Cóctel insoportable: Inflación agobiante y salarios que no cubren necesidades básicas
|El presidente Javier Milei destacó que la Argentina logró evitar una hiperinflación y sostuvo que los precios se empiezan a desacelerar. Pero los números están indicando que si bien el costo de vida ya no corrió al 25% en enero, tampoco habría bajado del 20%. Es un nivel altísimo y vivir en este país ya es una odisea para millones de argentinos.
En diciembre la inflación relevada por el INDEC fue del 25,5% mientras que para enero se espera un 20%, según consultoras privadas. El dato oficial de enero recién se conocerá el 14 de febrero.
Las consultoras económicas están estimando para febrero un costo de vida del 20%. En marzo podría alcanzar un nivel similar, aunque dependerá de distintos factores, como lo que ocurra con las tarifas de electricidad y hasta dónde llegará la suba en los colegios privados, entre otras variables.
Así, en apenas cuatro meses la escalada de precios ya habrá acumulado un 100%. Lo que se compraba a 1.000 en diciembre, en marzo habrá que pagarlo a 2.000, lo cual tienen un impacto demoledor sobre cualquier economía hogareña. También va destruyendo la capacidad de proyectar variables y producción en el sector privado.
El 2023 cerró el año con una pérdida de poder adquisitivo en el sector formal de la economía que superó el 10%, según cifras oficiales. Mediciones privadas advierten que la pérdida de poder adquisitivo fue aún mayor, porque en el segundo semestre del 2023 se aceleraron las remarcaciones.
El problema con las mediciones -oficiales o privadas- es que la mayoría de los trabajadores está en el sector informal, donde los ingresos son caóticos y muy difíciles de medir, ya que no todos los meses se obtiene lo mismo a cambio de trabajar. Hay 8 millones de trabajadores en negro o monotributistas en la Argentina.
La caída real de los ingresos de los asalariados que comenzó en 2018, prácticamente no varió desde entonces, aunque con diferencias, según el sector de que se trate.
Según el Indec, en noviembre, los salarios en general subieron 9,1% promedio, casi cuatro puntos por debajo del alza del 12,8% que marcó la inflación en el mismo mes.
En ese marco, los ingresos de los empleados del sector privado aumentaron 9,9%, mientras que en el sector público subieron 7,8 % y los no registrados, que representan un tercio de la fuerza laboral, 8,3%. Todos perdieron.
También en la comparación interanual. En los últimos 12 meses, contra una inflación acumulada de 160,9%, los salarios de los empleados públicos registraron un alza del 157,3%, mientras que los de los privados aumentaron 150,2%, y los ingresos de los trabajadores informales (en la muestra que releva el INDEC) tuvieron una mejora del 101,1%. En el promedio de los tres sectores, el índice general de salarios subió 144,3%.
Los datos reflejan que todos los sectores vienen quedando atrás de la inflación, pero los informales fueron los más rezagados: sus ingresos aumentaron casi 60 puntos porcentuales menos que la inflación. Y aún falta computar diciembre, donde la inflación se disparó al 25,5%.
Además, el Índice de Salarios del Indec mide variaciones porcentuales y no montos nominales promedio de cada sector. Asi, no es lo mismo haber perdido frente a la inflación con un salario superior a los 500 mil o un millón de pesos mensuales, que estar en igual situación con haberes de 200 o 300 mil pesos. El margen de maniobra es mucho mayor en el primer caso.
La caída pronunciada por poder adquisitivo de los salarios deriva en una caída en el consumo: las ventas minoristas bajaron 28,5% en enero, según el relevamiento de la CAME.
Todo confluye hacia un menor nivel de actividad, con la consiguiente posibilidad de cierre de negocios y empresas, y eventuales despidos y la merma de la recaudación de los Estados nacional, provincial y municipal, recursos claves para sostener las responsabilidades básicas de cada Gobierno y destinar fondos para ayuda social, con cada vez más asalariados bajo la línea de pobreza e indigencia. Este problema es el que queda reflejado ahora en la discusión entre Nación y Provincias para coparticipar la enorme recaudación que deja el impuesto PAÍS.