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Año Ñuevo chino en Buenos Aires: celebración multicultural de transformación y prosperidad

La emblemática celebración, que inició este sábado y concluirá el 17 de febrero, representa la festividad más destacada de la comunidad.

Con bailes tradicionales, platos típicos y miles de participantes, la comunidad china y residentes de la ciudad de Buenos Aires conmemoraron la llegada del Año Nuevo Chino, el 4722 que simboliza el Dragón de Madera. El evento, de acceso libre y gratuito, se llevó a cabo en la Plaza Parques Nacionales Argentinos, en el barrio porteño de Belgrano.

El Año Nuevo Chino, la celebración más relevante para esta comunidad, se celebra globalmente. Con la llegada del Dragón de Madera, se anticipa “un año de cambio y propicio para emprender nuevos proyectos”, según indicaron los organizadores.

“Es la festividad más crucial de todo el año, un momento de reunión familiar que encarna la tradición china de paz, armonía y convivencia del ser humano con la naturaleza, valores comunes”, afirmó el embajador chino en Argentina, Wang Wei, en la apertura de los festejos. Destacó que “actualmente una quinta parte de toda la población mundial celebra este día, recientemente incluido en el calendario de feriados de Naciones Unidas”.

“Vivimos en una aldea global, somos una gran familia. Este festejo refleja que la celebración global implica el intercambio cultural y el desarrollo común”, señaló el embajador, ataviado con una camisa tradicional china.

“El dragón simboliza justicia, fuerza y valentía. Esperamos que este año el mundo pueda progresar y que todos los países puedan colaborar por un mundo más próspero, seguro y justo”, afirmó Wei.

Debido a la ola de calor que afecta al país, el festival se reprogramó para iniciar a las 17 horas, momento en el que se entonaron los himnos nacionales de Argentina y China para dar inicio al evento.

Así, cinco dragones ingresaron bailando al escenario, comandados por siete personas. Se les realizó el “clavado de pupilas”, consistente en pintar los ojos de los muñecos con pintura roja para “despertarlos”.

“Nǐ hǎo”, expresó la vicejefa de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Clara Muzzio, saludando en chino a los presentes y destacando que “recibir el nuevo año es soñar con una nueva prosperidad y un futuro mejor”.

“Buenos Aires es una ciudad de encuentro, que acoge diferentes etnias y credos, rica en tradiciones”, aseguró Muzzio, subrayando que “abrazamos las diversas tradiciones y comunidades, deseando la visita de turistas y estudiantes chinos”.

Muzzio resaltó que el Barrio Chino en Belgrano “es el símbolo de la comunidad china en Buenos Aires y uno de los lugares turísticos más importantes de la ciudad”.

Posteriormente, los tambores resonaron y los dragones descendieron del escenario, acercándose al público para que pudieran tocarlos, en línea con la creencia popular que sugiere que traen buena suerte.

Además, se sumaron al escenario cinco leones que realizaron una coreografía sincronizada, seguida de actuaciones musicales de pop chino contemporáneo y danzas tradicionales, donde las bailarinas exhibieron el arte del antiguo oriente.

Carolina Shang, vicepresidenta de Grupo Phoenix Dorada, uno de los organizadores del evento, explicó que “el baile de dragones es para alejar a los malos espíritus, una tradición china que perdura desde hace mucho”.

“El año del Dragón de Madera se debe a que hablamos de madera de un árbol, que está vivo, significando un año de transformación. El árbol en invierno queda solo con ramas y en primavera se llena de hojas, entonces uno ve ese cambio. Este año es de cambio, de atreverse a emprender actividades nuevas”, añadió Shang, vestida con un qipao rojo, un vestido tradicional chino.

“Queremos abrir un camino de intercambio cultural para que en el futuro lo sigan las generaciones venideras, logrando que nuestros compatriotas chinos disfruten junto al pueblo argentino de esta celebración tan especial”, agregó.

El evento contó con más de 40 puestos, ofreciendo propuestas gastronómicas típicas de China como pollo agridulce, chaw fan, arrolladitos primavera, chop suey, dan tat, bubble tea y repostería china, entre otros.

Los emprendedores también vendían productos típicos chinos, como abanicos pintados y otras artesanías como dragones de madera.

En varios de los comercios se podía observar el gato dorado de la suerte que mueve el brazo, mientras que otros exhibían muestras de caligrafía, ceremonias del té y libros de medicina china.

“Es una celebración muy importante para la comunidad, que veo cada vez más consolidada. Somos muchos, la mayoría somos comerciantes y trabajamos bastante”, compartió Diana Ye, de 45 años, voluntaria de la comunidad para organizar el evento.

“Aún debemos fortalecer el cruce de culturas con la argentina, ya que son muy distintas, pero estamos en el buen camino”, concluyó.

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