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A 29 años del atentado a la AMIA: unísono clamor de indignación por la vergonzosa impunidad y la Justicia ausente 

El presidente de la AMIA, Amos Linetzky, fue el orador principal del acto en el que esta mañana se renovó el pedido de justicia al cumplirse 29 años del atentado a la sede de la mutual judía, que provocó 85 muertos y más de 300 heridos.

“La herida se agranda cada día y se profundiza con cada día sin justicia”, lamentó antes de enviar directamente un mensaje a los políticos: “Estamos transitando un año de campañas electorales, consideramos necesario que los candidatos le expliquen a la sociedad sus propuestas para que estos crímenes no vuelvan a suceder en nuestro territorio”.

A las 9:53 el silencio fue total frente a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA). Y la sirena. Cada 18 de julio, como desde hace casi tres décadas, se conmemora el sangriento atentado en Pasteur 633: el peor de la historia argentina.

Las fotos levantadas de las víctimas, de aquel fatídico 18 de julio de 1994 y nuevamente la sirena que trae a la memoria aquel momento espeluznante. Los familiares presentes de las víctimas entonaron la canción Como la cigarra, escrita por María Elena Walsh en 1973 y, por aquel entonces, entonada por Mercedes Sosa, quien popularizó el tema.

“La gente iba a trabajar, una bomba explotaba a las 10 de la mañana, la gente corría, los vidrios caían, los chicos lloraban y las sirenas sonaban”, se oyó en palabras de un niño que relata la tragedia con su voz en off.

“Justicia Ausente – Digamos presente”, fue el lema de esta nueva convocatoria frente a la sede de la AMIA. “Este instante hace 29 años, en este lugar nos arrancaron a nuestros esposos y esposas, hermanos y hermanas. En este instante, hace 29 años, mataron a nuestros hijos e hijas y no podemos disfrutar de su crecimiento”, comenzó en el acto conmemorativo en la voz del locutor Lalo Mir.

“Solicitamos un minuto de silencio en memoria de los asesinados, en este lugar, en este instante y elevamos altos los retratos”, dijo el locutor. Y completó: “Para que nuestros muertos no mueran dos veces, una por la bomba y otra por el olvido y la indiferencia”.

Varios familiares de las víctimas subieron al escenario y se nombraron a cada uno de los fallecidos: nombre, apellido y edad, con la voz en coro, gritando, “presente”.

Entre los que presenciaron el acto, del arco político, estuvieron los precandidatos para jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, Martín Lousteau, Leandro Santoro y Roberto García Moritán. También dijo presente Javier Milei, precandidato presidencial por La Libertad Avanza, Claudio “Chiqui” Tapia, titular de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA), Eugenio Burzaco (ministro de Justicia y Seguridad porteño), Waldo Wolff, Secretario de Asuntos Públicos de la Ciudad, y el embajador de Estados Unidos en Argentina, Marc Stanley.

Luego en el acto, en donde se recordó la muerte del fiscal Alberto Nisman, Linetzky comenzó su discurso diciendo que “40 años ininterrumpidos de democracia que, como Nación nos debe llenar de orgullo”. Y apuntó: “Nuestra democracia tiene grandes deudas con la sociedad: la impunidad con la causa AMIA, es una de ellas“, para luego nombrar las palabras “vergüenza”, “impunidad”, “impotencia” y “desamparo” en una “herida que se profundiza cada día sin justicia: ya van 10500 días, ¿cuánto tiempo mas se puede soportar la impunidad?”.

Luego acusó a la República Islámica de Irán como el autor intelectual y al Hezbollah como brazo ejecutor del brutal atentado. Y sobre los sospechosos sostuvo: “Hemos denunciado que algunos de ellos se pasean impunes por el mundo”.

En otro pasaje de su discurso hizo lugar a Qatar, país organizador del último Mundial de fútbol. “Hace solo unos meses, Qatar recibió con honores a uno de los sospechosos de haber organizado el atentado”, expresó. Y preguntó con ironía: “¿las autoridades argentinas no se enteraron? ¿por qué no reaccionan a tiempo? ¿por qué no se presentó una queja formal?

Y reclamó a que la fiscalía especial muestre “avances reales en la investigación, algo nuevo o sustancioso” y luego mostró su indignación ante una Justicia que recién en 2022 dejó firme la condena a cuatro años de prisión de Carlos Antonio Castañeda -quien debía custodiar desde la Policía Federal pruebas claves de la causa AMIA en los primeros momentos de la investigación- y quien al momento del atentado era jefe del Departamento Protección del Orden Constitucional de la Policía Federal. “No sólo no investigó sino que destruyó pruebas muy valiosas y lo llevamos a prisión, en 2005 y quedo firme el año pasado: 17 años se tomó la Justicia para poner firme una condena”, bramó Linetzky.

Y siguió haciendo un balance del horror a casi tres décadas. “29 años han pasado y todavía no sabemos de donde provinieron y como consiguieron los explosivos, dónde se terminó de armar la camioneta bomba o a quien se la entregó Carlos Telleldín (abogado y ex reducidor de autos que estuvo preso por la causa), quién la ingresó en el estacionamiento cercano y un sinfín de preguntas más”, para luego sostener que “el juzgado a cargo de una de las causas más grandes de la Argentina sigue vacante”.

Luego de exigir “el esclarecimiento por la muerte de Alberto Nisman (fiscal de la causa AMIA), quién o quiénes fueron los autores y cómplices encubridores de su muerte: la República se desangra con semejante crimen sin esclarecer”, sostuvo el titular de AMIA.

Otro de los puntos relevantes de su discurso fue con respecto al año eleccionario que se atraviesa. “Los candidatos deben incluir en su plataforma electoral propuestas para que estos crímenes no vuelvan a suceder como así también que las investigaciones judiciales sean efectivas y reconocer a Hezbollah como una organización terrorista que sigue operando en la zona de la Triple Frontera: no es una amenaza del pasado es una amenaza del presente”, sentenció.

“Sin justicia no hay democracia”, sentenció y recordó las palabras del ex presidente Raúl Alfonsín en donde citó el Preámbulo de la Constitución Argentina. “No estamos dispuestos a acostumbrarnos a la injusticia”, finalizó para luego dar lugar al familia de una víctima.

Él recordó cómo su hermano falleció frente al balcón de la mutual judía. “Diego llamándome, parado en ese balcón [lo señala con el dedo y levanta la mirada] hablando de la cosa de todos los días. La explosión en el teléfono, parecía como una interferencia y después empecé a escuchar ruidos de cosas cayéndose, cosas que se destruían”, recordó acongojado. Y completó: “Sentí una desesperación, una taquicardia que me acompaña hasta hoy”, expresó en uno de los pasajes más emotivos del acto de hoy.

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