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Apertura de AFA: tercer triunfo al hilo de Colón

En el primer encuentro de la 14ª fecha del Torneo Apertura, Colón derrotó por 2-1 a Huracán en Parque Patricios e hilvanó su tercera victoria consecutiva. Banfield y GELP hicieron tablas en el Sur después de protagonizar un partido muy chato, en el cual festejó más su punto para el promedio que el Taladro el suyo para la Libertadores 2011.

En el marco de un duelo parejo, el conjunto santafesino encontró el camino del triunfo luego de la expulsión de Gastón Monzón, el arquero del local, quien le aplicó una patada a Joaquín Larrivey. Fue la reedición del cruce que ambos tuvieron en el duelo clave del Clausura 2009 entre Vélez y Huracán.

El que asumió la iniciativa en el inicio del juego fue el local, que necesitaba cambiar la pésima imagen dejada hace una semana ante Olimpo. El equipo de Miguel Brindisi logró tener más la pelota durante los primeros 30 minutos, aunque no supo cómo sacarle réditos a esa tenencia. Huracán fue un caudal de voluntades que nunca pudieron articularse. Machín amenazó esporádicamente por derecha, Rodríguez hizo lo propio por izquierda, Nieto aportó algunos chispazos y Zárate apenas logró oficiar de pivote. Muy pocos argumentos para reclamar una ventaja en el marcador.

Por su parte, el Sabalero lució pasivo durante casi todo el primer tiempo. El doble cinco compuesto por Bellone y Moreno y Fabianesi se retrasó demasiado, mientras que los contragolpes fueron débiles. A su vez, Quilez y Quiroga no lograron dar una garantía defensiva por las bandas. Los gestos de enojo de Gamboa eran un fiel reflejo de la actuación de sus dirigidos. Sin embargo, todo cambió a los 33 minutos. Higuaín tocó rápido para Larrivey, quien recibió habilitado gracias a una desconcentración de Lemos y no perdonó a Monzón en el mano a mano. Una vez más, el delantero amargó al arquero, a quien le había hecho la falta que derivó en el gol de Moralez, en el partido decisivo del Clausura 2009 entre Vélez y el Globo.

En el complemento, Brindisi desarmó el doble cinco y buscó aire fresco con las gambetas del juvenil Lencina. El Globo fue a la carga, con más amor propio que ideas, y encontró el empate gracias a una ayuda de su rival. A los 8, Juan Quiroga conectó de cabeza un centro de Rodríguez y metió la pelota dentro de su propia valla. Desde allí, el partido se tornó de ida y vuelta. Huracán avisó con un remate desde fuera del área de Nieto, mientras que Colón coqueteó con el segundo con una llegada de Quilez por derecha.

La noche se agitó a los 23 minutos, cuando Larrivey fue a buscar una pelota y terminó chocando con Monzón. El arquero se quedó con el balón, pero se enojó y le aplicó una patada al goleador, que estaba en el suelo. El recuerdo del duelo del Clausura 2009 sobrevoló por la cabeza de ambos. Inmediatamente, Díaz llegó a respaldar a su compañero y se armó un tumulto que pudo ser más grave. El árbitro Germán Delfino optó por expulsar a Monzón por la agresión y amonestar a Larrivey. No cobró penal porque consideró que la pelota no estaba en juego.

Los nervios de Monzón fueron la mejor explicación a la hora de analizar la victoria del Sabalero. A los 39, Goux saltó más que nadie en un córner desde la derecha y puso el 2-1 de cabeza. Con un hombre de más, Colón se relamió en cada réplica y le dio mucho trabajo al ingresado Calviño (el arquero suplente que reemplazó a Zárate). Larrivey estuvo cerca del tercero con un remate desde lejos y un cabezazo. El equipo de Parque Patricios caminó por la cornisa y nunca encontró las herramientas para soñar con un empate heroico. Hasta Calviño fue a intentar cabecear el último centro, pero no hubo sorpresas. El partido ya se había definido un rato antes.

Banfield y Gimnasia aburrieron

Muy poco ofrecieron este viernes en el Sur Banfield y Gimnasia. El 0-0 fue, entonces, un tiro para el lado de la justicia, por lo poco que ofrecieron un Taladro que quería sumar para la Libertadores 2011 que apenas ejerció el mote de protagonista y un Lobo apretado con el promedio que se dio cuenta tarde de que podía ir por algo más que un pobre empate.

En el primer tiempo, algunas pinceladas de Walter Erviti asociadas a Emmanuel Pío consiguieron romper con el letargo de la noche, muy emparentado con la pasividad y la chatura del conjunto platense. También Santiago Ladino, con sus subidas por derecha, acercó peligro al arco de Gastón Sessa. Pero el Gato sólo tuvo trabajo dos veces, en las únicas llegadas del período, ante sendos cabezazos de Sebastián Romero y Rubén Ramírez.

El complemento, pese a comenzar con los mismos aires de aburrimiento de su segmento predecesor, contó con algunas emociones serias cerca del final, cuando ya se habían multiplicado los espacios y el desgaste comenzaba a impactar en los protagonistas.

El ingresado Jerónimo Barrales fue el primero en avisar con un cabezazo desviado y, mucho después, cuando Erviti ya había entrado más en acción y como contrapartida el ingresado Walter Jiménez se ilusionaba con comandar una contra salvadora, el equipo de Pablo Morant fabricó sus dos netas con un disparo desviado de Antonio Rojano y un mano a mano de Jorge Córdoba que tapó Enrique Bologna.

Pese a esas oportunidades perdidas, el punto le sentó mejor al Lobo, que venía de sumar de a tres y sabía que hoy visitaba a uno de los mejores equipos del país. Por el contrario, el Taladro no pudo descontar pensando en la Copa.