargo, hace tiempo, hay rasgos, hay signos, hay símbolos de DESGASTE, de DETERIORO, de nociva ALTERACIÓN, de DECADENCIA. Solo hay que ser BÁSICAMENTE coherente, congruente, sensato, RACIONAL para interpretar que HAY CICLOS y salvo que haya una NECESIDAD de PERPETUARSE en una función por intereses poco claros, debemos esperar que desde la FeBER surja en forma INMEDIATA una visible SEÑAL de propender a un CAMBIO, como mínimo, de METODOLOGÍAS.