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Argentina es una hoguera y Milei sigue atacando a la cultura

El mandatario Javier Milei continúa este viernes con su crítica hacia la cultura argentina en medio de los incrementos en las tarifas del transporte y la energía, que están impulsando una inflación del 25% en diciembre y del 20% en enero.

El mensaje extenso que Milei compartió en X lleva por título “DESMONTANDO LA DOMINACIÓN CULTURAL GRAMSCIANA”.

“El núcleo del problema argentino no reside en lo político y/o económico, sino en lo ético, lo que resulta en el cinismo político y el deterioro económico. Este sistema está corrompido y al tocarlo, brota pus, mucha pus, una cantidad alarmante”, comienza el presidente en su declaración.

Luego, Milei añade: “Gramsci argumentaba que para instaurar el socialismo era imprescindible introducirlo desde la educación, la cultura y los medios de comunicación. Argentina es un claro ejemplo de ello. Cuando uno cuestiona la hipocresía de cualquier ídolo de los progresistas, sus mentes explotan y recurren a todo tipo de respuestas emotivas y acusaciones falsas y absurdas para defender desesperadamente sus privilegios”.

“Así, no solo quedan expuestos aquellos que disfrutan de los privilegios otorgados por los políticos en términos de salarios no justificados por el mercado, sino que también quedan expuestos los políticos, gobernadores e intendentes que se aprovechan de los recursos proporcionados por los contribuyentes para hacer propaganda política, y por supuesto, los seres más despreciables de la política emergen en busca de algún beneficio que se ampare en lo políticamente correcto (aunque implique un acto de violencia). Sin lugar a dudas, cualquier columna que se desmorone del edificio gramsciano, encontrará defensores entre los beneficiarios de las otras dos”, expresa el texto del líder de La Libertad Avanza.

Finalmente, concluye con una reflexión: “Lo más fascinante de la lucha cultural que se manifiesta en la política basada en el principio de revelación es que al señalar a los ídolos del edificio gramsciano, se crea automáticamente una línea divisoria entre quienes viven de los privilegios del Estado y las personas honestas. Aquí, el problema no es una actriz. Es una estructura cultural diseñada para mantener el modelo que beneficia a los políticos. Bueno, nosotros estamos aquí para acabar con eso. Sin embargo, muchos no lo ven y no pueden apreciar esta clase práctica… ¡VIVA LA LIBERTAD, CARAJO…!!!”

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