Maran Suites & Towers

Apertura de AFA: los más y los menos del mercado

Finalizado el Mundial, las miradas vuelven al ámbito local, donde los grandes del fútbol local buscarán retornar a los primeros planos en el torneo Apertura que comenzará el 6 de agosto.

Tras un primer semestre para el olvido, Boca, River, Independiente, Racing y San Lorenzo trabajan y refuerzan sus planteles para afrontar sólo esa competencia, salvo en el caso del “Rojo”, que también disputará la Copa Sudamericana.

Por el lado de la ribera, mientras que se sedujo lo suficiente a Martín Palermo y no hay solución mediata para las pretensiones de Román Riquelme, los dirigentes decidieron hacer cambios radicales que se pedían desde hace tiempo y contrataron jugadores de jerarquía, además de apostar al técnico campeón del Clausura, Claudio Borghi.

La renovación más importante se da atrás, con un arquero y una defensa totalmente nueva -Cristian Lucchetti, Cristian Cellay, Matías Caruzzo y Juan Insaurralde-.

Tras obtener el Apertura 2008, Boca pasó de un fracaso a otro, con problemas internos en el plantel, cambios de mando en la conducción técnica y desaciertos dirigenciales.

La nueva apuesta apunta a poner al equipo otra vez en el lugar que se había ganado en los últimos años y por eso los directivos están cumpliendo cada una de las exigencias del “Bichi”.

En la vereda de enfrente, River estará en una situación inédita, ya que arrancará en la zona de promoción, como consecuencia de las pésimas campañas de los dos últimos años.

Daniel Passarella apostó a la continuidad de Ángel Cappa, aunque los nombres rutilantes que se mencionaban como refuerzos -Mauro Camoranesi o David Trezeguet- fueron cambiados por otros de menos valía futbolística y, sobre todo, moneteria.

Si bien llegaron varios jugadores, sólo Juan Pablo Carrizo demostró que el buzo no le pesa -fue campeón y figura en el último título de la entidad- mientras que los otros que llegaron han rendido, pero en equipos de menor cuantía.

De todos los grandes, Independiente ha sido el único que dio pelea casi hasta el final en el último certamen, pero pese a eso, los directivos apostaron por un nuevo técnico -Daniel Garnero por Américo Rubén Gallego- y un nuevo proyecto que apunta más a las inferiores.

El ex entrenador de Arsenal llegó con el visto bueno del manager César Luis Menotti, que pretende apuntar a un trabajo a largo plazo con la cantera del club, algo que el “Flaco” consideró que Gallego no podía darle.

En tanto, Racing podrá empezar un campeonato sin las presiones del promedio después de bastante tiempo, por lo que Miguel Russo apuntará a consolidar el equipo del último semestre más algún refuerzo que apuntale.

Ya sumó a Patricio Toranzo como conductor, recuperó físicamente al paraguayo Marcos Cáceres e intentará poner a punto a Roberto Fabián Ayala.

En Boedo, las cosas tampoco terminaron bien en el último Clausura, torneo en el que compartió los últimos lugares con Boca,y por eso se apostó por un reconocido ganador como Ramón Díaz.

Sin embargo, el riojano amagó con pegar un portazo en las últimas horas, porque consideró que los directivos se están demorando demasiado en cerrar incorporaciones de nivel para pelear el campeonato.

Más allá de estos equipos, no pueden dejarse de lado a Estudiantes, Vélez y Godoy Cruz, animadores del Clausura, y por supuesto al campeón, Argentinos Juniors.

Todos estos conjuntos, menos los mendocinos, disputarán la próxima edición de la Copa Sudamericana.

El técnico de Estudiantes, Alejandro Sabella, todavía no firmósu  continuidad, tal vez porque espera algo más de parte de los directivos.

Ya se fueron del equipo platense Cristian Cellay, Clemente Rodríguez y Mauro Boselli, y llegaron Facundo Roncaglia y HernánRodrigo López.

Tanto Godoy Cruz como Vèlez apuestan a la continuidad  de losprocesos anteriores, Omar Asad y Ricardo Gareca, respectivamente, mientras que Argentinos apostó a Pedro Troglio para reemplazar a Borghi.

Más allá de las especulaciones previas, cada uno de los equipos del fútbol local contará con un inédito mes de preparación, algo que satisface a los preparadores físicos, pero pone nerviosos a los técnicos y simpatizantes.