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Alvear-Echagüe: soñar no cuesta nada

Echagüe visita a Alvear en Villa Ángela, juego por la 5ª fecha de la Zona Norte que será dirigido en Alberdi 57, por Héctor Wasinger y Diego Aguilar. Los orientados por Sebastián Uranga necesitan una alegría para quitarse tanta mufa y así rectificar el rumbo con otro ánimo. Los de Jerónimo Trezza vienen estimulados por cuatro victorias al hilo y consolidarse en la vanguardia como cimentar su ahora fuerte localía en “La Caldera”.

 

Echagüe cae inexorablemente en la tabla de valores y cotiza cada vez peor. El clima es casi irrespirable fuera de la cancha. La preocupación ha dado paso al desasosiego, a la angustia. El hincha está inquieto. El socio piensa si todo terminará en una nueva mala inversión. El dirigente teme a otro fracaso.

 

Dentro del grupo el panorama es distinto. El plantel parece gozar de buena salud. Al menos eso se ve en las Redes Sociales donde las expresiones parecen no revelar la inquietud que se denota fuera de la cancha.

 

Es que resulta COMPRENSIBLE que los jugadores NO SE IDENTIFIQUEN con la historia de un club señero en la Liga, pero con más avatares amargos que circunstancias felices. Aun así, en la Argentina durante más de dos décadas, decir básquet nacional era sinónimo de Echagüe.

 

Hoy, pocos jugadores comprenden la trascendencia de ese nombre en el concierto basquetbolístico argentino, y solo viven el PRESENTE. “Me contrataron, doy lo mejor de mí, y la vida continúa, sea cual fuere la performance final…” Palabras más, palabras menos, ese es el pensamiento REAL de los jugadores en CUALQUIER club.

 

Sin dudas que los reveses se sienten, los muchachos tienen ALMA. Pero, de alguna manera, lo soportan, lo digieren de un modo disímil. Sin el sentido de pertenencia del simpatizante, del asociado, o del mismo directivo o colaborador.

 

Ni siquiera lo sobrellevan como los periodistas pasan el mal trago, sabiendo que las campañas buenas atraen lectores, oyentes, televidentes, por ende sponsors, y las malas los ALEJAN.

 

Obviamente que la temporada no atraviesa un pasaje DETERMINANTE, CRUCIAL. Aun hay tiempo para la rehabilitación y propender a una transformación. Sin embargo, es imperioso no habituarse a perder. Sacarse la costumbre de terminar resignando puntos.

 

Nada más grave en un equipo de alto rendimiento que entrar una cancha “domado” por el hábito de ser, precisamente, dominado.

 

¿Dónde está el problema? Quizás seremos un tanto duros para quienes han padecido ese terrible mal. Pedimos disculpas a lectores sensibles, pero tratamos de ser lo más específicos posibles: Echagüe sufre como una especie de cáncer con metástasis, abarcando todo el plantel y no hallando respuestas visibles de recuperación.

 

Somos conscientes que es muy dura la comparación. Sin embargo, tratamos de apuntar a ésta tremenda dolencia para describir un caso, como tantos, de NETA CHANCE de extinguir, con la medicina y tratamiento adecuados. Pues CIENTÍFICAMENTE está debidamente PROBADO que se puede ganarle la pelea al cáncer. No se debe temer a ello. Y es allí donde pretendemos acicatear a los dirigidos por Seba Uranga. En que es preciso proceder con la ENERGÍA imprescindible para evitar que el mal siga imperando y reste todo rasgo de voluntad a curarse.

 

Esperemos que SE LOGRE INTERPRETAR con SABIDURÍA éste manifiesto. Pero también apostamos a la ilusión que se instrumente ese proceso de curación con el énfasis correspondiente y no seguir dilatando adopción de medidas conducentes a ello.

 

La grata noticia es que Alvear llega MUY ENTONADO y a veces, semejante confianza juega malas pasadas ante equipos urgidos por una casi dramática necesidad de ganar sea cual fuere el costo. Por ello, no es descabellado imaginar un subestimar de los chaqueños a los entrerrianos.

 

Ahí es donde debe saber sacar usufructo el plantel de Uranga. Para ello debe entrar con el cuchillo entre los dientes. Olvidarse de los sistemas, de la estrategia, de la táctica, y buscar con la más alta dosis de COJONES, de AGALLAS, hacerle ver a Alvear que no es un rival “INFERIOR”.

 

Hoy es una de esas noches donde la destreza, la pericia, la habilidad, o el TALENTO, pasan a un segundo plano. Hoy Echagüe necesita lucir más que nunca un ESPÍRITU DIGNO. Si consigue ello, no es alocado tenerle fe más allá de su negativo registro de tres victorias en diez partidos.

 

Alvear lo espera con la dinámica del base Martín Cequeira, los triples del escolta (ex AEC) Javier Ledesma, la versatilidad del alero Pablo Fernández, la potencia de Robert Brown y el oficio del pivote Ricardo Centeno, siendo los relevos inmediatos para la gestión interna Sebastián Bernasconi y para el perímetro Facundo Ortega.

 

Un equipo PARA NADA imbatible, pero que en su casa y ubicado en la cima, es harto respetable. Justamente allí estará lo neurálgico: que Echagüe entre a la cancha con la decisión rotunda de disponer del mayor rigor y vigor para llevarse por delante a lo que a priori es un oponente superior.

 

Programa de la 5ª fecha

 

Hoy, a las 21

Instituto (C)-San Martín (C)

A las 21.30

La Unión (C)-Oberá TC (Zanabone-Morano)

San Isidro-Unión (S) (Hoyo-D’Anna)

Estudiantes-Sarmiento (Leyton-Salguero)

A las 22

Alvear-Echagüe (Wasinger-Aguilar).-