Macri blindado en Rosario: extremo temor presidencial a los escraches
|La intendenta de Rosario, Mónica Fein, se quejó de la decisión del Gobierno de poner un “doble vallado” en el acto por el Día de la Bandera, al tiempo que desde Nación se indicó que “no hay nada especial”, aunque subrayaron que tras los escraches sufridos por el presidente Mauricio Macri “hay que dividir a los que quieren ir a tener una actitud agresiva”.
“Hay un operativo de seguridad muy estricto que ha decidido Presidencia. Lo que hacemos normalmente es un izamiento de bandera, pero el ingreso a ese lugar está definido en términos de seguridad”, sostuvo la referente socialista.
En diálogo con Radio La Red, la jefa comunal explicó que había “un doble vallado de seguridad” al que sólo podían ingresar “invitados especialmente” que contaban con una pulsera identificatoria.
“Eso, lamentablemente, va a restringir la posibilidad de estar en este acto a los que estén invitados especialmente”, señaló Fein, quien reconoció que “hay convocadas un par de marchas” para criticar las políticas del Gobierno nacional.
En ese sentido, la rosarina advirtió sobre una “dificultad” de los argentinos “de respeto a un símbolo tan importante como la bandera y a la presencia del Presidente de la Nación”.
Asimismo, recordó que “en el Gobierno anterior pasaba de otra manera, era un acto con militancia copando el acto: los que venían limitaban de otra manera, ocupando el espacio para demostrar su adhesión al Gobierno nacional”.
“A los rosarinos hace mucho que nos cuesta recuperar ese acto espontáneo. Es algo que profundiza la imposibilidad de reunirnos y conmemorar juntos algo que nos une a todos”, agregó.
En respuesta, la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, explicó que las medidas obedecieron “simplemente a un mecanismo de seguridad que se hace en estos tipos de actos masivos. No hay nada especial. Está coordinado y hablado con la Provincia de Santa Fe”.
“Hay que dividir lo que es la gente que quiere ir al Día de la Bandera de los que quieren ir a tener una actitud agresiva contra el presidente o el gobernador (Miguel Lifschitz)”, aseguró Bullrich, en alusión a los escraches que sufrió el mandatario en diversas ocasiones.