¿Paseará la intendenta por la Peatonal?
|ESPECIAL (por Francisco Pancho Calderón).- En la esquina de San Martín y Alem, sobre la acera de la Peatonal, un sector se encuentra muy deteriorado, y en la tarde del martes un ciego casi sufre un golpe de connotaciones graves. La intervención de éste periodista impidió una caída que pudo provocar severo daño al eventual damnificado. Segundos después, una anciana casi tropieza con el mismo obstáculo.
No lo hemos dicho una vez… Han sido varias. Innumerables. Blanca Inés Osuna heredó una ciudad caótica. Es verdad. La gestión de José Carlos Halle distó de ser la ideal aunque del mismo modo, recibió un legado deficitario desde el ángulo que se lo mire tras el nuevo paso de Julio Solanas al frente del Palacio Comunal.
La ex legisladora nacional agarró un hierro al rojo vivo, con una estructura al borde de la anarquía, coyunturas enmarañadas en materia de Personal, una deuda de Obra Pública muy elocuente, y una agobiante deuda a proveedores.
No fue sencillo asumir, pero cometió un grosero error en materia de COMUNICACIÓN: abusar de los anuncios grandilocuentes. Puede argumentarse que hubo un error o carencia de asesores en materia de difusión, pero de nada vale y/o sirve detenerse en éste aspecto. Lo que es más… Concebimos con firmeza que no se dio tanta impericia en materia de Prensa como sí un EXCESO de protagonismo retórico, tanto de ella como de algunos funcionarios influyentes.
Aún le queda mucho tiempo por reivindicarse, y como primera medida nos gustaría verla más recorriendo las calles de su ciudad y tomando nota de lo que hace falta para ordenarla, para limpiarla, para hacerla más confortable.
Al mismo tiempo nos encantaría que reflexione en lo inherente a la necesidad de postergar un poco las obras colosales programadas y divulgadas, ahondando el interés en acometer las mejoras y/o correcciones imprescindibles.
Nadie le va a pegar. Quizás sea depositaria de distintos reclamos, algunos de los cuales pueda ser presentado con un tono subido de queja, pero los paranaenses en ese sentido son muy respetuosos de las investiduras.
Si estamos equivocados, recuerden antes del deceso del gobernador Montiel como transitaba sin guardaespaldas las calles paranaenses pese a aquel gobierno infausto que lideró en una de las más aciagas épocas de la Argentina.
Pero no solo Montiel tuvo la entereza de caminar con el pecho erguido. También lo hicieron y hacen varios de sus lugartenientes a los que el Pueblo evidentemente les perdonó los serios desaciertos, en especial socio-económicos.
Por consiguiente, imposible siquiera pensar que de pasar por las calles de su localidad, Blanca Osuna sería víctima de alguna agresión física y/o gestual.
Ella anda por los barrios, no lo negamos, asiste a todo acto protocolar, tampoco lo discutimos, pero siendo una exdocente, ilustrada, idónea, debería tomar el toro por las astas y mandar a solucionar de inmediato los reclamos que la prensa NO PAGA, los medios INDEPENDIENTES como el nuestro, le presentan con documentos testimoniales, probatorios que hay MUCHO POR HACER Y NO SE HACE.
Ese sector de la Peatonal al cual aludimos en el comienzo de la charla, estuvo a punto de provocar durísimas caídas a un minusválido visual y a una anciana. En éste último caso pudo ser más delicado por la edad de la octogenaria y porque casi golpea su cabeza con una especie de barra o mostrador que tiene un parador de venta de artesanías y otras “chucherías”.
Estamos convencidos que a Blanca le faltan más asesores NO OBSECUENTES. Asesores que le muestren la REALIDAD del estado de la ciudad. Por ahora, al menos tiene un medio como Cuestión Entrerriana que le refleja SIN VUELTAS algo de lo que ESTÁ PÉSIMO y debe enmendarse YA. No debería dar tantas vueltas.
Su gestión es muy DIFERENTE a la de otros antecesores ya desde el plano de la COMUNICACIONAL pues amén que hay muchos más medios periodísticos el ciudadano se ha disfrazado de periodista y sube a todo tipo de Redes Sociales fotos con las que se arman interminables Foros de Opinión donde la imagen de la intendenta se deteriora segundo a segundo.
¿Se dará cuenta que está hipotecando su buen nombre indefectiblemente? ¿No comprende que ya está siendo considerada su gestión como la peor de las últimas décadas?
Por cintura política, por carisma, podría estar mucho más cerca del vecino. O no le importa o debería YA cambiar a varios funcionarios de su Gabinete. Barajar y dar de nuevo. Está a tiempo.