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Se filtraron videos de la visita de los diputados libertarios a represores presos en el penal de Ezeiza

Primero surgió la revelación sobre la visita libertaria a represores en Ezeiza. Luego, se difundió una foto de los diputados de Javier Milei posando sonrientes en una foto de familia con Alfredo Astiz y otros genocidas condenados a perpetua por delitos de lesa humanidad.

Ahora, Clarín publica los videos de la polémica reunión en la cárcel, que desató una crisis en el bloque de La Libertad Avanza y culminó con la renuncia (previa a ser expulsada) de Lourdes Arrieta, la mendocina que denunció ante la Justicia haber sido engañada para asistir al encuentro con varios íconos del terrorismo de Estado de la década del 70.

Tras la abrupta salida de la diputada, conocida por su hebilla de patito en el Congreso, y que ayer se distanció del oficialismo con duras acusaciones contra Martín Menem, titular de la Cámara, Gabriel Bornoroni, jefe de bloque, y otros colegas, Clarín accedió a las imágenes de las cámaras de seguridad de la Unidad 31 del Penal de Ezeiza, donde el 11 de julio pasado, seis diputados libertarios visitaron a condenados de lesa humanidad.

En una combi oficial de la Cámara de Diputados, subió Beltrán Benedit, el organizador del tour a represores, acompañado por Guillermo Montenegro, María Fernanda Araujo, Alida Ferreyra, la propia Arrieta y Rocío Bonacci, quien fue la única en negarse a posar con los detenidos.

Bonacci relató a Clarín que se enteró de quiénes iban a ver minutos antes de llegar, y ahí rechazó el propósito de la visita. Aunque ingresó al penal, explicó que no participó en la actividad y se mantuvo al margen.

Los esperaban Alfredo Astiz, Raúl Guglielminetti (exagente de inteligencia del Batallón 601), Carlos Guillermo Suárez Mason Jr. (exmarino responsable de delitos de lesa humanidad en la ESMA), Adolfo Donda (exoficial de la Armada y secuestrador de su sobrina, la exdiputada Victoria Donda), y Antonio Pernías, entre otros represores.

Los detalles del encuentro fueron revelados por Arrieta y Bonacci en diferentes entrevistas, donde afirmaron haber sido engañadas por Benedit para acompañarlo a lo que se suponía sería una visita humanitaria con respaldo institucional de la Cámara a condenados de lesa humanidad, para revisar sus condiciones de detención.

Bonacci desde el inicio, aseguró que fue parte de la comitiva pero solo como espectadora muda. Arrieta, en tanto, conversó con los militares condenados, entre ellos Astiz, a quien dijo no conocer por haber nacido en 1993, ya en democracia, y se fotografió con ellos en la imagen que tomaron como recuerdo de su visita.

Los videos muestran a los seis libertarios descendiendo a las 14:30 de una combi blanca para ingresar al penal de Ezeiza. Luego de pasar por la mesa de entradas, se dirigieron a una oficina para reunirse con las autoridades del penal. Arrieta mencionó en su denuncia penal que a las 14:57 accedieron al penal saltándose el detector de metales, una de las irregularidades que señaló.

Casi dos horas después, a las 17:45, Arrieta y Bonacci, quienes luego se desligaron de la visita, salen acompañadas por un oficial. Ambos fueron a un patio de la cárcel, donde estuvieron casi a solas, en compañía de una gata blanca y gris. Bonacci incluso le tomó algunas fotos a la mascota de los presos.

A las 18:00, el contingente de diputados abandona el penal tras la reunión con los represores, nuevamente esquivando el detector de metales.

Después de la visita, se desató un escándalo que llevó a Arrieta a distanciarse de sus compañeros mediante una denuncia en el juzgado N°2 de Lomas de Zamora a cargo del juez Ernesto Kreplak. En la Justicia, Arrieta presentó más de 80 páginas de chats de WhatsApp en los que se organizó la visita a Astiz y compañía. Su denuncia incluyó coacción agravada, abuso de autoridad, y otros cargos.

La controversia escaló en Diputados, donde se pidió crear una comisión investigadora. En los tribunales, el fiscal Sergio Mola pidió desestimar la denuncia de Arrieta por considerarla pueril, aunque solicitó investigar las condiciones de la visita al penal y los posibles incumplimientos de las autoridades penitenciarias.

La tensión en el Congreso alcanzó su punto máximo con una explosiva reunión del bloque mileísta que terminó en gritos, empujones y denuncias por violencia de género. Arrieta acusó a sus compañeros de no haberla defendido y fue sacada de la reunión por su abogado, Yamil Castro-Bianchi.

Finalmente, Arrieta renunció al bloque y formó su propio monobloque, “Las Fuerzas del Cielo – Espacio Liberal”. Presentó su primer proyecto oficial: investigar quiénes estuvieron detrás de la visita a la Unidad 31 del penal de Ezeiza, donde se discutió un proyecto para liberar a condenados por delitos de lesa humanidad.

En medio de la controversia, el Gobierno negó que ese tema fuera parte de la agenda del presidente Javier Milei, mientras varios apuntaron contra la vicepresidenta Victoria Villarruel, quien encabezó un acto en el Senado reclamando justicia para las víctimas de las organizaciones guerrilleras de los 70.

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