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Almagro no da el brazo a torcer desde Uruguay

El canciller uruguayo, Luis Almagro, confía en que el fallo de La Haya, previsto para el 20 de abril, “va a contemplar la posición de Uruguay”. “Está más que probado que Botnia no contamina y cualquier indicio de contaminación que pueda haber aparecido en el río Uruguay en esa zona no es responsabilidad de la planta”, sostuvo.

Consultado sobre qué espera del dictamen de la Corte de La Haya, afirmó: “Tengo una certeza bastante grande que, en ciertos puntos, Uruguay va a consolidar su posición jurídica actual. Creo que el fallo, en su esencia, va a contemplar la posición de Uruguay.

En relación a los pasos que se deberían debería dar para que los gobiernos de Argentina y Uruguay recompongan su relación, Almagro respondió: “La administración del fallo es sustancial porque contemplará aspectos jurídicos que tienen que tener una implementación práctica. Vamos a tener que ver en qué medida el fallo contempla los intereses de Uruguay y en qué medida los de Argentina, y ver cómo se administra eso”, aseveró.

“De todas maneras, no parece simple reencauzar las relaciones con posiciones tan duras, con los asambleístas que dicen que la única alternativa para desactivar el corte es que Botnia se relocalice y con el gobierno de Uruguay diciendo que Botnia no se mueve”, reconoció.

Si bien admitió que (Uruguay) “accedería a sacarla si el dictamen de La Haya afirmase que la planta contamina”, puso acento en aclarar: “El tema es que está más que probado que no contamina. Y cualquier indicio de contaminación que pueda haber aparecido en el río Uruguay en esa zona no es responsabilidad de la planta. Ese es un aspecto sustancial, es la verdad material que ofrece el caso. Esta situación tiene por lo menos tres áreas: 1) La negociación institucional del poder ejecutivo de ambos países, que contempla la administración de ese fallo; 2) hay otro tema, vinculado específicamente al corte, y es que falta una decisión del poder judicial argentino que diga: “Esto es un piquete, levanten ese piquete que está cortando el puente”; y 3) es un aspecto que engloba a la sociedad civil de Gualeguaychú y de los asambleístas propiamente dichos, que deberán negociar entre ellos a ver si tienen otra posición luego del fallo y cómo hacen su lectura. Esto es algo que tendrán que decidir democráticamente, sin perjuicio que mañana el poder judicial argentino pueda decir que el bloqueo es ilegal”, manifestó.

En lo que respecta a la relación del gobierno uruguayo con los asambleístas argentinos consideró “Repito lo que vengo diciendo: no nos podemos saltear los temas de institucionalidad. Mi contraparte en este tema es la Cancillería argentina. Yo no tengo instancias de negociación con los asambleístas, ese es un tema de derecho interno de Argentina. Los asambleístas resuelven a su manera y en su esquema democrático lo que van a hacer con respecto al corte de los puentes. Yo, por ejemplo, no puedo incidir directamente sobre eso ni puedo negociar con ellos ninguna variable, porque no puedo firmar con ellos acuerdo o tratado alguno. En resumen: nosotros podemos escucharlos, pero lo que no podemos hacer en este tema es intercambiar figuritas”.