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APB: es Oficial, los chicos se divierten

Arrancó éste sábado la temporada Oficial de básquet para los chicos de Paraná en categorías Premini y Mini. Anduvimos por el gimnasio del Parque Urquiza donde jugaron Estudiantes y Quique. Lindos encuentros aunque una pena ver que la dirigencia orientadora de los chicos “Albinegros” aceptó el cambio de edades por la APB FELIZMENTE IGNORADO. Muy cara la entrada.

Los Preminis y Minis del CAE y los “Decanitos” protagonizaron juegos muy parejos y divertidos, de alternativas cambiantes, llenos de matices propios de la edad y felizmente conducidos por Amigos (árbitros) que actuaron con corrección.

Los padres, abuelos, y demás familiares se portaron bien, más allá de algún que otro grito fuera de lugar -aunque no agraviante- contra los encargados de conducir reglamentariamente los encuentros y un par de frases de esas que algunas mamis especialmente deben medir porque son excelentes madres, admirables colaboradoras seguramente en sus clubes, pero no tienen la menor idea del baloncesto formativo.

Los Monitores bastante bien. El del CAE, Huguito Camisasca, un pibe que trabaja estupendo con la asesoría de uno de los mejores formadores del país como lo es Carlitos Hirschfeld, y por el lado “Albirrojo”, Cristian Brem y Nico Giorello, dos jóvenes entrenadores que heredaron lo que fue -años atrás- una positiva tarea del Prof. Aníbal Cantero.

Por ahí nos sorprendió una tendencia a permanentes cambios ya desde el primer chico, algo a lo que no estábamos habituados, pero respetamos la idea más allá de considerar que cuesta mucho conseguir un ensamble con tanta variante realizada seguramente con el loable propósito que jueguen todos sin importar el resultado, algo que consideramos CLAVE en ésta etapa de aprendizaje.

Aunque sería bueno administrar equilibradamente las modificaciones para que no haya ningún pequeño triste luego de haber cumplido con la semana de entrenamientos y hasta entrenando en un día feriado, y ver que otros gurises se pegaron faltazos y jugaron lo mismo o mas…

Son todas cosas fácilmente de solucionar mientras haya predisposición a saber aceptar sugerencias edificantes, constructivas, propendiendo a beneficiar a los nenes y que, reiteramos, no haya ningún rostro apesadumbrado pues la idea -justamente- es que los niños se sientan felices después de correr, picar y lanzar la pelota, no siendo el juego montado para que se diviertan en exclusiva los “talentosos” o “futuros cracks”.

De hecho que los nenes más dotados en lo concomitante a rápida absorción de los conocimientos, o por virtud psicofísica en lo inherente a coordinación psicomotriz y desarrollo físico excepcional, deberían ser los guías de sus equipos y no acaparar el protagonismo con la anuencia de sus Instructores, una falla GLOBALIZADA e instituida por esa casta de entrenadores con la que JAMAS vamos a coincidir pues buscan por sobre la gestión de enseñanza la futura figura y si ello implica arruinarle la vida deportiva al resto, NO IMPORTA.

Y por ahí, el denotar caritas tristes, sean de hijos propios o de compañeritos, nos parte el corazón, por eso es que trasladamos a la opinión pública ésta consideración tendiente a que a nivel subcomisión se hable más con los Monitores para cambiar ésta característica  directriz.

Ídem, estaría bueno que algunas mamis o papis reflexionen antes de aconsejar a sus purretes, evitando inadecuadas recomendaciones. Una de ellas, la vinculada estrechamente a las “funciones” que algunos adjudican a los chiquitos. Por ejemplo, el preestablecer que los “grandes” solo deben marcar al más grande del otro equipo, bajar rebotes, pasar la pelota e irse a la otra zona a esperar que el habilidoso se híper divierta picando y picando, de costa a costa, penetre en bandeja o tire “de Tres” y haga dobles regocijantes para él, sus papis, sus familiares y para algún otro padre al cual solo le interesa que el equipo de su nene gane.

Lo escuchamos y sinceramente, nos dio asquito. Fueron un par de frases antipáticas quizás de alguna mamá o papá aspirante a “salvarse” con sus “cachorros” sin percatarse que los otros nenes también quieren gozar jugando con la pelota, y tienen DERECHO a hacerlo.

Ya llegará la hora de inculcar mayores responsabilidades en categorías superiores al Mini. Hoy es tiempo de disfrutar, de “potrear”, de que TODOS mantengan contacto con el balón, que todos se recreen jugando sin presiones, sin apremios, sin la imperiosa necesidad de ganar. Y lo IDEAL es que esas mamis o papis le infundan, los inspiren a sus diestros retoños para que sepan ser solidarios, participativos y los despojen de todo indicio egoísta en especial para con sus compañeros menos virtuosos, gorditos o no tan veloces.

Y el consejo va pues uno, en 36 años junto al básquet, tuvo la desgracia, el infortunio, de ver a cientos de chiquitos que llegados los 13, 14 o 15 años dejaron éste deporte HARTOS de presiones, descubrieron otros atractivos sin tantas obligaciones o sencillamente sus cuerpos ya no crecieron tanto, se quedaron en menos de 1m80 y nunca aprendieron a jugar en EQUIPO porque fueron entre los 9 y los 12 años las “Estrellitas” que hacían TODO.

Por ello, esperamos el próximo sábado que estas mamás y papás no sigan en ésta propensión y reflexionen…

El CAE acató

Un par de padres “Albinegros” nos preguntó qué edades tenían los pequeños de Quique. Cuando les contamos que se respetaron las propias del Premini y Mini (8-10 y 10-12), no ocultaron su desagrado por las diferencias existente a raíz que los chicos del Parque habían sido divididos acorde al Proyecto de Cambio de Edades dictaminado por CABB a través de ENEBA.

Es decir, Estudiantes juega en Pre con chicos de 8 y 9 años, en tanto que en Mini lo hace con gurises de 10 y 11 años. O sea, por aceptar ésta criminal medida, corre riesgos que sus pibitos sufran hasta la envergadura física de otros equipos “rivales”.

Y más preocupante, que en el salto de Mini a U13 soporten desánimos, decepciones o frustraciones también por la diferencia de edad y de evolución psicofísica.

Lo más raro fue escuchar del propio Carlitos Hirschfeld: “Es que inicialmente la APB había aceptado la modificación. Por eso nosotros procedimos de acuerdo a la norma. Yo estaba en contra. No me parece correcto superar etapas tan drásticamente, pero siendo una regla nacional me pareció que debíamos respetar los canales ejecutivos. Ahora veremos que hacemos”.

Hugo Camisasca coincidió: “como a nivel CABB y Federativo se unificó la medida pensamos que lo conveniente era aceptar las disposiciones. Mi punto de vista es contrario a ese cambio pero las normas son para respetarse y ese fue el espíritu del club. Ojalá pudiera cambiarse porque el salto de edades es muy grande y finalmente son los más chicos los que terminan perjudicados”.

Diez mangos sin anestesia

Al llegar a la entrada del gimnasio del CAE nos encontramos con Gustavo Roque Fernández, el ex jugador de Liga Nacional que vistiera las casacas de Echagüe y Sionista, entre otros clubes, hoy papá de dos minibasquetbolistas “Albinegros” y colaborador de la Subcomisión.

Junto a otro dirigente pedían abonos o cobraban entradas para los juegos que esa tarde se desarrollaban. Los papis/mamis de Quique nos encontramos con que el ticket costaba $ 10 para toda la jornada, y si uno piensa que podrían verse partidos desde las 14 y en forma ininterrumpida de Pre, Mini, U13, U15, U17 y Primera NO ESTÁ PARA NADA MAL.

Sin embargo, la mayoría de los padres y familiares verían solo Pre y/o Mini. Entonces, para una Familia, fue un desembolso hasta AGRESIVO.

Gustavo nos dijo que ello fue decidido por la APB y admitió que hubo muchos reclamos.

Pero horas mas tarde, en charla con Pascual Passarella, el presidente de la APB fue tajante: “la Asociación sugiera, los delegados de los clubes deciden. El monto fijado es OPCIONAL como tope. Cada club puede decidir si cobra por partidos, o por jornada. La idea es que los clubes vendan los abonos. Sacá la cuenta y verás que la entidad y el padre mismo saca provecho de poder ver todos los juegos que quieran por un monto muy inferior al de un boleto por jornada. Si en los clubes hay muchos reclamos por lo de los diez pesos que se plantee en la semana y las instituciones bajan ese monto. No hay problema”.

Reiteramos…Diez pesos para 4 o 5 partidos viene a ser 2 pesos por juego. No está mal. Sí está PÉSIMO para que un papi o mami o Familia paguen 10 mangos cada uno solo viendo el juego de Premini o el de Mini. Es un DESPROPOSITO.

Una propuesta: A) insistir con la venta del abono; B) de cobrar en la puerta, haya tickets distintos, por categoría, por dos divisiones, o abono por toda la jornada. Es decir: $ 2.50 por Pre o Mini; $ 5 por las dos;  $ 10 por todos los partidos del día.