Francisco envió un mensaje de aliento a Pérez Esquivel, quien sigue internado
|El papa Francisco envió este domingo un mensaje de aliento al Premio Nobel de la Paz argentino Adolfo Pérez Esquivel, quien debió ser internado en la ciudad de Mar del Plata a raíz de una descompensación, y le deseó un “pronto restablecimiento”.
“Querido hermano: Mons. Mestre me avisó de tu problema de salud. Por medio de estas líneas te aseguro mi cercanía y mi oración por tu pronto restablecimiento. Saludos a tu esposa. Que Jesús te bendiga y la Virgen Santa te cuide. Fraternalmente”, expresó Francisco en un mensaje manuscrito.
Mestre había visitado el sábado a Pérez Esquivel luego de su internación en el Hospital Privado de Comunidad de la localidad balnearia, y tras recibir este domingo el mensaje para él de parte del Papa, lo imprimió y se lo llevó personalmente al centro de salud.
El Premio Nobel de la Paz argentino sufrió una descompensación mientras estaba junto a su familia en una casa del balneario de Chapadmalal, y tras ser internado permanecía “estable”, aunque se dispusieron estudios para determinar qué afección sufrió, según informó el Servicio de Paz y Justicia (Serpaj), sus allegados y fuentes sanitarias.
Tras su internación, le practicaron una tomografía y otros estudios y se descartó que haya sido un accidente cerebro vascular (ACV), como se creyó inicialmente.
“Adolfo durmió bien. Le tomaron la presión, le midieron glucosa y le dieron medicación; está estable. La tomografía salió bien, los médicos descartan que se trate de un ACV, de todos modos le realizarán una resonancia. Una vez que estén los resultados les estaremos haciendo saber”, indicó el Serpaj en un comunicado.
Sus familiares informaron esta tarde que “se encuentra bien de ánimo, estuvo caminando y almorzó”, y que “los estudios realizados hasta ahora dieron buenos resultados”.
Fuentes sanitarias indicaron que permanecerá internado en observación, en el servicio de Neurología del HPC, donde se le practicarán “análisis complementarios para ver su evolución”.
Pérez Esquivel recibió el Premio Nobel de la Paz en 1980, por su lucha por los derechos humanos durante la dictadura cívico-militar argentina.