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7° abrazo al Uruguay: se hizo oír el clamor del pueblo argentino

La séptima marcha de la Asamblea Ciudadana Ambiental al puente internacional General San Martín para abrazar al río Uruguay, se realizó en absoluta tranquilidad y enarbolando más alto que nunca la necesidad de que se comprenda su clamor que reza SI a la vida, NO a las papeleras.

Gualeguaychú volvió a reclamar políticas limpias de medio ambiente y el desmantelamiento de la planta de UPM ex Botnia sobre el río Uruguay, en una multitudinaria marcha que congregó a miles de manifestantes sobre el Puente Internacional General San Martín.

En una proclama leída en algo más de diecisiete minutos, la Asamblea Ambiental insistió en la contaminación que genera la planta, su ilegalidad y advirtió a los gobiernos que de “el conflicto no está terminado ni muchos menos resuelto”.

La arenga denuncia que “el río va muriendo frente a nuestros ojos por la presencia de esta empresa invasora que con su prepotencia brutal se instaló por la decisión irresponsable social y ambientalmente de los gobiernos de dos países: Uruguay y Finlandia, y por la aceptación inoperante del nuestro…”

“La determinación de Gualeguaychú ha demostrado ser más fuerte que todas las presiones y hemos ganado muchas batallas: contra las mentiras de los que prometían tecnologías limpias; de los que anunciaban puestos de trabajo y prosperidad; de los que decían que esta empresa se había instalado legalmente; de las consultoras internacionales que anunciaban cínicamente que no iban a contaminar; del Banco Mundial al que pusimos frente a su propia miseria moral, cuando vinieron aquí a tratar de convencernos de sus falsedades, subestimándonos; de los falsos ambientalistas internacionales que venían a tratar de engañarnos con informes ambientales falsificados.

Nada volverá a ser lo mismo

En otra parte de la misiva, la Asamblea destaca que “la lucha de Gualeguaychú dejó al descubierto los verdaderos rostros de estos falsos profetas del progreso que no dudan en destruir nuestra hermandad comunitaria y pasar por encima la autodeterminación de estos pueblos con el único objetivo de sostener su absurdo ultra consumismo que tan caro está pagando la vida en el planeta.

“No olvidamos las falsas promesas de Tabaré Vázquez asumidas por el presidente Mujica: ” si Botnia contamina la cierro. Desde aquí le decimos: Presidente Mujica, si Ud. Tiene honor y dignidad cumpla su palabra: ya ha quedado suficientemente probado que BOTNIA-UPM contamina, y mucho más de lo que temíamos al principio” señalan.

La Asamblea reiteró que “no aceptará ni aceptaremos jamás el dictamen de la Haya en cuanto a su legalización de la instalación de Botnia U.P.M. para nosotros los habitantes de la cuenca Botnia-UPM será siempre ILEGAL. El alto tribunal desperdició la oportunidad de consagrarse como el defensor de la vida.

“Pedimos nuevamente a las autoridades políticas de todos los niveles de la República Oriental del Uruguay y de la República Argentina que escuchen el clamor por la vida de ambos Pueblos, que no miren para otro lado ni se laven las manos como modernos Pilatos, frente al peligro de contaminación ambiental a que estamos expuestos.

A todos los ciudadanos del mundo y en especial a los de América Latina, a los de Argentina y Uruguay a los de Gualeguaychú y de la Cuenca del Río Uruguay, los convocamos a seguir de pie con dignidad a escuchar la naturaleza y a seguir luchando por nosotros por nuestros hijos, por la vida de todos” concluye.

Nuevo lema

Este año el lema fue “Por la vida de todos, escuchemos a la naturaleza”, una idea-fuerza que pone su acento en la presencia ecocida de Botnia pero simultáneamente amplía la mirada ambiental hacia todos los problemas que aquejan a las comunidades cuando no son escuchadas como corresponde.

La convocatoria y movilización de la Asamblea sigue siendo la más importante a nivel planetario en materia ambiental, más allá de la cantidad de la multitud. Es, justamente, su carácter polifónico, multitudinario y diverso el mayor valor de que esta lucha contiene a toda una comunidad y no solamente a un sector de la sociedad.

Por otro lado, la marcha –y de esto dieron testimonio incluso la propia dirigencia política y gubernamental- demuestra que el conflicto con el Uruguay por las pasteras aún sigue abierto y es una herida que lacera 200 años de hermandad.

La ciudad comenzó hace semanas a palpitar lo que vivió ayer y muchedumbres enteras, familias integradas por varias generaciones, cumplieron con la cita de honor que implica este abrazo al río compartido.

Desde temprano los colectivos recorrieron los barrios para trasladar a los vecinos hasta el Corsódromo, para abordar luego los ómnibus que los llevarían a la cabecera del puente. Los vehículos particulares, muchos con sus banderas, recorrieron –como un peregrinar- la ruta internacional 136 y cuando cruzaban por Arroyo Verde les era inevitable referenciar ese emblemático lugar con la resistencia. Al llegar a la cabecera del puente, era inevitable sentir que esta lucha no depende de la sensibilización de los gobiernos sino del pueblo movilizado. Es ahí donde decir “¡Presente!” cobraba el sentido de comunidad.

Gualeguaychú junto a la región no le otorga licencia social al emprendimiento contaminante de la planta Orion (UPM, ex Botnia) y esta situación sigue interpelando a gobiernos como el de Finlandia, Uruguay y a la comunidad internacional que no saben  escuchar este clamor en defensa de la vida.

La dirigencia política estuvo en la marcha

El intendente Juan José Bahillo marchó junto al vicegobernador José Eduardo Lauritto; mientras que el actual titular de la Cámara de Diputados de la provincia, Jorge Busti hizo lo propio con sus referentes locales como el senador Osvaldo Chesini, el intendente de Pueblo Belgrano, Francisco Fiorotto y los diputados Juan Bettendorff y Daniel Bescos.

También Fernando “Pino” Solanas se hizo presente, acompañado por el Partido Socialista, el GEN y del Proyecto Sur. Lo mismo que el diputado nacional Atilio Benedetti, quien estuvo acompañado por Jaime Benedetti y otros referentes radicales. Y quienes no pudieron llegar se esmeraron en hacer llegar su adhesión, como el caso de Luis Zamora, tan sólo para nombrar algunos ejemplos. Lo que esto expresa es que la lucha de Gualeguaychú convoca a todos y que más allá de las diferencias, el NO a Botnia es tan amplio como intenso que es imposible sostener que el conflicto ha quedado superado.

Un detalle que también refleja que bajo esta lucha todos comprometen sus talentos y esfuerzos, se encuentra en los trabajos de los jardines de infantes, que construyeron figuras humanas con cartones y que fueron exhibidas a lo largo de la marcha. La portaron los adultos, recibiendo el legado de los niños, dado que esos carteles rezaban “Por la vida de nuestros hijos escuchemos la naturaleza”, “Solo se vive una vez”.

La comunidad marchó ayer para escuchar a la naturaleza y para ser escuchados. De la misma forma que el río avanza siguiendo sus propias huellas, Gualeguaychú marcha siguiendo su memoria, que es la mejor forma de escribir la historia.

Oración Ecuménica

Tal como estaba previsto, pasadas las 13 en el óvalo, se realizó la oración ecuménica, expresión de la dimensión espiritual de la vida y de la lucha ambiental. Como suceden todos los años, previo al inicio de la marcha al puente, se brinda un espacio de oración que simboliza la pluralidad y la tolerancia. De esta oración participan representantes de todos los credos de Gualeguaychú.

El primero en tomar la palabra fue el padre Mauricio Landra, en representación de la Iglesia Católica, quien antes de iniciar su proclama leyó unas palabras del Obispo de Gualeguaychú, Jorge Lozano, en las que expresaba su unión en la oración y destacaba la importancia de “pensar en el presente y el futuro” y “escuchar a la naturaleza, saber leer en ella sus bondades y fragilidades”.

Mauricio Landra en sus palabras hizo hincapié “en la capacidad humana de escuchar” y también instó a “ejercer el derecho de ser escuchados”.

Por su parte, Antonio Scharp, en representación del Consejo de Pastores (Iglesia Congregacional), señaló que las palabras del creador indican que “no somos dueños de nada” sino que “somos administradores de las cosas que le pertenecen a Dios y uno de los recursos más importantes que se nos confía para administrar no es la naturaleza sino la vida misma y dentro de ella está la vida animal y vegetal”. Asimismo, destacó que el creador “nos llama a la vigilancia a favor de lo que aún queda con vida”.

Luego fue el turno de Alfredo Schimpf, representante de la Iglesia Luterana, quien trasmitió el saludo del pastor representante local, José Míkulas.

Schimpf afirmó que “el hombre no posee el poder de crear vida, no posee tampoco el derecho de destruir la vida. La naturaleza no necesita del hombre pero sí el hombre necesita de la naturaleza para la vida. Por eso debemos tener una administración sabia, inteligente y muy criteriosa de los recursos que el creador puso a nuestra disposición”.

Asimismo, el representante de la Iglesia Luterana, señaló “Dios no se opone a la ciencia y al progreso” pero si se opone “al mal uso de todo lo que trae el pretendido progreso del hombre”. “El Estado en vez de perseguir a los que luchan por el bien común debe tener mensajes claros y políticas claras sobre el medioambiente para enfrentar a los enormes poderes que están dando forma a nuestro mundo a su manera, sin importar la extinción de especies. La perdida de hábitats y áreas naturales y profundos cambios del ambiente global”.

Por último, tomó la palabra el pastor Delsio Kälsten, en representación de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata, quien realizó una oración conclusiva con diversas intenciones, entre ellas: “Perdónanos por tanto ruido de humana autosuficiencia que nos impide oír tu voz y devuélvenos el don de escuchar lo que tienen para decirnos en este tiempo y en la vida de nuestro pueblo”.

Seguridad

Unos cien gendarmes del “Escuadrón 56” con asiento en Gualeguaychú, aseguraron que la manifestación se desarrolle dentro de los términos establecidos.

Un helicóptero de Gendarmería y otro de la Policía de la provincia de Entre Ríos, sobrevolaron permanentemente la zona del acto.

Del lado uruguayo, la Policía apostó efectivos en la ruta nacional N° 2 y Prefectura reforzó el control en el área del puente. En la primera “garita”, un cono impedía el acceso a la zona, y allí se realizaban los procedimientos de identificación.

En la caseta de la Dirección Nacional de Migración, se advirtió sobre las 14.00 horas que el puente estaba efectivamente cortado.

El prefecto de Fray Bentos, capitán de fragata Julio Pérez, dispuso que lanchas oficiales custodiaran el puerto de UPM, aunque la caravana náutica no cruzó hacia la rivera uruguaya del río.

Una organización impecable

La organización de la marcha por parte de la Asamblea Ciudadana Ambiental de Gualeguaychú fue impecable, como ha venido ocurriendo en cada una de sus movilizaciones y acciones.

Hay que destacar el trabajo coordinado entre los asambleístas, las diferentes áreas de la Municipalidad (especialmente Tránsito, aunque no la única), de la Provincia (Salud), de Gendarmería Nacional, Prefectura Naval Argentina, Bomberos Voluntarios y otras instituciones que colaboraron de manera comprometida para que el pueblo pudiera expresarse sin obstáculo.

El predio de la cabecera del puente estaba limpio y fue limpiado –como se hace siempre- luego que los miles y miles de manifestantes se desconcentraron. No hubo incidentes y esto es el resultado de un esfuerzo colectivo y de un compromiso integral con la vida.

El titular de la cámara baja participó del “7° Abrazo al Río Uruguay” junto a más de 200 concordienses que acompañaron la jornada en rechazo al funcionamiento de la Planta UPM (ex Botnia). En su paso por Gualeguaychú, Busti participó de la ceremonia religiosa y acompañó a la Asamblea Ambiental y vecinos de la ciudad.