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Alberto Fernández culminó su visita a Israel y ratificó su “compromiso” para saber la verdad sobre el atentado a la AMIA

Alberto Fernández culminó este viernes su visita a Israel, que significó su primer viaje como jefe de Estado. En su última jornada en Jerusalén, el presidente tuvo las dos únicas reuniones bilaterales durante las poco más de 50 horas que permaneció en el país. Por separado, en sus respectivas residencias oficiales, lo recibieron el presidente israelí Reuven Rivlin y, en un encuentro de mayor significación política, el primer ministro Benjamín Netanyahu.

 

Ambos encuentros, al igual que el motivo del viaje del presidente -el Foro Mundial por el Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto, al que asistieron una treintena de jefes de Estado- sirvieron para despejar dudas sobre las tensiones y desconfianzas creadas entre la Argentina e Israel alrededor de la causa AMIA, el memorándum de entendimiento con Irán y la muerte del fiscal Alberto Nisman.

 

Fernández y Netanyahu hicieron una declaración conjunta a la prensa antes de comenzar la reunión. Fue un detalle particular, puesto que -como destacaban en la Cancillería- ese tipo de comunicaciones suelen ser posteriores a las cumbres entre mandatarios.

 

Según trascendidos periodísticos, el líder del Likud reclamaría por el esclarecimiento del jefe de la UFI-AMIA. Los antecedentes potenciaban esas versiones: en 2017, Netanyahu había responsabilizado a Irán por la muerte del fiscal, cuya investigación reivindicó; y, en enero del año pasado, Rivlin recibió a la madre de Nisman, Sara Garfunkel. “Su hijo es un héroe”, le dijo en el marco de la inauguración de un monumento recordatorio.

 

Sin embargo, según anunció el presidente, no hubo reclamos por la causa por la muerte del fiscal que denunció a Cristina Kirchner. “Ninguno de esos temas estuvo ni en la conversación con el presidente ni en la conversación con el Primer Ministro”, señaló horas después en el lobby de su hotel.

 

Netanyahu lo había confirmado horas antes. En su residencia, felicitó al Fernández por su compromiso por la causa AMIA y por mantener las sanciones contra Hezbollah. “Quisiera felicitarlo por seguir manteniendo la clasificación de Hezbollah como organización terrorista, así como también por su lucha persistente en pos de la verdad y el esclarecimiento del atentado a la AMIA, esto es sumamente importante y en ese sentido valoramos mucho su labor”, dijo en perfecto inglés. En el Gobierno repitieron que el congelamiento de los activos de la organización chiíta nunca estuvo en dura, a pesar de los rumores.

 

El presidente, a su turno, garantizó que no habrá dilaciones ni encubrimientos del Ejecutivo sobre el peor atentado de la historia latinoamericana. “Nuestro compromiso para saber la verdad sobre lo que pasó en la AMIA es absoluto. Fue nuestro compromiso y es nuestro compromiso. Necesitamos saber qué fue lo que pasó, por la memoria de todos los que murieron allí y en la embajada de Israel también. Ese compromiso nuestro es inalterable”, dijo.

 

El primer ministro israelí, que la próxima semana se entrevistará con Donald Trump, anunció que pretenden reducir en cuatro horas los vuelos hacia la Argentina a través de escalas en países africanos. Fernández apostó a profundizar el acuerdo comercial entre el Mercosur e Israel.

 

Cerca del presidente se mostraron satisfechos e incluso algo sorprendidos por la calidez de Netanyahu, un duro. El protocolo y el formato de la reunión variaron hasta último momento. Finalmente, ambos mandatarios compartieron una mesa con sus respectivas, Fabiola Yañez y Sara Netanyahu. En el mismo salón, Felipe Solá dialogó con Modi Ephrain, el director General para América latina. “Contra lo que esperábamos el encuentro fue más fluido fue el segundo”, declaró el canciller.

El jueves Fernández ya se había entrevistado con Benny Gantz, candidato opositor a Netanyahu. El canciller se mostró sorprendido, porque el ex jefe del ejército dijo planeaba suceder a “un gran primer ministro”.

 

En la comitiva oficial calificaban el primer viaje del presidente como un éxito rotundo. “Fue muy bueno. Ha sido excelente la impresión que causó que viniera al acto del Holocausto”, agregó Solá.

 

Los contactos con líderes mundiales -el presidente Emmanuel Macron, el rey de España Felipe VI y el vice estadounidense Mike Pence, entre otros- completaron el balance del viaje. El presidente no oculta que busca el apoyo de todos para renegociar la deuda; en especial de los europeos. “Lo hice en Israel y lo hago donde voy porque lo necesitamos. La semana que viene hablaré lo mismo en Italia, España y Francia”, adelantó.

 

El presidente pisará suelo argentino a las 7.55. Cristina Kirchner partirá a Cuba a la brevedad y regresará antes de que le mandatario emprenda acumule más millaje y respaldo en su inminente gira europea.