La Municipalidad de Paraná continúa inmutable

Redacción | 17/02/2017 | Destacadas, Información General, Opinión | No hay comentarios

El 5 de enero dimos a conocer el anormal flujo de líquidos cloacales que brota del acceso a un edificio sito en calle Feliciano, entre San Martín y Monte Caseros. Hoy, luego de una presunta reparación que afectó la primera arteria citada con un pozo sin cerrarse, mal señalizado y un montículo del cual brota olor nauseabundo, han vuelto a manar impurezas fétidas que interrumpen el transitar normal de peatones, pero a la vez constituye un grave riesgo por la toxicidad del agua servida con deshechos a la vista.

Repasamos… el 5 de enero alertamos sobre la inmunda coyuntura. El 12 y 19 de enero destacamos que no hubo intervención a dicha problemática. IMG-20170217-WA0012

El 2 de febrero hicimos alusión a los trabajos abordados (casi un mes después…) en condiciones absolutamente irregulares puesto que se rompió la calle sin personal de tránsito que advierta el corte improvisado y el 9 de febrero apuntamos a que si bien dejaron de salir fluidos cloacales, la calle quedó parcialmente vedada a una circulación uniforme y con elocuentes riesgos de toda clase.

Este edificio, desde sus primeros días de construcción, provocó graves contratiempos a vecinos de la zona pero, extrañamente, hubo un aval municipal sospechoso (Gestión Osuna, aclaremos…).

Fue inevitable adoptar una posición suspicaz pues advertimos de ciertas circunstancias que complejizaron la normal convivencia. Y si bien desde el área Fiscalización se registró una primaria interposición la obra prosiguió con matices peculiares, agudizándose los inconvenientes para otros habitantes colindantes que recibieron promesas de toda índole, para evitar arribar a litigios generalmente desgastantes.

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Nuestra cámara inquieta tomó fotos de casi toda la evolución de tan polémica obra y el material gráfico, luego de ser apreciado por algunos profesionales de la ingeniería y arquitectura y habiéndose constatado peculiaridades mayúsculas, quedó -apropiadamente- archivado para ser consultado por cualquier interesado, en especial, por la misma Comuna.

Raramente, ni siquiera los compradores o inquilinos acudieron a nuestra redacción, otorgándose así “confort” a sus constructores.

No obstante, poco tiempo después de ser habitado, de la aprensión o preocupación se pasa a hechos indiscutibles, a un escenario irrebatible, innegable.

Y la Municipalidad de Paraná pareciera inmutable, imperturbable.

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Ahora bien, si quienes estamos equivocados somos los habitantes de la zona, sería muy fecundo que desde el área Prensa y/o Comunicación de la Comuna se brinden detalles de cuál ha sido la intervención municipal en torno a este serio inconveniente.

Y por qué no… quizás sería muy productiva una intervención de la Defensoría del Pueblo in situ.

Los archivos no mienten… Cuestión Entrerriana ha aportado periodísticamente documental incuestionable.

Llegó el momento que la Gestión Varisco dé sólidas muestras no solo de capacidad sino a la vez de honestidad, demostrando pericia y transparencia a lo actuado y/o por actuar.

Mientras tanto, a menos de cuatro cuadras de la Peatonal, un edificio sigue expulsando heces, y toda clase de fluidos y sólidos pestilentes.

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