El básquet de Paraná analiza una transformación de fondo
|Si bien nada se ha confirmado oficiosamente, al menos en lo que atañe a difusión periodística institucional, o como mínimo vía Redes Sociales, la Asociación Paranaense de Basquetbol habría convocado a sus afiliadas -para el 4 de noviembre próximo- a una Asamblea en la cual se decidirá el destino del ente madre del baloncesto paranaense.
En agosto de 2018 asumió Augusto Barbaglia como presidente de la Asociación Paranaense de Basquetbol, en una lista donde estuvo acompañado en la vicepresidencia por Leandro Blanc, ex mandatario de la APB y en la flamante Comisión Directiva por dirigentes de Paracao, Echagüe, Talleres, Ciclista, y Recreativo, entre otras instituciones.
Hoy, a dos años de esa asunción, sin oficializarse periodísticamente, o al menos sin difundirse siquiera por sus Redes Sociales -en Facebook y/o Twitter-, el ente máximo del baloncesto de esta Capital convocaría a una Asamblea para el 4 de noviembre, en la cual se dará aval a las actuales autoridades, o se propiciará un cambio radical con una nueva Mesa Directriz.
Más allá de las -seguramente- sanas intenciones de Barbaglia, estos dos años se erigieron en una suerte de continuidad de la gestión de “Cacho” Blanc, quien asumiera en septiembre de 2012, tras la presidencia de Pascual Passarella.
Y tantos años desgastan… Más aún, con las coyunturas que se fueron suscitando, alguna de ellas de carácter policial, y los cuestionamientos cosechados desde distintos sectores, pese a la consecutiva renovación de confianza conferida.
De manera paradójica al no presentarse lista opositora que logre blandir nuevas ideas y exponga otra imagen interna en cuanto a la necesidad de una severa metamorfosis, Blanc se afianzó como mandamás y dejó como sucesor a Barbaglia, aunque él sentado bien al lado.
Por estos días, un grupo de dirigentes está manteniendo charlas, evaluando la chance de armar en tan breve lapso un frente antagonista a la presente conducción.
La idea es convencer a todos los pares posibles para que cada entidad tenga su representante, conformándose una coalición firmemente cohesionada, y así la futura Mesa exhiba amplia representatividad, del mismo modo que la integración de comisiones paralelas (Competencia, Desarrollo, Formación Técnica, Selección, y Minibasquetbol podrían denominarse), más la creación de Departamentos como el Médico, Financiero y Contable, y el tan necesario de Prensa y Marketing.
Hasta este viernes se fijó el plazo para mantener en silencio nombres. Se espera cerrar acuerdos favorablemente, sondear criterios, opiniones, posicionamientos, y allí sí darle formalidad al lanzamiento.
Mientras, como adelantamos en nuestras Redes, hay dos aspectos esenciales con miras a esa jornada tan particular:
a) la calidad de la Asamblea del 4 de noviembre, si será presencial o virtual lo cual tendrá íntima vinculación con la metodología del voto secreto;
b) la situación de las instituciones ante la APB en materia de cumplimiento de obligaciones.
Dos puntos estrictamente vinculados a la pandemia de Coronavirus imperante, que, teniendo en cuenta lo fríamente estatutario, podría erigirse en elemento cardinal para el desarrollo de la Asamblea.
Si no hubiera “sorpresas” o hasta “intransigencias” reglamentarias, estarían en condiciones de votar los representantes de Rowing, Olimpia, Paracao, Patronato, Estudiantes, San Agustín, Talleres, Echagüe, Quique, Neuquén, Sionista, Recreativo, Ciclista, San Martín, Unión de Crespo, Atlético Diamantino, Atlético María Grande, Viale FC e Independiente de Hernandarias.
O sea, 19 clubes, y 14 cargos en disputa: presidente, vicepresidente, secretario, tesorero, secretario de Actas, vocal Titular 1°, vocal Titular 2°, vocal Titular 3°; vocal Suplente 1°, vocal Suplente 2°; revisor de Cuentas Titular (2); revisor de Cuentas Suplente (2); más la integración del Tribunal de Penas (2 Titulares y un Suplente): y la del Honorable Tribunal Disciplinario (3 Titulares y 2 Suplentes).
Obviamente… sostenemos… será vital el tratamiento de la coyuntura por la cual atraviesan las entidades para determinar si todas están en condiciones de emitir su sufragio o si solo lo harán aquellas que hayan -extrañamente- cumplido con pleno rigor administrativo con sus obligaciones pese a los efectos devastadores de la Cuarentena.
Dicen que Barbaglia y Blanc (el orden de los factores, no altera el producto…) junto a los demás miembros de la actual Mesa Ejecutiva quieren cuanto antes sacarse este “trámite” de encima para ir luego decididamente por la presidencia de la FBER, una ambición que data de varios años y produjo una sensible escisión del básquet capitalino con el Interior.
De hecho, el jueves pasado, en una reunión especial se puso en conocimiento de los delegados lo de la Asamblea, sin propiciar un marco formal, aunque los plazos fijados por Estatuto no impliquen una maniobra cuestionable.
En tanto, la eventual lista opositora busca más corregir lo interno que cualquier otra aspiración. Y en verdad, hay mucho por transformar, muchísimo.
La noche del viernes será clave. Posiblemente, el fin de semana, tendremos datos más fehacientes. Por lo pronto, sabemos que la intención es nuclear también a glorias de nuestro básquet de proyección y sumar la voz experimentada de ex dirigentes asociativos.
El líder a seguir sería alguien muy querido y respetado no solo en Paraná sino a lo largo y ancho del país; de bajo perfil, humilde, pese a todos sus logros como ex basquetbolista de Liga Nacional.
Su experiencia, su oficio, su idoneidad, la noble actitud esgrimida como deportista lo sindican como el candidato de fierro. En la madrugada del sábado podrá confirmarse, cuando la Alianza que se está pergeñando se ponga de acuerdo y garantice el respaldo a la idea.
Podríamos ya nominarlo, sin embargo, respetamos el razonamiento adoptado para definir con plena democracia la composición final de esa lista, de hallarse la anuencia, la aprobación esperada en pos de presentarse el 4 de noviembre como la alternativa a tantos años de controvertido mandato.