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Clínica ESCO-CODITEP: Coach Hopla, el dueño de la pelota

Dave Hopla volvió a asombrar y entretener a todos los asistentes a la Clínica ESCO-CODITEP. El espectacular Coach de Tiro ratificó que amén de su carisma, de su simpatía, posee ideas muy claras y que siempre saca una conclusión de cada cosa. Un trabajador nato que entiende a la ejecución de un lanzamiento a la canasta como un arte y merced a virtuosas habilidades y sagaces estrategias es el máximo experto en el mundo en perfeccionar técnicas de disparos al cesto para encestar con un 99 % de eficacia. Postales imperdibles de otra cátedra-show en el estadio de Sionista.

 

Mediante una traducción formidable de Facundo Petracci, Coach Hopla vuela a través de la asociación de palabras que utiliza para asegurarse de que sus estudiantes recordarán los fundamentos de la forma de tiro perfecto:

-los pies apuntando a la canasta.

-Pies ancho de los hombros de distancia.

-Formar la letra “L” con el brazo de tiro.

-Doblar y extender las piernas.

-Encoger la muñeca. Hay que amartillar ésta articulación como un gatillo, pero no demasiado. Sólo lo suficiente como para arrugar un poco la piel.

-Subir el codo por encima de las cejas. Esta mecánica de tiro consiste en elevar el codo y la muñeca para que al final casi se acabe “tocando el cielo” a la hora de lanzar.

-Congelar el follow-through.

 

Tras dominar la forma de tiro, Hopla asegura que sólo hay una cosa más que hacer: práctica, práctica, práctica. Sí… obsesivamente, retroalimentándose, fijando conceptos hasta con el detalle de anotar cada marca, cada registro evolutivo para comparar el progreso desde el primer día en que se inició un proceso de reconstrucción de los lanzamientos, y cada idea que se le viene a la mente y pueda enriquecer su programa.

 

No sólo es lo que hace un trabajo fenomenal enseñar mejor la terminología y las técnicas para convertirse en un mejor tirador, sino que también interactúa con los asistentes y utiliza amenamente a los jugadores de la entidad local, como también de Echagüe y Olimpia no estando exento el espectáculo de algunos cómicos “gags” o gestos histriónicos como por ejemplo, al no lograr encestar las series respectivas de un ejercicio uno de los jóvenes basquetbolistas, Hopla le dijo que no iba a necesitar un cronómetro para controlar el registro sino que precisaría un calendario.

 

O también, procurando otorgar a los chicos una ayuda visual les propuso imaginar que el aro estaba lleno de huevos “sentados” sobre él, por lo cual la pelota debía provocar el “swish” de la red sin tocar la canasta porque si no… le “romperían los huevos”.

 

Para Hopla todo el mundo puede mejorar y obtener mejor si se les dedica y si se mantienen enfocados en sus metas. La consigna es establecer metas, anotarlas y verlas todo el tiempo, erigiéndose en un recordatorio constante de lo que se pretende hacer  para mejorar.

 

El auto-desafiarse permanentemente ayuda a ganar confianza y la confianza conduce al éxito. Cuando se ve a sí mismo mejorando entonces usted quiere practicar más. Su clave consiste en que “la práctica perfecta hace la perfección”.

 

Un elemento interesante al cual apela ante los yerros es que quien tiene la meta de mejorar día a día y buscar la perfección de su trabajo, no apela a excusas. Y que quienes no tienen humildad, ni conciencia de lo importante que es trabajar con seriedad, con responsabilidad, con compromiso, son aquellos que por la luz del estadio, o un flash de una máquina o cualquier otra causa no admiten el error o el cansancio e invocan cualquier justificación.

 

Éste domingo tendrá su último módulo. Estamos ansiosos por ver qué aditivo le incorpora a sus driles de por sí apasionantes, plenos de entusiasmo, de energía, de pasión y amor por este juego.