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Aeroparque volverá a tener vuelos a países limítrofes

El Aeroparque Jorge Newbery volverá a tener vuelos regionales. De esta manera, en poco menos de un mes, la gestión del ministro de Transporte, Mario Meoni, volverá atrás con una medida de su antecesor, Guillermo Dietrich, que en abril de 2019 dispuso que ese tipo de rutas se vuelen desde Ezeiza o, en su caso, El Palomar.

 

Meoni, acompañado por el ministro de Turismo, Matías Lamens, confirmó lo que desde la mañana eran rumores: desde el 11 de mayo se permitirán vuelos a países limítrofes y regionales desde el Aeropuerto Jorge Newbery. Atrás quedará la decisión de utilizarlo solo para vuelos locales y a Uruguay.

 

Más allá del anuncio, ahora llegarán las regulaciones de la Autoridad Nacional de Aviación Civil (ANAC) en las que se conocerán los detalles del regreso.

 

En principio, la decisión de Dietrich tuvo que ver con la impronta de su gestión que se basó en aumentar la cantidad de vuelos de cabotaje. Entonces, los lugares y los horarios del aeropuerto porteño, que como toda aeroestación, tiene limitaciones. Y esos puntos son, en general, los cuellos de botella de la operación.

 

Paralelamente se decidió la apertura del aeropuerto internacional de El Palomar y la medida entregaba algún incentivo a la estación que ya no competía, en algunos vuelos, con Aeroparque y sí con Ezeiza.

 

Para el momento de la mudanza, Aerolíneas Argentinas tenía aproximadamente el 50% del mercado regional que partía o llegaba a la pista porteña. Entonces, había una regulación invisible de los organismos reguladores que le daban pequeñas ventajas a la operación de la línea aérea de bandera.

 

Pero claro, el mercado aerocomercial se mueve con convenios de reciprocidad internacionales y eso fue lo que truncó un proyecto más ambicioso que tenía la administración de Mariano Recalde en Aerolíneas: dejar la estación porteña solo para la línea aérea estatal.

 

No hubo caso. Inmediatamente que se conoció la iniciativa, las empresas amenazaron a tomar medidas similares en plazas donde volaba Aerolíneas. Si las extranjeras no podían competir en la misma estación que la estatal, céntrica y demandada, pues habría un tratamiento similar tendría ésta en el exterior. El plan quedó a mitad de camino y se regionalizó la aeroestación. Mientras, la mano regulatoria le daba alguna que otra pequeña ventaja a la estatal. Horarios o mangas en vez de estacionamiento en zonas alejadas eran, por caso, alguna de las distinciones.

 

Todo se terminó con la decisión de Dietrich. Pero sucede que el mercado, ahora, es distinto. No sólo que están las llamadas low cost sino que hay más vuelos y más frecuencias. Por ahora, las empresas aéreas se entusiasman con el regreso. A todas les seduce operar a otros países desde el Aeroparque. Por lo bajo advierten que habrá que ver esa regulación invisible que a veces se tornaba demasiado parcial en favor de una.

 

Hubo, sí, una aclaración del ministro. La medida no alcanza a las empresas de low cost (Flybondi y Jet Smart) por una razón. Por lo que comentó la idea es retrotraer las cosas al momento en que se decidió la mudanza, allá por abril de 2018. Las que operaban entonces operarán ahora. No hay jugadores nuevos. Hay un caso que no tiene respuesta aún. Por caso, Norwegian, que vendió su operación local a Jet Smart, opera sus frecuencias desde Aeroparque. Qué pasaría, por caso, si los nuevos dueños piden vuelos hasta la región. Por ahora, no hay respuestas.

 

Tampoco si lo hiciera una nueva compañía. Según lo que se explicó, las beneficiadas son Aerolíneas, Latam (quizá la más agradecida), la brasileña Gol y la Amazonas.

 

En noviembre, según datos de la concesionaria de ambas terminales, Aeropuertos Argentina 2000, pasaron por Aeroparque 944.782 personas, con una baja de 10,7% frente al mismo mes del año anterior. En tanto, la cantidad de viajeros en Ezeiza subió 18% y llegó a 980.833 pasajeros en ese mes.