Apertura de AFA: Estudiantes potenció la caída de Racing
|Estudiantes venció por 2-0 a Racing. La Academia encadenó la cuarta derrota consecutiva; los hinchas pidieron la renuncia del DT Russo. San Lorenzo y Vélez igualaron sin goles, en un aburridísimo espectáculo. Huracán estuvo dos veces al frente y se fue silbado; Banfield sueña con volver a su nivel; igualaron 2-2 en el “Tomás Ducó”. Godoy Cruz Antonio Tomba volvió a sorprender con una histórica e inolvidable goleada por 4 a 1 sobre Lanús.
Otra vez por el mismo sendero, el del sufrimiento. Cuarta caída consecutiva y las viejas heridas comienzan a latir. Racing no logra encontrar el rumbo, porque probó con tres delanteros, con tres defensores, con cinco volantes, con casi todo. Nada parece resultarle bien y otra vez el promedio lo pone tenso. No corre peligro aún de ingresar a la Promoción, pero ya no está tan relajado. Estudiantes, con poco, sólo tuvo que espera un error y después saber administrar la desesperación de la Academia.
Parece que ya no se trata de cuestiones tácticas. Se modificaron las estructuras en la Academia, apeló a una línea de cinco volantes y tres defensores, obligado por la necesidad de ganar y porque delante estaba uno de los equipos más poderosos del fútbol local: Estudiantes. Cumplió con la cuota de entrega y garra, aunque los problemas del conjunto de Avellaneda se concentran en la generación del juego. Lo mismo de siempre. Aun cuando cuenta con piezas como Toranzo, Bieler, Licht o José Luis Fernández, los muchachos de Miguel Angel Russo no pueden resolver la falta de peso ofensivo. Tampoco lo hizo en otros encuentros cuando tuvo a Giovanni Moreno en el campo.
La historia para el conjunto platense no fue muy distinta, al menos, en la primera etapa. Fue tan desprolijo como su rival y se lo advierte cansado. El desgaste por la Recopa que perdió ante la Liga de Quito, el miércoles último, y el compromiso por la Sudamericana ante Newell’s, en Rosario, del jueves próximo, empujaron al entrenador Alejandro Sabella a reacomodar algunas piezas.
Quizá por eso no lució como siempre. Con Verón algo inconstante, Benítez sin sintonía fina, dependió de lo que pudiera hacer Juan Pablo Pereyra y algunas desprolijas proyecciones de Mercado.
Los dos equipos fueron coincidentes en confundir apuro con velocidad y eso se tradujo en un juego extremadamente ordinario. Es verdad que tuvieron situaciones. Incluso, Racing pudo abrir el marcador en los pies de Aveldaño, pero un error en el asistente Sergio Zoratti se lo negó, ya que marcó una posición adelantada que no existió.
Un acierto dentro del área le permitió a Estudiantes cambiar su semblante y también el de la Academia. El conjunto platense encontró en el gol de Enzo Pérez la fórmula para potenciar la desesperación y el desorden del rival. Incluso, el fútbol tiene determinadas circunstancias que hacen que aquel que lucía desarreglado termine por parecer bien acomodado y claro, el de enfrente, sin línea.
Eso fue lo que le permitió al conjunto local dominar a gusto a Racing. Tanto que Gabriel Mercado, apenas unos minutos después del primer tanto, volvió a encontrar una pelota suelta en el área y lo cambió por gol.
Después, el partido se consumió entre las pocas ideas de la Academia, los insultos para Russo y los jugadores. Estudiantes se dedicó a manejar el juego y no mucho más.
San Lorenzo y Vélez aburrieron bajo cero
A San Lorenzo le faltó el gol y un poco más de resto físico. Ante una pobre versión de Vélez, que no le encontró la vuelta al ritmo impuesto por el local, empató 0 a 0, pero pudo haber logrado los tres puntos, de no ser por el desgaste realizado por el Ciclón en la primera mitad que le pasó factura en la segunda parte.
A pura confianza. Así vivió el primer tiempo San Lorenzo. Entonados por el gran triunfo ante Boca hace una semana, los de Ramón Díaz maniataron a Vélez en el mediocampo y desarticularon cualquier intento de conexión entre Maxi Morales y los delanteros Santiago Silva y Juan Manuel Martínez. Con Sebastián Balsas asistiendo de cabeza a Juan Carlos Menseguez, con un prolijo trabajo de Juan Manuel Torres y el colombiano López y con la interminable entrega de Diego Rivero, el Ciclón fue superior.
Balsas mostró que la altura no es obstáculo para poder jugar bien con los pies. A los 5, enganchó dos veces dentro del área, pero se terminó cayendo y pidiendo penal. Vélez contestó por arriba, buscando a Silva, pero no mostró el mismo ritmo que ante River y sólo pudo contar con tres ocasiones de gol: un tiro de Iván Bella, a los 20, que parecía no llevar peligro, pero casi supera a Damián Albil, que reaccionó sobre la línea, un centro que Moralez no pudo conectar dentro del área chica, cuatro minutos más tarde y un cabezazo de “Burrito” Martínez, antes del entretiempo, que pasó muy cerca del palo izquierdo.
El local probó con Menseguez desde media distancia y arrinconó al Fortín a pura guapeza de Rivero y alguna pincelada de Romagnoli.
En la segunda mitad, Vélez empezó mejor, pero no por un mejor juego, sino por las deficiencias físicas que mostró San Lorenzo. Intentó con Moralez, hasta que sus piernas dijeron basta y hasta insinuó con algunas guapeadas de Silva. Pero no mucho más. Los azulgranas, por su parte, se alejaron del área de Barovero y sólo intentaron de media y larga distancia con un buen trabajo del colombiano López. El auto de Ramón se quedó sin nafta y la pagó caro ante un Vélez que estuvo lejos de aquel conjunto sólido que venció a River, pero, al menos, se mostró sólido y pudo rescatar un empate con sabor a mucho más, tras superar un tramo del fixture, con la seguidilla Boca, River y San Lorenzo, que lo dejó en la cima del Apertura.
Hubo incidentes al término del partido. Los hinchas de Vélez se negaron a dejar el estadio ante un cruce dialéctico con los de San Lorenzo. Hubo cruces de proyectiles lo que provocó la intervención de la policía con gases lacrimógenos.
Y un día, volvió Migliore. El arquero de San Lorenzo estuvo en el estadio mientras se recupera de un cuadro de hepatitis B que lo mantiene alejado de las canchas por dos meses.
Huracán 2-Banfield 2: dos insatisfechos
Cada etapa, Huracán la comenzó con una sonrisa. Pero terminó el partido que empató 2 a 2 con Banfield con una mueca de amargura en el rostro de los jugadores y de bronca en el de los hinchas, que los despidieron con insultos y silbidos. Esta última actitud cuesta comprenderla si se tiene en cuenta que el equipo está en formación y que el balance de los resultados es equilibrado.
Por lo que mostró ayer, impresiona que los dirigidos por Rivoira aún no están preparados para sostener una victoria. Porque a poco de comenzado el encuentro, se puso en ventaja con el penal que convirtió Roly Zárate, tras una extraña sanción de Rafael Furchi, porque hubo falta de Víctor López, por tomar de la camiseta al goleador, pero el árbitro se la marcó al arquero Bologna, que se arrojó a los pies sin tocar al delantero. Por endulzarse con el éxito parcial, el local tuvo desconcentraciones y perdió el control de la pelota, bien manejada en el primer cuarto de hora. Por eso, Banfield reaccionó con rapidez, pudo empatar y terminó el primer período con maniobras más incisivas, pese a algunas desprolijidades en las acciones.
La segunda etapa pareció calcada. Rápido se puso arriba Huracán con otra conquista de Zárate y con la conducción del juego durante el cuarto de hora inicial. Luego, al mismo tiempo que en la primera -a los 16 minutos-, empató el conjunto del Sur y con ello retomó el control del partido. Con la salvedad que ya desequilibraron más Erviti y Méndez y que Julio Falcioni introdujo cambios para variar la ofensiva: pasó a jugar con dos delanteros, en procura de definir el partido, lo que estuvo a punto de conseguir de no mediar una certera intervención de Gastón Monzón para desviar un remate de Méndez, con lo que se repuso del error en el gol de Carrusca, y de un cabezazo de Barrales, que se estrelló en el travesaño.
El empate no le quedó mal al espectáculo, que mostró que a los de Parque Patricios aún les falta solidez y equilibrio, pero que no van por mal camino, y que los banfileños van encontrando un rendimiento más lucido, aunque sumen cuatro empates consecutivos.
Godoy Cruz armó una fiesta en el Sur
En un muy buen partido de fútbol, Godoy Cruz superó 4 a 1 a Lanús y quedó a dos puntos del por ahora líder Vélez.
El encuentro fue muy entretenido, con ambos protagonistas exhibiendo sus mejores armas para quedarse con la victoria. Y si bien el resultado final es indiscutible, fue un castigo demasiado exagerado para Lanús, que realizó un buen partido.
Fue el sorprendente equipo mendocino el que pegó primero. A los 10, Ramírez se anticipó a un defensor granate, conectó de zurda un centro enviado desde la izquierda y estableció el 1 a 0.
Lanús fue y fue, en busca del empate. Y después de chocar con el correcto arquero Ibáñez en más de una ocasión, Regueiro fabricó un penal, el árbitro lo concedió, y el mismo delantero se cobró la falta y estableció el 1 a 1 con un zurdazo rasante que se metió junto a palo izquierdo, pese al esfuerzo del arquero que había elegido esa punta
Con el correr de los minutos, el equipo Granate se hizo dueño del desarrollo del partido, al menos en ese primer tiempo. Romero pudo poner en ventaja a su equipo, pero después de eludir al arquero, definió de derecha y su disparo fue desviado en la línea por Russo.
En la segunda mitad, Godoy Cruz emparejó las cosas, y en una muy buena jugada colectiva, Rojas clavó un tremendo e inatacable zurdazo desde 35 metros que se convirtió, a los 15´ y después de reventar el travesaño, en el 2 a 1 para el Tomba.
Pero a los 31 minutos llegó la frutilla del postre. El colombiano Jairo Castillo, recién ingresado, tomó la pelota en el ángulo izquierdo del área, enganchó ante tres defensores hacia adentro, y cuando todos pensaban que iba a sacar el latigazo, volvió a enganchar hacia fuera, para terminar definiendo, casi sin resistencia, de derecha, haciendo inútil la estirada de Marchesín.
A los 37´, Villar bajó de pecho un centro, y con un fuerte derechazo sentenció el resultado
Con esta gran victoria, Godoy Cruz suma 11 puntos, dos menos que el por ahora líder Vélez, mientras que Lanús se queda con 9.