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¿Xiaomi mata iPhone?

La empresa china Xiaomi, fundada hace ya ocho años en China, está dedicada al diseño, desarrollo y comercialización de dispositivos electrónicos. Su negocio principal son los teléfonos inteligentes pero también fabrica computadoras, televisores, relojes inteligentes, entre otros aparatos. En 2013 consiguió colocar a su modelo Mi2S como el equipo más vendido de China y en la actualidad posee el 9,3% de la cuota de mercado mundial –solo es superado por Samsung, Huawei y Apple en ese orden, según datos de IDC de julio de este año-.

 

Su desembarco en la región comenzó con Chile y mientras se espera la llegada a otros países como Colombia y Perú, en la Argentina ya dio inicio un aterrizaje lento de la mano de jugadores locales, según le confirmaron a Infotechnology.com varias fuentes del sector.

 

Esta compañía, cuyo CEO es Lei Jun, tiene una estrategia agresiva, habitual de las empresas chinas fabricantes de smartphones. Poco marketing, mucho boca en boca y un gran ecosistema que incluye los servicios en los celulares (juegos, música, videos, más que nada en China) y hasta créditos (en la India, otro de sus principales mercados): junto a una entidad llamada KreditBee, otorga préstamos personales a aquellas personas que tienen sus equipos que utilizan su propio sistema operativo MIUI –un Android “retocado”-. La tasa de interés es el 3% mensual y la cantidad debe ser devuelta dentro de un período de tiempo que va de 15 a 90 días.

 

La empresa está integrada verticalmente, lo que le permite bajar sus precios de manera agresiva. Según Hugo Barra, el VP de la compañía entre 2013 y 2017 (y anteriormente a cargo del desarrollo del sistema operativo Android, de Google), la empresa considera a la venta de hardware como el primer paso para luego entregar software y servicios. “Somos una empresa de Internet y software mucho más que una empresa de hardware”, dijo entonces. Y si bien en aquel entonces estaban lejos de este modelo, cuando los smartphones constituían más del 90% de los ingresos de la firma, en la actualidad “solo” son el 70%.

 

Los márgenes de la compañía china son menores que los de sus competidores: en 2017, se ubicaban en el 10,7%, mientras en que el primer cuatrimestre de 2018 Apple reportó 38,3% y Samsung, 47,3% (este último “anabolizado” por los altos márgenes del negocio de los semiconductores).

 

Ian Fogg, un analista de la industria móvil de OpenSignal, considera que otro elemento a tener en cuenta es que Xiaomi ahora se está moviendo en mercados que antes no había explorado y se está abriendo a conversaciones con operadores de telefonía móvil, según destaca el portal MetroEcuador.

 

La consultora IDC, por su parte, considera que el éxito de Xiaomi se debe al aumento de las ventas a través de las tiendas físicas, similares en su diseño a las de Apple y que son un “boom” en lugares como la India.

 

A mediados de este año, en mayo, Xiaomi salió a la bolsa en Hong Kong y consiguió una valuación de US$ 54.000 millones (bastante por debajo de los US$ 100.000 millones esperados pero de cualquier manera impresionante). Esto la convirtió en una de las IPO más grande desde la de Alibaba en 2014.

 

Si bien los primeros modelos de la compañía apenas pasaban de los gama baja, desde 2016 a esta parte ya comenzaron a competir en calidad en las grandes ligas, con precios decididamente menores. Para muestra basta un botón: el PocoPhone F1, el equipo lanzado este año con características de gama alta: el último chip Snapdragon, una batería de 4.000 mAh y hasta 8 gigas de RAM, lo que lo hacen similar al Galaxy Note 9 de Samsung. El precio, sin embargo, es lo que llama la atención: en Amazon, se consigue por US$ 360 mientras que los segundos se ubican alrededor de los US$ 600.

 

Lo que llama la atención es que logró todo esto sin tener presencia plena en los Estados Unidos, Europa y gran parte de América latina. En el primer país vende distintas piezas de hardware pero aún no comercializa smartphones directamente –pueden conseguirse versiones importadas, claro-. En Europa, por ejemplo, recién comenzó a pisar fuerte este año (primero España, luego Francia y Italia y hace pocas semanas en Inglaterra).

 

Y, en lo que más interesa por estas latitudes, Xiaomi arribó a Chile el pasado 5 de diciembre con tres productos: el smartphone Redmi S2, la banda deportiva MiBand 3 y el scooter eléctrico Mi Electric Scooter, de acuerdo al sitio web Pisapapeles. Rumores varios del sector dicen que Xiaomi estaría desembarcando en Perú, Colombia y Ecuador en los próximos meses de manera directa -dado que ya importaba desde mediados del año pasado-.

 

Con relación a la Argentina, las novedades son dos. Por un lado, la distribuidora Etercor comenzó a vender directamente estos equipos a través de una tienda oficial con el nombre de la empresa china en MercadoLibre.

Cabe recordar que esta distribuidora ya está comercializando los renacidos celulares Nokia en el país. La misma empresa compró no hace mucho la fábrica Solnik, en Tierra del Fuego, y “ya está trabajando en un proyecto de producción local en Tierra del Fuego que contará con la articulación y la transferencia de know how de Foxconn” para fabricar los celulares de la finlandesa HMD, como se comentó en este medio oportunamente.

 

La fabricación de los Nokia quedó demorada por el salto en el dólar así que puede ser probable que directamente la situación se decante por un modelo de importación y distribución.

 

Volviendo a los Xiaomi, fuentes del sector indican que de los 1.300 smartphones de esta firma que se importanron durante el año, 1.000 los trajo Etercor -y todos en octubre-. La estrategia, entonces, parece ser meter un dedo en el agua antes de tirarse a la pileta. Esta distribuidora los vende, a través de ML, a precios muy accesibles.

 

Un ejemplo: el modelo Redmi Note 5, un gama media-alta lanzado en marzo de este año, se compara de igual a igual con el Moto G6 Plus; apenas queda por debajo del Samsung S8 y supera largamente al Huawei Mate 10 Lite. La diferencia está en el precio: el Xiaomi cuesta $13.000, lo mismo que el Huawei (en MercadoLibre, ya que nunca llegaron al país) pero menos que el Moto ($17.000 en su tienda oficial) y que el Samsung (alrededor de $20.000 en MercadoLibre).

 

Sebastián Novoa, especialista de IDC, sostiene que en las condiciones actuales la única manera de traer vía importación una nueva marca como Xiaomi -y mantener sus precios diferenciales respecto a las otras- es vía e-Commerce. “Solo podés introducir una marca en el mercado si la vendés online; así se evita sumarle la distribución a la estructura de costos”, desarrolla.

 

En tanto Enrique Carrier menciona que mantener precios similares a los que XIaomi tiene en otras latitudes es muy difícil con el esquema de impuestos actual, con distribución o sin ella. De hecho, desde una Pyme argentina que acarició la idea de traer la marca aseguran frustrados que, con casi el 55% de carga impositiva, “es practicamente imposible traer celulares legalmente al país”: 16% de derechos, 17,78% de impuestos internos y 21% de IVA, detallan. “Hay que bajar los impuestos, eso mata el ‘bagayeo’.”

 

Por otro lado, una importante cadena de retail habría comprado “una tanda” de equipos aunque fuentes de la misma indicaron que esto no es así dado que “la marca no ingresó oficialmente al país”.

 

En suma: los Xiaomi están entre nosotros aunque, por ahora, nadie se anima a admitirlo del todo.