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¿Horario de comercio óptimo?

No solo porque estamos de vacaciones y se habla tanto del turismo, tributaremos una reflexión en torno al contradictorio horario de comercio imperante en la capital entrerriana. En realidad, se podría analizar la posibilidad de abrir los 365 días del año, pero redistribuyendo los tiempos de labor.

Las fotos exclusivas de Cuestión Entrerriana reflejan claramente lo que es la zona céntrica paranaense en las primeras horas de la mañana, habiéndose tomado los registros en distintos días de la semana.
Concretamente, uno anda entre 8.00 y 9.15, más o menos, y los únicos transeúntes son precisamente empleados de comercio, comerciantes o personal de limpieza de comuna u obreros que prestan funciones de remozado de locales o distribuidores de diversos productos.

Lo que es más, si uno no se arriesgase a algún insulto o hasta agresión física latente, estaría bueno filmar lo que sucede en la Peatonal, con los citados empleados limpiando vidrieras o barriendo frentes de los comercios charlando de local a local con otros colegas.
Esto se extiende no menos de una hora, hora y cuarto o un poco más por la sencilla razón que -salvo quienes atraviesan la zona dirigiéndose de norte a sur y de este a oeste (o viceversa…) para ir a sus respectivos lugares de desempeño o hasta de estudios- MUY POCA VIDA tiene el centro en materia de operatoria comercial.

Y, deducido ello, las arterias céntricas comienzan a cobrar vida poco después de las 9.30 y aumenta la actividad sobre el mediodía. No obstante, de lunes a viernes, a las 12.30 muy pocos negocios muestran sus puertas abiertas.


Los sábados, acontece algo similar, pero peor aún…Tras un fin de semana, los viernes por la noche, son muchos los ciudadanos que optan por acostarse más tarde que lo común y así se levantan más tarde que lo usual, por lo que salen en la jornada sabatina a realizar sus compras tipo 11.30/12.00.
¿Con qué se encuentran?… Con que a esa hora la mayoría de los empleados ya tienen ganas de partir, la onda en la atención es bastante densa, y a las 13.00/13.15 el “grosso” de los negocios ponen el cartelito de “CERRADO”.

Del domingo ni hablemos… Salvo escasas excepciones, el centro está MUERTO. ¿Así se atrae al turista?…


Pero volvamos de lunes a viernes… Es obvio que muchos empleados de comercio dirán “queremos llevar los nenes a la Escuela”…, o “deseamos almorzar con los chicos”… Seguro serán dos reclamos justos, pero lo mismo les ocurre a los empleados de Clínicas, Sanatorios, Fuerzas de Seguridad y otra clase de desempeños profesionales que en un sinfín de ejemplos ven limitados sus anhelos de tener un contacto “ideal” con sus familiares.

En las principales ciudades de la república o está el horario corrido, o se abre y se cierra más tarde. Ni que hablar el sábado o el mismo domingo…
Por ello consideramos que es imprescindible un replanteo. Pero no solo dado desde la Cámara o Centro, sino con un debate profundo y el voto de todos los comerciantes, no de un grupo que por posicionamientos intransigentes o tradicionales, o lisa y llanamente por no estar dispuestos a cambios, le dan la espalda a esa modificación.

Hemos hablado, no como periodistas sino como clientes, con varios dueños de locales y hasta con empleados, y TODOS nos han dicho que están abiertos a estudiar propuestas, coincidiendo en que algo hay que hacer para plasmar un revulsivo y lograr seducir a la clientela con otras franjas horarias.
Pero, sugestivamente, se antepuso que hay comerciantes “de peso”, en especial algunos con firmas de indiscutible jerarquía y tradición, que quieren que “todo siga igual”.

No creemos que sea una postura edificante. Entendemos esa posición como poco constructiva, poco amplia, digamos que obtusa y hasta soberbia. No está mal, estudiar, ensayar, experimentar cambios. Total, siempre se está a tiempo de rectificar tendencias. Solo hay que investigar, indagar, proceder y si el resultado no es halagüeño rehacer o retomar el criterio primario.

Pero que no se aferren al simplismo de decir “una vez lo probamos y no pasó nada…”, o al “en Paraná se duerme la siesta y a esa hora no anda ni el loro y hasta hay inseguridad…”.


Sí; pudieron haber pruebas, pero si se las difundió se eligió -COMO ES HABITUAL- circunscribir la promoción del cambio de horario a muy pocos medios periodísticos y de manera escueta.
Si se hace, se debe hacer MUCHO RUIDO. REINVERTIR publicitariamente. No querer que TODO SEA GANANCIA. Para ganar más, hay que saber INVERTIR MAS…Aunque claro… Hay negocios de notable fortaleza en la ciudad que, así como están las cosas, ganaron y/o ganan MUY BIEN, por ende, no les interesa éste experimento. Y ese egoísmo es el que hizo de Paraná una ciudad “de paso” para el turismo.

Pero respecto a las “costumbres” o a la “falta de garantías”, lo primero ya es hora de ir comprendiendo que entramos al Siglo XXI y quienes trabajan fuerte en el mundo NO DUERMEN LA SIESTA… Como en cuanto a lo “inseguro” que es trabajar en diversos horarios “porque no anda nadie…”, es insoslayable recalcar que no anda nadie pues el horario es contradictorio en cuanto al MOVIMIENTO de la ciudad y ello se puede buscar variar, y a la seguridad hay que exigirla, no olvidemos que son CONTRIBUYENTES y tienen DERECHO a ser resguardados patrimonio, empleados y clientela.

De algo estamos SEGUROS… Excusas sobraron siempre… Una lástima que Paraná no se ponga a tono con el mensaje que se le da al turista, mensaje que, de hecho, CUESTA MUCHO DINERO en las promociones que realiza el Estado no solo en Capital Federal o ciudades importantes de la república, sino hasta en la vecina Uruguay.