La crisis golpea fuerte a comerciantes en Paraná
|Días atrás abordamos la problemática de la caída de ventas en el centro de Paraná, lo cual se traduce especialmente en el cierre de numerosos locales. Recorrimos nuevamente la Peatonal y calles laterales, acentuándose la tendencia. Obviamente que también influyen los ajustes en las tarifas de servicios públicos y los aumentos en los alquileres.
La caída de las ventas, la suba de los servicios públicos y el aumento irrefrenable del precio de los alquileres fueron determinantes para que muchos negocios del microcentro paranaense tuvieran que cerrar en los últimos meses.
Mientras se mantiene este escenario y numerosos locales siguen vacíos, los que se resisten a bajar las persianas diseñan alternativas para atraer clientes, como descuentos por pago en efectivo, cuotas sin interés con tarjeta de crédito y rebajas por comprar más de un producto.
La situación económico-financiera en la Argentina es insostenible, siendo una compleja misión reponer mercadería, pagar la renta, las boletas de luz, gas y teléfono, más el sueldo de los empleados.
La mayoría venía trabajando a pérdida y hay otros casos que han resuelto mudarse a los barrios o hasta a viviendas particulares y volver a empezar con la venta de bajo perfil y hasta sin registración formal como negocio.
No hay duda que los gastos han pasado a ser exorbitantes, y los ingresos han disminuido. Los costos fijos son insoportables y el creciente ajuste o achicamiento oscila el límite de lo intolerable.
El poder adquisitivo de los clientes es menor, irrebatible, como amén de los egresos pertinentes y la crisis socioeconómica, hay falta de apropiados estudios de marketing, incluyendo jerarquía del producto, calidad de atención, e imagen del negocio en cuanto a infraestructura, diseño, decoración, delineación de vidriera, etc.
Por ello no extraña hallar incontables carteles en ventanales o puertas de “liquidación por cierre” o “se alquila”, resistiendo los más valientes con ofertas, descuentos o financiaciones excepcionales que procuran seducir clientes.
En un ambiente de contracción económica y baja del consumo, es insoslayable inquietarse, perturbarse.
De este modo, la caída del empleo y la situación de default ocasiona más retracción e incertidumbre.
No tenemos la varita mágica pero de acentuarse la recesión, la inflación, la devaluación, el endeudamiento, no es descabellado imaginarse un Fin de Año de aciagos conflictos sociales.