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Advincula, lo mejor de Boca en Río

Boca no pudo llegar a conquistar la Séptima Copa Libertadores. El 1-2 ante Fluminense, en tiempo suplementario, marcó el final de un sueño construido a fuerza de empates y definiciones por penales con Chiquito Romero como héroe desde los octavos de final. Hay algo que quedó claro: hay pibes con un inmenso futuro si es que no se van antes al extranjero. Además, el equipo no tiene una indefinida de juego colectivo y su técnico no administra las rotaciones del banco en forma coherente.

Arrancó con dudas Boca, pero mejoró bastante en el segundo tiempo a pura guapeza. En un partido de CERO ideas en lo táctico-estratégico, el Xeneize dio todo, puso actitud, pero no se pasó bien la pelota, y a partir de una falta de creatividad irritante, careció de profundidad, rechazando la defensa carioca decenas de centros infructuosos.

Luis Advincula, pese a su rigurosidad física en cada cruce que lo dejó expuesto a salir en cualquier momento expulsado, fue el mejor jugador del elenco argentino.

Sergio Romero (6): Esta vez, Chiquito no pudo hacerse gigante. No tuvo demasiado por hacer en los goles de Fluminense. Boca no llegó a los penales, ahí donde el arquero parece invulnerable. Nada para reprocharle al misionero de 36 años: fue el mejor jugador del equipo de Almirón en el torneo.

Luis Advíncula (8): El peruano le dio vida a Boca con un golazo, el cuarto suyo en esta Libertadores. Todos fueron de zurda. El lateral enganchó cerca del área y la clavó abajo, lejos de la mano de Fábio. En defensa no sufrió demasiado, más allá de las corridas de Keno. Causó permanente inquietud a los brasileños con sus proyecciones. Por momentos exageró su habitual juego al límite de lo rudimentario.

Nicolás Figal (5): Arrancó con muchas dudas con la pelota en los pies, y en cuanto a la ocupación de espacios, pero evidenció paulatinamente evidenció personalidad para jugar en el Maracaná. Si bien en los goles del “Flu” tuvo protagonismo, precisamente por eso de no pisar firme en su área y querer cubrir a todos dejando flancos débiles, cuando Almirón lo saca era el que más empujaba adelante a sus compañeros.

Nicolás Valentini (6): Le tocó reemplazar a Marcos Rojo y cumplió. Pudo ser expulsado por un cabezazo a Ganso a poco de iniciado el juego que el árbitro Roldán decidió no revisar en el VAR. Era roja y penal en contra. Zafó. Pero es joven (22 años) y tiene mucho por madurar y demostrar.

Frank Fabra (2): El colombiano hace rato está en deuda con Boca y sus días están contados. El primer gol de Cano llegó por una jugada elaborada en su espalda. Después, se hizo expulsar infantilmente en el final del primer tiempo suplementario justo cuando Boca tenía la ventaja de haber sido expulsado tontamente Kennedy.

Cristian Medina (5): Inconstante. Impreciso y hasta falto de estado como para disputar un partido tan reñido. Sin dudas que los 21 años le pesaron demasiado.

Guillermo Fernández (6): Fue de menos a más y terminó jugando correctamente. Fue el volante más retrasado y permitió que Equi Fernández se libere.

Ezequiel Fernández (6): Mucho despliegue. Gran actitud. Poca claridad en la distribución del juego. Demasiadas intermitencias y por lapsos poca astucia para generar desequilibrio. Otro a los que le pesó por pasajes sus 21 años.

Valentín Barco (5): El juvenil se mostró muy participativo en los primeros minutos, metiendo buenos pases en profundidad y rotando por varios sectores de la cancha. Lejos estuvo de su real nivel. Quizás se apichonó en semejante estadio y ante un imponente marco de público. Lógico por sus 19 años.

Miguel Merentiel (5): Otro de los que corrió por todos lados pero no fue claro y mucho menos pícaro para jugar en una posición donde debe leer la postura de sus defensores y cuáles son los espacios ideales a transitar. Llevó algo de peligro a la valla del experimentado guardameta.

Edinson Cavani (5): Borrado por el planteo sagaz del técnico brasileño. Puso fibra y temperamento, pero le faltó lo que más tiene: lucir liderazgo y oficio en un equipo con varios jóvenes valores. El físico duró poco.

Darío Benedetto (5): Otro que seguramente no siga más en La Ribera. Como defensa, le otorgamos un punto más porque no le llegó ni una bola clara para resolver y todo se lo tuvo que armar él.

Luca Langoni (5): Otro pibe que lució “atado” por el marco extraordinario y el legendario recinto como la definición. Con tan solo 21 años, ya vendrán nuevas finales. Calidad tiene, pero le faltó atreverse. Tampoco se lo vio bien en lo físico.

Lucas Janson, Vicente Taborda (22 años), Marcelo Saracchi, Bruno Valdez: Entraron con un trámite casi resuelto y solo aportaron buenas intenciones pero nada nuevo para un equipo que jugó a nada.

Jorge Almirón: Boca, desde el primer partido de la Copa, demostró no tener una línea de juego, un estilo, una filosofía. Pero lo peor fue la forma que el técnjico manejó las variantes. Sin duda, su futuro no está en La Boca.

Desde su llegada al club, Boca disputó 43 partidos de los cuales ganó 17, empató 13 y perdió los 13 restantes. Los números no lo acompañan y el rendimiento tampoco. No se puede reducir el análisis de un ciclo a un solo encuentro, pero la cara del equipo que se vio este sábado no fue un oasis. Más bien todo lo contrario.

Almirón afirmó en conferencia de prensa que Boca “mostró su identidad”. Y es cierto. Ese fue justamente el problema, que mostró la identidad que adquirió durante su etapa, cuando debería haber mostrado la que demandaba su historia.

 

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