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Argentino B: es a matar o ir a terapia intensiva

Paraná recibe el domingo desde las 16.30 a Colegiales de Concordia, con arbitraje del santafesino Carlos Córdoba. Daniel Veronesse tendría los 11 para el cotejo por la 1ª fecha de la 2ª rueda, del Torneo Argentino B, Zona 6, el cual reviste aristas de enorme expectativa pues otro empate o peor aún una derrota pueden desencadenar efectos lapidarios.

Si hay algo claro es que la capacidad integral del DT santafesino, su inteligencia en la elección, el rearmado del cuerpo técnico, su sistema de trabajo, el esfuerzo dirigencial y los nombres elegidos -más allá de la austeridad-, para nada presagiaban una campaña tan irregular y en la cual se han otorgado tantas ventajas a sus adversarios en la 1ª ronda.

La idea original era hacer pié en la categoría, un objetivo primario y humilde, pero no sufrir tanto. No estaba en los papeles esperar tanto una regularidad en el funcionamiento y menos aún, tributar tantos “obsequios” a varios de sus oponentes.

Lo bueno es que, más allá del inicio de campaña no positivo, las chances de un desquite, de un torcer el destino a tiempo está.

Lo que es más, en las últimas dos semanas, tras el fatídico empate frente a los formoseños, hubo una honda revisión del entrenador y una sensible autocrítica de los jugadores para lograr sacarse la mala onda de encima y empezar a pensar diferente.

Se trabajó con intensidad en la faz defensiva para eliminar groseras desinteligencias en cuanto a acciones de pelota detenida (un mal terrible que aquejó al “Decano” en ésta primera vuelta) y se procuró redescubrir un líder en cuanto a la distribución del esférico.

Pero amén de ello, el propósito del cuerpo técnico fue trabajar en la faz psicológica, tratando de llegar a la fibra íntima de los integrantes del plantel en pos de mejorar lo anímico, y reforzar la autoconfianza, o en criollo, lavar las cabezas y sacarse cualquier clase de mal pensamiento o mala onda, acentuando algunas pautas nuevas.

Veronesse a su vez enfatizó lo concerniente al compromiso, a la responsabilidad en singular hacia lo colectivo y si bien aclaró que nunca puso en tela de juicio ello, aseveró que es necesario robustecer lo inherente a actitud para afianzar la idea de exhibir una postura más agresiva (sin caer en la violencia innecesaria), una presencia intimidante en la zaga y zona central de contención, como más incisiva, más picante de mitad de campo para arriba, plasmando esencialmente un mayor grado de equilibrio, de balance entre defensa y ataque.

A su vez, en la faz ofensiva, desde todas las líneas pues también se ataca desde abajo, se procuró trabajar más en la velocidad y repentización con o sin el balón.

Y algo quedó muy en claro: habrá cambios.

Hablando de ello los 11 jugadores que paró este jueves Veronesse fueron Federico Taborda (reconfirmado pese a algunas versiones tiradas extraoficialmente); la línea de cuatro formó con Martín Galli, Marcelo Sosa, Diego Ciarroca, Rubén Barrientos; en el mediocampo estuvieron Aaron Cointry, Pablo Lencioni, Lautaro Bouchet, Lisandro Alzugaray y se vio adelante a Sergio Chitero y Fernando Benítez.

Observando ello se desprende que Rubén Barrientos relevaría a José Mancuello, Aaron Cointry a Osvaldo Ramírez, Lautaro Bouchet a Leonardo Acosta, y Sergio Chitero a José Luis Marzo.

Aunque cabe consignar que luego hubo enroques: Osvaldo Ramírez ingresó por Aaron Cointry, David Dri por Marcelo Sosa y José Luis Marzo por Fernando Benítez.

El plantel volverá a entrenar nuevamente este viernes por la tarde en el club y el sábado por la mañana todo en el “Pedro Mutio”.