Algo sigue oliendo feo en calle Feliciano y la Municipalidad inmutable

Redacción | 05/06/2017 | Destacadas, Información General, Opinión | No hay comentarios

El 5 de enero hicimos público, como único medio, el anómalo flujo de líquidos cloacales que surge del acceso a un edificio sito en calle Feliciano, entre San Martín y Monte Caseros. Desde este fin de semana, luego de varias reparaciones han vuelto a manar impurezas contaminantes que interrumpen el transitar normal de peatones, pero a la vez constituye un grave riesgo por la toxicidad del agua servida con deshechos a la vista.

Han sido varias nuestras intervenciones en cuanto a dicha problemática, incluyendo comunicaciones con funcionarios de la Defensoría del Pueblo, órgano que cooperó activamente para la solución del último desborde cloacal por mediados de febrero.

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Como ya lo hemos señalado, este edificio, desde sus primeros días de construcción, provocó graves contratiempos a vecinos de la zona pero, extrañamente, hubo un aval municipal sospechoso (Gestión Osuna, reafirmamos…).

Y si bien desde el área Fiscalización se registró una primaria interposición, la obra continuó con matices peculiares, empeorándose los inconvenientes para otros habitantes colindantes que recibieron promesas de toda índole, para evitar arribar a litigios generalmente desgastantes.

Obviamente, tales circunstancias complejizaron la normal convivencia.

Nuestra cámara inquieta tomó fotos de casi toda la evolución de tan polémica obra y el material gráfico, luego de ser apreciado por algunos profesionales de la ingeniería y arquitectura y habiéndose constatado peculiaridades mayúsculas, quedó -apropiadamente- archivado para ser consultado por cualquier interesado, en especial, por la misma Comuna.

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Raramente, ni siquiera los compradores o inquilinos acudieron a nuestra redacción, otorgándose así “confort” a sus constructores.

Claro que, poco tiempo después de ser habitado, de la aprensión o preocupación se pasa a hechos indiscutibles, a un escenario irrebatible, innegable.

Lo raro es que la nueva gestión de la Municipalidad de Paraná apuntala la postura de inmutabilidad, de imperturbabilidad. Como si fuera cómplice de una edificación que, quizás, tal vez, un día colapse con mayor peligrosidad.

Claro que si quienes estamos equivocados somos los habitantes de la zona, sería muy fecundo que desde el área Prensa y/o Comunicación de la Comuna se brinden detalles de cuál ha sido la intervención municipal en torno a este serio inconveniente.

Los archivos no mienten… Cuestión Entrerriana ha aportado periodísticamente documental incuestionable.

Llegó el momento que la Gestión Varisco dé sólidas muestras no solo de capacidad sino a la vez de honestidad, demostrando pericia y transparencia a lo actuado y/o por actuar.

Mientras tanto, a menos de cuatro cuadras de la Peatonal, un edificio sigue expulsando heces, y toda clase de fluidos y sólidos pestilentes.

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