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Alerta mosquitos: vuelve otra especie que pica más fuerte

El temporal que la semana pasada terminó de convertir a este mes en el segundo marzo más lluvioso de la historia, dejó el terreno allanado para otro fenómeno natural molesto y hasta peligroso. Una nueva invasión de mosquitos.

Pero a estas picaduras masivas hay que distinguirlas de la actual crisis del dengue en el país, que mantiene colapsadas a las guardias de hospitales, clínicas y centros de salud, con pacientes con síntomas compatibles con el virus.

“Estamos teniendo un nuevo pico de los ‘mosquitos de inundación’, los Aedes albifasciatus, que son producto de las lluvias abundantes y sostenidas de las últimas semanas”, explica a los colegas de Clarin Sylvia Fischer, investigadora del Conicet en el Instituto de Ecología, Genética y Evolución de Buenos Aires (Iegeba, Conicet-UBA).

Así, Fischer distingue desde la ciencia a esta otra “plaga voladora”. No es de la especie Aedes aegypti, el vector del dengue, aunque esos mosquitos siguen subiendo el récord de casos y de muertes.

Al igual que sucedió en diciembre y fue variando en intensidad desde entonces, el aumento de las poblaciones de mosquitos es consecuencia de sus ciclos reproductivos, conjugadas con las condiciones ambientales.

Los que estamos padeciendo ahora, puntualmente, también son llamados “mosquitos charqueros”.

El nombre corresponde a que sus larvas se desarrollan en los charcos temporarios que se forman a partir de lluvias intensas. En esta región, los picos de abundancia (la invasión de mosquitos) se asocian con stocks de sequía –momento en que se acumula gran cantidad de huevos que van colocando las hembras– y cuando ese terreno se llena de agua, suelen eclosionar todos los huevos juntos.

Las hembras, para completar la nutrición necesaria para sus huevos, empiezan a picar al mismo tiempo. La picadura técnicamente es más dolorosa porque se trata de una especie que pica al ganado, particularmente, a los caballos. Por eso es señalada como un gran problema veterinario, por ser potencial vector del virus de la encefalitis equina.

La previsión climática del Servicio Meteorológico

El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) prevé que el otoño mantendrá estas condiciones lluviosas ¿Esta invasión va a ser infinita? ¿El ciclo se va a repetir una y otra vez? ¿O el frío nos va a ayudar?

“No, infinita no va a ser. Pero las condiciones climatológicas de este verano fueron muy particulares (de las olas de calor de fines de enero pasamos a las lluvias tan intensas), sumado a la gran acumulación previa de huevos”, apunta Fischer, por lo que no se descarta un nuevo pico.

Las bajas temperaturas no son un freno pero sí un limitante para esta especie.

“Tiene más tolerancia al frío el Aedes albifasciatus (incluso se encuentra en Tierra del Fuego), pero igualmente no esperamos que sus abundancias se sostengan tan altas cuando empiece el frío, sobre todo si cambia el régimen de lluvias”, puntúa la experta.

El comportamiento del mosquito del dengue

El Aedes albifasciatus tiene un ciclo que depende directamente de lo pluvial. El del Aedes aegypti, en cambio, del agua en los recipientes que tenemos a la intemperie en el entorno doméstico, que se llenan por las lluvias, pero también por las personas, a través del riego.

“Las abundancias de Aedes aegypti todos los años son suficientemente altas para que haya transmisión, por lo cual es necesario sostener y fomentar los programas de prevención para reducir sus poblaciones, y hay que hacerlo todo el año, con o sin epidemia de dengue, para prevenir la siguiente”, recomienda, como política pública contra esta crisis.

¿Cómo se está comportando el Aaedes aegypti ahora? ¿Cómo lo hace, en promedio, en estas semanas de comienzo de otoño, que vienen siendo las peores en dengue (como en 2020 y 2023)?

“No te podría decir con certeza, a primera vista es similar a los años, estamos en pleno proceso de análisis de la información. La diferencia con otros años es la circulación del virus, a nivel de todos los países de la región, que implicó un arranque temprano de la epidemia en Argentina”, profundiza.

Esa anticipación, concluye la investigadora, “deja una ventana de tiempo más larga hasta que inicie el frío, o sea que el tiempo en el que se produce la transmisión y, por lo tanto, el incremento de casos, es más largo, y es la causa de que se acumulen tantos más”.

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